Vva. de los Infantes y la Cueva de la Mora
near Infantes, Castilla-La Mancha (España)
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Trail photos
Itinerary description
La ruta parte de la rotonda de entrada a la Localidad desde el oeste por la CM-412, justo donde tenemos el muro del Quijote (típico en las entradas de las poblaciones manchegas) que nos indica que este pueblo es "el lugar" ya que un estudio de la Universidad Complutense de Madrid sitúa el inicio de las andaduras del caballero de la triste figura en esta localidad. También podemos ver una escultura en bronce de Juan Antonio Giraldo llamada el hombre de Jamilia, que simboliza el reencuentro del hombre con sus orígenes.
Empezaremos a caminar dirección La Solana, para cercaremos a ver la ermita de San Sebastián (siglo XVI). Se construyó por los vecinos por un voto que hicieron al ser azotados los campos por una plaga de langostas. Presenta una sencilla planta de cajón con huecos rectangulares y techo plano, altar de yeso pintado donde se encuentra San Sebastián.
A través de la zona ajardinada de la Plaza de Ntra. Sra. del Rosario, llegaremos a la carretera y la atravesaremos para tomar el camino que nos llevará hasta la ermita de Jesús en Pie.
En el lugar que hoy ocupa esta ermita, en el siglo XVI había una pequeña ermita dedicada a Cristo Salvador. A finales del siglo XVII fue ampliada por un Gobernador que vino a la Villa, que la dedicó a Nuestro Padre Jesús, entonces Jesús Sentado, que era la aptitud que presentaba la imagen. En el siglo XX debido a su deterioro fuera reconstruida por una familia que también donó la imagen de Jesús Nazareno, al que pusieron el nombre de “Jesús en Pie”.
Continuaremos por el camino del Molino del Santo hasta tomar un desvío a la izquierda para llegar al Cerro de la Mora Un panel nos informa sobre los alrededores. Visitamos las ruinas de lo que fue en su día un lavadero. Despues bordearemos el cerro hasta llegar a la Cueva de la Mora, también conocida como la caseta del diablo.
La cueva, excavada en una roca arenisca, mide 1,3 m. de alto en su entrada, 2 en el centro y 1,5 de ancho. Sus paredes y techo son curvas y en el fondo tiene labrado una hornacina de unos 20 cm. bajo la que se encuentra un altar. Se trata pues de una pequeña capilla de la época remozare. La entrada de la cueva se sitúa a metro y medio del terreno por lo que su acceso es difícil.
Lo peculiar de esta construcción hace que tenga asociada una leyenda. Se dice que en la noche de San Juan una mora sale a peinarse su cabello y que a quién tocase con su peine quedaría encantado como ella. Como anécdota una historia similar existe en San Carlos del Valle (en su cerro El Castillejo) y en Granátula de Calatrava (en el cerro de La Encantada).
Continuamos bordeando el cero por la plaza de toros y bajaremos para tomar un camino que nos llevará hasta la carretera de Cozar. La atravesaremos para continuar junto a ella. Para acceder a la antigua carretera hay que saltar el quitamiedos y cruzar el arroyo, o continuar pegados hasta la carretera hasta que podamos acceder fácilmente.
A la altura del centro ocupacional volvemos a tomar la carretera para acercarnos a ver la Cruz de la Moraleja, otra de las cruces o humilladeros, colocadas en las afueras de la población que servían para que los viajeros se encomendaran a Cristo antes de iniciar sus viajes.
Para no continuar hasta la población por la carretera, desharemos lo andado por el asfalto para tomar un camino que nos lleve al de las huertas y volver a entrar en la población. Aprovecharemos para callejear y ver algunas de las casas nobiliarias, entre ellas en la que se crió Santo Tomás de Villanueva, así como su oratorio del siglo XVII; o la casa de los estudios, colegio menir donde imoartieron sus enseñanzas Bartolomé Jiménez Patón y Pedro Simón Abril.
Empezaremos a caminar dirección La Solana, para cercaremos a ver la ermita de San Sebastián (siglo XVI). Se construyó por los vecinos por un voto que hicieron al ser azotados los campos por una plaga de langostas. Presenta una sencilla planta de cajón con huecos rectangulares y techo plano, altar de yeso pintado donde se encuentra San Sebastián.
A través de la zona ajardinada de la Plaza de Ntra. Sra. del Rosario, llegaremos a la carretera y la atravesaremos para tomar el camino que nos llevará hasta la ermita de Jesús en Pie.
En el lugar que hoy ocupa esta ermita, en el siglo XVI había una pequeña ermita dedicada a Cristo Salvador. A finales del siglo XVII fue ampliada por un Gobernador que vino a la Villa, que la dedicó a Nuestro Padre Jesús, entonces Jesús Sentado, que era la aptitud que presentaba la imagen. En el siglo XX debido a su deterioro fuera reconstruida por una familia que también donó la imagen de Jesús Nazareno, al que pusieron el nombre de “Jesús en Pie”.
Continuaremos por el camino del Molino del Santo hasta tomar un desvío a la izquierda para llegar al Cerro de la Mora Un panel nos informa sobre los alrededores. Visitamos las ruinas de lo que fue en su día un lavadero. Despues bordearemos el cerro hasta llegar a la Cueva de la Mora, también conocida como la caseta del diablo.
La cueva, excavada en una roca arenisca, mide 1,3 m. de alto en su entrada, 2 en el centro y 1,5 de ancho. Sus paredes y techo son curvas y en el fondo tiene labrado una hornacina de unos 20 cm. bajo la que se encuentra un altar. Se trata pues de una pequeña capilla de la época remozare. La entrada de la cueva se sitúa a metro y medio del terreno por lo que su acceso es difícil.
Lo peculiar de esta construcción hace que tenga asociada una leyenda. Se dice que en la noche de San Juan una mora sale a peinarse su cabello y que a quién tocase con su peine quedaría encantado como ella. Como anécdota una historia similar existe en San Carlos del Valle (en su cerro El Castillejo) y en Granátula de Calatrava (en el cerro de La Encantada).
Continuamos bordeando el cero por la plaza de toros y bajaremos para tomar un camino que nos llevará hasta la carretera de Cozar. La atravesaremos para continuar junto a ella. Para acceder a la antigua carretera hay que saltar el quitamiedos y cruzar el arroyo, o continuar pegados hasta la carretera hasta que podamos acceder fácilmente.
A la altura del centro ocupacional volvemos a tomar la carretera para acercarnos a ver la Cruz de la Moraleja, otra de las cruces o humilladeros, colocadas en las afueras de la población que servían para que los viajeros se encomendaran a Cristo antes de iniciar sus viajes.
Para no continuar hasta la población por la carretera, desharemos lo andado por el asfalto para tomar un camino que nos lleve al de las huertas y volver a entrar en la población. Aprovecharemos para callejear y ver algunas de las casas nobiliarias, entre ellas en la que se crió Santo Tomás de Villanueva, así como su oratorio del siglo XVII; o la casa de los estudios, colegio menir donde imoartieron sus enseñanzas Bartolomé Jiménez Patón y Pedro Simón Abril.
Waypoints
Risk
2,940 ft
Dificultad para continuar
No solo hay que saltar el quitamiedos de la carretera, luego hay que atraver el arroyo o seguir junto a la carretera hasta que el arroyo permite acceder fácilmente a la antigua carretera
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