Vuelta Mar Menor, etapa II, Los Alcázares - La Manga del Mar Menor

El grupo parte desde el Centro de Alto Rendimiento, yo me uno en el Club Nautico. Salimos de de Los Alcazares rodeando la base militar, ya que la linea de costa esta vedada al resto de la población, estando reservada solamente para el uso y disfrute de los militares.
Al llegar a la rambla del Albujón, pasamos por el puente de la carretera, comprobando el importante caudal de agua con NITRATOS, que a día de hoy sigue aportando al Mar Menor. Tras pasar la rambla, seguimos la indicaciones de GR e intentamos pasar por la linea de costa, o mejor dicho de ribera, aunque es complejo en algunos puntos por el estado de putrefacción de los restos, pero con cuidado y atención vamos encontrando paso, hasta llegar a la antigua base de aerodeslizadores, y conectamos con el Paseo de Punta Brava. (En este punto, posiblemente por la elevada temperatura, el tel dejo de grabar). Continuando por el de Los Urrutia, y tras pasar la urbanización Estrella del Mar continuamos por las antiguas salinas de Lo Poyo atravesando la rambla del Llano del Beal. En esta ocasión, aunque hay bastante agua, el paseo por las sendas marcadas es factible. Me ha llamado la atención la cantidad de antiguas balsa de las salinas que se encuentran encharcadas, otros años estaban prácticamente todas desecadas. (el alto nivel freático debe ser uno de los factores de este encharcamiento y de la gran cantidad de cañas que vemos crecer en la zona límite con los cultivos.
Al final de la zona de Lo Poyo, atravesamos el barranco de Ponce y, ya por el paseo de Los Nietos, Islas Menores y Mar de Cristal llegamos a la Punta de las Lomas, en este punto, hacemos otro tramo de sendero, bien marcado, entre vegetación típica de saladares, que nos lleva Playa Honda, junto al Camping, y a playa Paraiso. Al final de esta playa, abandonamos la ribera del Mar Menor, y bordeando las Salinas de Marchamalos nos dirigimos hacia el inicio de la ruta pasando por el paraje de los Triolas, donde volveremos al finalizar para celebrar con un buen Caldero la finalización de la aventura.