VUELTA AL PUIG DE s'ALCADENA y subida al PUIG DE SANT MIQUEL

Nuestro objetivo con la excursión de hoy es dar una vuelta al Puig de s’Alcadena y en el trayecto subir a la cima del Puig de Sant Miquel.

La ruta la iniciamos cerca de Alaró, en la carretera Ma-2100 que une Alaró con Orient, cerca del punto kilométrico 18. Aquí dejamos aparcado nuestro vehículo, en un amplio arcén de tierra que tenemos a nuestra izquierda donde hay espacio para varios vehículos.

Empezamos a caminar por la carretera en dirección a Orient y justo en la primera curva la abandonamos para tomar el Camí de Solleric, que forma parte del GR-221. Al principio este camino está asfaltado. A los pocos metros vemos a la derecha el Camí de Son Fuster, que obviamos. Seguimos adelante y la siguiente desviación que vemos a la derecha es el Camí de s’Alcadena, que conduce hasta las casas de este mismo nombre y por el que regresaremos al finalizar la excursión.

Un poco más adelante el camino asfaltado gira a la derecha, nosotros continuamos de frente por una pista de tierra que es la que conduce hasta la finca de Solleric y más adelante al refugio de Tossals Verds. El camino va ascendiendo progresivamente, pasamos por una barrera metálica con paso abierto para los peatones y un poco más adelante otra barrera de similares características.

Enseguida alcanzamos el Torrente de Solleric, que debido a las abundantes lluvias de los últimos días trae bastante caudal de agua, lo que nos obliga a cruzarlo saltando por los pivotes puestos para este menester. Una vez cruzado seguimos por la pista hasta que alcanzamos un poste del GR-221 que indica 1h.20’ para llegar al refugio de Tossals Verds. En este punto dejamos el GR-221 y tomamos el ramal de la derecha para ascender al Collado que hay entre el Puig de Sant Miquel y el Puig de s’Alcadena.

Enseguida aparece la finca abandonada de Ses cases de sa Font Figuera. La pista, que va rodeando las casas, comienza a describir una serie de lazadas para salvar la pendiente y en poco tiempo entramos en una zona boscosa. Pasamos por un portillo, sin barrera, y a la derecha vemos un horno de cal. La pendiente se va endureciendo y más arriba, en una pequeña explanada, observamos a nuestra izquierda un pozo con una pileta. Seguimos ascendiendo y llegamos a una pared seca que la cruzamos por un portillo sin barrera. Un poco más arriba el camino hace un giro a la derecha, donde claramente se ve el desvío hacia el Puig de Sant Miquel, señalizado con un hito.

Tomamos este sendero que seguimos sin dificultad, teniendo presente los hitos y las marcas de pintura roja que nos conducen hasta la cima, situada a 661 m. de altitud. Desde esta cima podemos disfrutar de unas vistas extraordinarias. A la izquierda, tenemos los imponentes macizos de s’Alcadena y el Castell de Alaró. De frente, podemos ver prácticamente todas las grandes cumbres de la zona central de la Serra de Tramuntana. Abajo vemos el Clot d’Almadrá y Solleric.

Después de disfrutar de esta hermosa panorámica iniciamos el descenso por el mismo camino, hasta llegar al hito que marcaba la desviación. Ahora seguimos por la izquierda por la misma pista por la que subíamos antes de desviarnos, e iniciamos un bonito descenso por el encinar. Al poco rato vemos a nuestra izquierda un horno de cal bastante bien conservado y un poco más adelante observamos a nuestra derecha un curioso y completo horno de pan, junto a los restos de una era y barraca de carbonero.

El camino sigue bajando, cruzamos otro portillo sin barrera y salimos del encinar. En este punto vemos dos senderillos, obviamos el de enfrente y continuamos por el de la izquierda que cruza por unos campos despejados y con buenas vistas de la Tramuntana. Continuamos descendiendo y el camino se va convirtiendo en pista y así llegamos hasta las viejas casas de Olí Clar, hoy totalmente abandonadas. Rodeamos las casas para ver la fachada principal.

Tras ver las casas retomamos el camino y llegamos a un portillo que no cruzamos ya que por aquí iríamos hasta Solleric y no es nuestro objetivo de hoy. Nosotros en este punto giramos a la derecha y descendemos entre olivos hacia un muro de piedra con una puerta metálica que se abre.

Al otro lado de la puerta sale un estrecho sendero muy cubierto por la vegetación que más adelante se va convirtiendo en pista. Seguimos por esta pista entre más olivos para más adelante girar a la izquierda y luego a la derecha por un tramo casi llano. Pasamos varias rejillas y vemos al fondo las casas de Son Ordinas.

Al poco rato alcanzamos otra rejilla que traspasamos y enlazamos con la pista GR-221 que baja desde el refugio de Tossals Verds. Tomamos esta pista por nuestra derecha y en ligero descenso alcanzamos el cauce del torrente d’ Almadrá que la atraviesa y en breve llegamos hasta una barrera cerrada que traspasamos por una puerta que se abre y que se halla en su lado izquierdo. Esta barrera comunica con una explanada usada como parking del refugio de Tossal Verds. A continuación tenemos la carretera del Clot d’Almadrá con el asfalto en muy mal estado de conservación y que tomamos por nuestra derecha. La carretera transcurre paralela al torrente de s’Estorell y a lo largo de su recorrido hasta que llegamos a la desviación para seguir dando la vuelta al Puig de s’Alcadena, nos encontramos algunas casas de interés como Cas Senyor, s’Hort Nou, Son Cocó, la embotelladora de la Font de Son Cocó,etc.

Unos doscientos metros antes de llegar al hotel rural de “Es Filicomis”, vemos a nuestra derecha una barrera cerrada con una especie de botador de madera por donde saltamos y seguimos por un ancho camino que nace detrás de la barrera. El camino atraviesa un campo de almendros y algarrobos tenemos y al fondo tenemos la mole del Puig de s’Alcadena que nos ofrece otra de sus caras recortadas.

Enseguida llegamos a otra barrera cerrada con botador por el que también saltamos. Seguimos por el ancho camino de carro que ya se adentra en zona boscosa y al poco rato nos encontramos con una bifurcación. Debemos tomar la de la izquierda, hay un hito y una flecha en el suelo, formada con pequeñas piedras que así lo indican.

Al poco rato de haber tomado el desvío encontramos otra barrera cerrada que se abre y que traspasamos. Al otro lado continúa el ancho camino y unos cincuenta metros más adelante vemos a la derecha un senderillo, que es la desviación que hay que tomar para subir a la cima del Puig de s’Alcadena. Nosotros seguimos por el ancho camino y al cabo de un rato vemos a nuestra izquierda el Talaiot de s’Alcadena. Visitamos este Talaiot no demasiado grande, que aún conserva el dintel de la puerta de entrada y varias losas. La parte frontal mira al valle.

Continuamos por nuestro camino y al cabo de un rato llegamos a las casas de Son Alcadena, dedicadas a la explotación agrícola. Pasamos por delante de ellas sin ningún problema de paso. De las casas sale un camino semiasfaltado, es el Camí de s’Alcadena que vimos al principio de la excursión. Lo seguimos, ahora en bajada y llegamos hasta el torrente de Solleric que lo cruza. Continuamos adelante hasta encontrarnos con el Camí de Solleric por el que hemos pasado esta mañana y desde aquí tan solo nos queda seguir nuestros pasos en sentido contrario hasta alcanzar el punto de partida donde hemos dejado aparcado nuestro vehículo.

Los componentes del grupo hemos sido: Jaime, Salvador y yo (Juan González Blázquez) como guía

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