Vuelta al Cerro Alfaro (Rambla de Indalecio-Barranco del Junco-Bandlands-Rambla de Tabernas)

Ruta muy bonita por el interior del desierto de Tabernas, en la que rodearemos el Cerro Alfaro.

Con esta ruta disfrutaremos tanto de la impactante belleza geológica del interior del desierto (Rambla de Indalecio y Barranco del Junco), como de la vista aérea al mismo. Igualmente descubriremos la cara menos conocida del Alfaro, su cara Este, que sólo se ve desde aquí o desde Sierra Alhamilla.

Aunque no es una ruta típicamente senderista no presenta ningún tramo de dificultad técnica, por lo que cualquier persona con dominio para andar por terrenos sin sendero con cierto desnivel podrá hacerla sin dificultad. No obstante, es necesario que disfrutéis con progresiones en las que hay que ir usando las manos para sobrepasar lechos de barranco en diferentes niveles, saltos o desplomes. Por otra parte, hay un pequeño tramo en el que el cauce del Barranco del Junco presentará una vegetación algo más desarrollada, que habrá que ir esquivando, por lo que el llevarse algún arañazo es posible (este tramo va desde un poco antes del WP "salto escondido" hasta salirnos del barranco).

La vuelta al Cerro Alfaro comienza adentrándose en la Rambla de Indalecio, con una fuerte belleza geológica. La erosión del agua y del viento sobre los estratos de areniscas sobre margas han dejado interesantes formaciones geológicas que iremos descubriendo a medida que ascendamos la rambla.

Una de las más interesantes es una enorme cascada en forma de media luna en la Rambla de Indalecio, por la que siempre cae algo de agua (al menos en invierno que es cuando suelo visitar la zona). Esta cascada se sobrepasa con facilidad por la ladera de la izquierda, que presenta un lecho de arenisca en el que la bota agarra muy bien, a pesar de presentar cierto desnivel.

A pesar de estar en el desierto el agua también hará acto de presencia, serán abundantes los tramos en el que el agua aflora y si el año es bueno en lluvias la veremos correr.

El wp “salto escondido” nos avisa de la existencia de una cascada de algo más de 3 m escondida tras un nudo de densa vegetación, que podremos atravesar con cierta comodidad para verla. Dicha cascada se sobrepasa por la ladera de la izquierda que presenta algo de vegetación. Al alcanzar la altura necesaria para sobrepasarla se nos presenta una visión que puede inquietar al senderista (no al montañero). No os preocupéis porque se baja al lecho del barranco con mucha facilidad al agarrar muy bien la bota en el suelo de arenisca.

A partir de ahora hay que ir muy atentos al track. El wp “espolón” nos avisa del punto en el que hay que dejar el lecho del barranco para proseguir por el espolón y el wp “izquierda”, previo al anterior, la llegada a una bifurcación de ramales en la que debemos seguir por la izquierda, ya que aquí es fácil irse por la derecha si no se va atento.

La ascensión por el espolón será cómoda, pues hay pasillo en el denso espartal. Al salir a un borrado camino, giraremos a la izquierda para seguirlo, marchando ahora a curva de nivel. Al acabarse el camino (más bien una terraza para la reforestación que se intentó hacer en esta zona) deberemos seguir avanzando, subiendo sólo un poco, por una ladera en el que el denso espartal nos puede hacer algo incómodo el avance (aunque esto sólo será en los primeros metros).

Finalmente, llegaremos a un collado, donde se eleva una cercana torre de alta tensión. Este lugar constituye el primer mirador al Cerro Alfaro, que se alza en frente majestuoso, y al desierto de Tabernas. A partir de aquí el recorrido será mucho más cómodo y se podrá progresar con mayor rapidez, ya que en todo nuestro avance seguiremos el sendero originado por las rodadas de las motos, que de forma impune se dedicaron a ir dejando sus huellas en este terreno tan fácil de erosionar.

Si bien es cierto que la existencia de estas rodadas facilitan mucho el avance, también es cierto que en determinadas zonas de mayor pendiente el efecto de la erosión sobre ellas se está dejando notar (como comprobaréis) formándose profundos surcos, que hará el avance algo más incómodo.

Aunque el tramo que iniciamos ahora es puramente senderista, habrá un par de puntos en los que habrá que hacer un par de bajadas por un terreno con desnivel, muy deleznable y con algo de piedra suelta.

A medida que avancemos nos deleitaremos con la visión aérea del desierto. También tendremos vistas a toda la Sierra de los Filabres, en la que destaca el Calar Alto y la Tetica de Bacares, y a Sierra Nevada, donde distinguiremos el Mulhacen, la Alcazaba, así como, Montenegro, la Polarda y el Buitre.

El recorrido todavía nos regalará interesantes rincones: las vistas al escarpado Barranco del Grillo, el laberinto de cárcavas (los bandlands de la zona del Cautivo) las cuales atravesaremos, y pasar por la entrada del Barranco del Cautivo; lugares de indudable belleza.

Hacer especial mención al wp “agujero”, este marca un agujero que hay cerca del sendero que llevamos. No está protegido, por lo que si vamos distraídos podríamos caer en él.

En realidad se trata del tragaluz de una cueva que servía para guardar el ganado al propietario del cortijo en ruinas que hay cerca. Si descendéis hacia las ruinas podéis ver esta pequeña cueva por dentro.

Los últimos 6’7 km lo haremos por la rambla de Tabernas, que también tiene su interés, pero nada comparable a lo visto.

Para LLEGAR AL INICIO DE LA RUTA coger la salida de la autovía A 92 nº 382: “Rioja, Benadux, Gádor” y continuad por la vía de servicio. Nada más dejar atrás las últimas casas del Paraje Los Rincones, veréis un camino a la derecha. Aparcar en él.


QUE LA DISFRUTÉIS y recuerda LLÉVATE A CASA TODA TU BASURA, POR PEQUEÑA QUE SEA.