Vuelta a Zumaia

▪︎Una vuelta a Zumaia, entre el mar y la montaña
Singular travesía conocida como “Vuelta a Zumaia” de carácter rural, discurre en su mayoría sobre pistas cementadas de comunicación de caseríos y aldeas con el rio Urola como acompañante.
▪︎Nace esta agradable excursión junto a los Astilleros Balenziaga. El senderista caminando hacia Getaria llegará hasta el museo Zuloaga. Enfrente, hacia el Sur (dcha) nace un camino balizado con dos itinerarios comunes.
Por el precioso valle rural entre Artadi y Garate Gain, por la orilla del arroyo Santiago, el aficionado llegará hasta el agroturismo Karakas y tras superar las viñas del txakolí, el siguiente encuentro es el caserío Arteaga (aquí nos desviaríamos si queremos ir a Artadi).
Un fuerte y corto descenso situará a los senderistas en el medieval puente Mantzisidor sobre el Urola y en pocos minutos alcanzará la aldea rural Oikia donde destacan el caserío blasonado Txortena zarra, la solariega casa torre Kondekua del S. XVIII, fuera de la ruta y al otro lado del Urola y su iglesia de San Bartolomé (con su pequeña torre campanario del XVIII, que tiene en su interior un retablo atribuido a Andrés de Araoz y en el altar mayor un cristo gótico).
Tras un largo recorrido en suave diente de sierra, entre granjas con plantaciones agrícolas, campas pastizales donde pastan rebaños diversos, árboles frutales, eucaliptus y encinares, se llega a Ibañarrieta, con pocos caseríos alrededor de su pequeña ermita de Santo Cristo. Y allí se inicia el regreso hacia Zumaia.
El senderista pierde altura para salvar la autopista hacía Agote y a continuación en corto pero fuerte repecho alcanza en otro altozano la bellísima ermita de San Lorenzo/San Lorente (Zestoa), cercana al puerto y lonja de Bedua.
Antes de ir hacia la ermita podemos subir a Ezkabaso (183 m), cima herbosa sin interés montañero que queda justo a nuestra izquierda (Oeste).
La ermita, es bajomedieval, con rústico atrio y coro de madera con alas laterales. Presenta numerosos elementos góticos en su acceso y ventanas. En esta ermita se suscribió, en el siglo XIV, el acuerdo sobre los límites territoriales de Zumaia y Zestoa.
Desde aquí por antiguo “gurdibide” de comunicación, el caminante pierde altura rápidamente junto al arroyo kantera erreka entre coníferas para entrar en la villa costera cruzando la N-634.