Vuelta turística a Itxina visitando sus lugares más emblemáticos, subiendo a las cimas de Altipitatx y Kusatx

Dentro del Parque Natural del Gorbea, el macizo de Itxina es un magnífico ejemplo de formación kárstica, fenómeno geológico muy presente en la orografía y paisaje de las montañas vascas. Declarado Biotopo Protegido en 1995, en las calizas con alto contenido en carbonato cálcico, el agua de la lluvia a través de millones de años ha ido disolviendo la roca, que a pesar de su solidez y dureza, es también soluble si se la somete a la acción del agua por un tiempo prolongado. Así, la lluvia va produciendo desgaste y hendiduras cada vez más profundas en la piedra. Se desliza por los surcos dejados por erosiones anteriores, busca su cauce y va agrietando el macizo tanto en superficie como en su interior, abriendo innumerables conductos subterráneos. Los más antiguos de éstos son cuevas por las que ya no circula el agua que busca sustratos más profundos.
Itxina es una meseta rocosa que se alza alrededor de entorno herboso, con los bordes formando una cresta que circunda el interior cóncavo.

Caminar por el corazón del laberinto es en sí una pequeña aventura, buscar los pasos entre las piedras, árboles y dejarse perder en su misterio de siglos. Eso sí, cuando las brumas y nieblas deciden adueñarse del lugar, es mejor retroceder debido a lo complicado de la orientación. Tan inhóspito territorio no ha impedido que carboneros, leñadores o pastores se hayan adentrado en él, aunque siempre con respeto como muestran las innumerables leyendas del macizo, desde Basajaun hasta Mari. El tránsito para realizar esas labores ha dibujado una pequeña red de senderos en este laberinto calizo. Algunos quedan reservados a los más conocedores del paraje. Pero otros pueden ser recorridos por los profanos, siempre que no perdamos de vista los hitos que los señalan

Una ruta muy completa pero exigente debido a las características del terreno. Completa porque visitamos las zonas más emblemáticas, como son: Superlegor, El ojo de Atxulo, La majada de Lexardi, El pozo de nieve de Neberabarri o el canal de Sintxita. Y exigente por los +1.100m de desnivel acumulado por terreno difícil de andar, y la subida al portillo de Itxingote con una pendiente del 40%. Mucha piedra, y además hay que estar muy al loro con los hitos, ya que un despiste en Itxina no es algo agradable. Mejor ir despacio fijándose bien. Por ello recomiendo internarse con un día despejado y con GPS "por si acaso". Aprovechamos tambien para hacer alguna cima y completar más el recorrido.

Con esto no quiero decir que haya que tenerle miedo, solo respeto, y al más mínimo atisbo de pérdida: Retroceder sobre nuestros pasos.