VUELTA AL MACIZO DE “LAS TETAS” DE LIÉRGANES O PICOS DE BUSAMPIRO O PEÑAS DE RUCANDIO-VALLES PASIEGOS-CANTABRIA
near El Mercadillo, Cantabria (España)
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Itinerary description
Marcha realizada el viernes 28 de febrero de 2020
AVISO: Se entiende, que todo aquel que quiera realizar esta misma ruta, asume la responsabilidad que conlleva una actividad no exenta de posibles riesgos o incidentes, en un entorno en el que el sentido común y las circunstancias pueden marcar la diferencia entre pasar un buen día o todo lo contrario.
Liérganes es una bonita población enclavada en plenos Valles Pasiegos que cuenta con un conjunto urbano declarado de Interés Histórico-Artístico Nacional desde 1978. En este pequeño municipio de poco más de dos mil habitantes nos encontramos con varios ejemplos de una valiosa arquitectura que iría desde el siglo XVI al XVIII, fruto del auge económico vivido en aquella época y debido sobre todo a una fábrica de artillería que estuvo enclavada en la Plaza del Marqués de Valdecilla, donde ahora se ubica una de las edificaciones que dan fe de dicha fabricación de artillería militar: la Casa de los Cañones. La fábrica de cañones fue fundada por Juan Curtius, de origen belga, en 1.617, y durante los años en los que estuvo activa hasta la década de 1.830 supuso una fuente de riqueza y trabajo para toda la comarca, así como causa principal de la deforestación de los montes que se extienden hasta la provincia de Burgos. Cabe señalar que como combustible para los hornos se utilizaba la madera sacada de los bosques aledaños; los troncos eran fácilmente bajados hasta la fábrica por el río Miera. La necesidad de madera provocó la tala masiva de los bosques de los montes que van desde Liérganes hasta la provincia de Burgos, por lo que hoy vemos toda la zona sin más vegetación que los pastos, con una ausencia casi total de árboles, salvo alguna que otra mancha de eucaliptos que nos decepcionó bastante. Esta población se encuentra al norte del Valle de Miera, río que pasa bajo el único ojo del llamado «Puente Romano», aunque de «romano» no tiene nada, pues se trata de un singular puente renacentista de un solo ojo sobre el río Miera, bajo la atenta mirada de las famosas «Tetas de Liérganes», que en realidad son dos pequeñas elevaciones: Marimón y Cotillamón (conocidas popularmente como «Las Tetas de Liérganes» por su parecido antropomorfo) y que visibles desde casi cualquier lugar, presiden y dominan el paisaje. Pues bien, volviendo al famoso y supuesto puente romano, éste fue construido por orden de la familia Rubalcaba, posiblemente sustituyendo a uno de madera que con demasiada frecuencia era destruido por las riadas. Diseñado por Bartolomé de Hermosa en 1587 fue inaugurado finalmente en 1606. Junto al puente existe un molino construido en 1667, que funcionó hasta finales del siglo XIX, de planta rectangular y arcos de medio punto para la entrada y salida de aguas. Fue restaurado en 2009, pasando a ser un centro de interpretación del «Hombre Pez», personaje de la mitología cántabra, que tiene una estatua justo a un lado del puente.
Hoy iniciamos la ruta desde la calle Mercadillo, en la que un día a la semana se ubica el mercadillo del pueblo. También es buen sitio para iniciar esta marcha el aparcamiento que hay frente a la estación de ferrocarril. Nosotros continuamos andando unos veinte metros más por la calle Mercadillo, para rápidamente girar a la izquierda por un pasadizo peatonal que nos saca en ciento veinte metros a la calle Juan Curtius (el mismo belga que fundara la fabrica de cañones), y que en otros ciento ochenta metros más, con rumbo sur, nos permite alcanzar y pasar sobre el puente romano/renacentista, para así enlazar con el PR-S 24 de los picos de Busampiro (Tetas de Líerganes), cuyo macizo rodearemos por dicho PR.
Nada más cruzar el puente de un solo ojo y de haber salvado las aguas del Mieres, cambiamos el rumbo a norte durante los próximos doscientos metros, para dibujar una amplia curva a la derecha que nos va sacando del pueblo y que nos permite empezar a ganar altitud por una pista asfaltada o bien hormigonada que llevaremos la mayor parte del recorrido de hoy. Al kilómetro y cuarto y tras haber salvado un desnivel de casi cien metros acabamos dejando por la derecha una granja-establo de vacas bastante destartalado, por decirlo suavemente, frente al que por la izquierda y con fuerte subida se ha de coger el camino que en algo más de seiscientos metros, y tras pasar por otro par de establos vacunos, nos acaba sacando al mirador. Ojo, porque en este tramo un chaval que hacía de vaquero nos mostró la forma de desconectar un pastor eléctrico que tenían para las vacas y que había que salvar sin mayor problema.
Tras haber salvado un último portón de madera y de haber llegado al mirador, ahora nos toca una tramo de bajada, que en un kilómetro y en uno de los pocos tramos que transcurre por terreno calizo y sin asfaltar, y entre los omnipresentes eucaliptos y aliagas nos permite acabar saliendo a la Villa de Rucandio.
Seguimos durante un kilómetro y medio más adelante y ahora todo el tiempo con rumbo este hasta llegar a la siguiente población de La Cavada, en la que por la derecha dejamos el Museo de la Real Fábrica de Artillería de La Cavada, lo que nos deja bien a las claras que la fabricación militar no era exclusiva de Liérganes, sino de toda esta comarca de los Valles Pasiegos. En un cruce de esta población, un nuevo giro a la derecha para rápidamente acabar llegando hasta un nuevo cruce, en el que un poste informativo nos indica que debemos seguir por las marcas amarillas y blancas del PR-S 24 si queremos completar la vuelta al ya citado macizo. Nada más salir de dicha población empezamos a ver como por la izquierda del camino se ha empezado la tala y eliminación, que según un lugareño no explotación, de un arbolado formado por eucaliptos, que aunque de buen olor, para nada constituyen el ideal de este suelo y terreno, ni por supuesto el arbol que mejora y cuida el suelo y el sotobosque. Al kilómetro y medio y tras haber salvado cierto desnivel por un pequeño tramo de carretera local, podemos ver como una de las laderas del monte que tenemos a nuestra derecha ha sido totalmente limpiada de dicho árbol, mientras que una máquina carga y prepara para su traslado cientos de troncos. Medio kilómetro después llegamos hasta un nuevo poste informativo, y otro tanto después hasta una zona de lapiaces que constituyen ese tipo de terreno kárstico tan propio de los suelos calizos que predominan en buena parte de la cordillera cantábrica.
Cuando hemos pasado el lapiaz y ya hace algo más de un kilómetro que pasamos el desvío a la última población de La Angustina por la izquierda, y de una vía ferrata por la derecha, el camino nos regala la visión durante unos segundos de un precioso tejón, que nada más vernos echa a correr delante de nosotros, para dirigirse al barranco del río Miera. Llegamos a una parte elevada, y ahora por nuestra derecha podemos ver una de las dos Tetas de Líérganes. Se trata del Marimón sobre el que vuelan un grupo de buitres y algún que otro milano real. Ya podemos ver el pueblo de Líerganes, y es que desde donde estamos, a penas si nos queda un kilómetro para llegar hasta la citada granja descuidada en la que unas pocas horas antes iniciamos la circular.
Waypoints
Information point
237 ft
j. poste informativo junto a iglesia de San Juan
Information point
923 ft
m. poste informativo de PR
Door
823 ft
e. portón de madera
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Ojo! Esta ruta a los dos Kmts topa con una finca privada que ahora está perfectamente cerrada y vallada, por lo que tienes que volver a bajar después de haber subido el fuerte repecho. Cuando se grabó no lo estaría, pero ahora al menos es claramente una finca privada. Pára lo que aporta esta subida, mejor seguir el tramo oficial de los Picos de Busampiro (PR-S-24), que puede conseguirse en una oficina de Información y Turismo) hacia Rucandio, aunque ésta (la oficial) al menos pasado el Coladillo tampoco resulta atractiva ni segura la transcurrir por carreteras.