Xalón Activo Nº5: CAÑON DE AVENALES

Nos adentramos en un trayecto de gran belleza que transcurre por el cañón del Río Avenales , saliendo de Somaén por la Ermita de la Soledad, seguimos el camino que nos lleva hasta el cruce donde un cartel marca el camino a la derecha hacia el barranco de Avenales por donde cruzaremos las vías del ferrocarril. Se trata de un caprichoso paraje salpicado por cuevas naturales, su fauna, su flora y los rojizos espolones pétreos que coronan sus paredes de considerable altura amenizan todo su trazado, que además no representa dificultad alguna ni cruce comprometido. Por añadidura, la visita a un pueblo despoblado siempre incluye un plus de aventura.
Los cortados del cañón de Avenales, son habitados por rapaces como el alimoche, el más pequeño de los buitres españoles, o el búho real, con hasta 1,80 de envergadura, que nos depararán gratas sorpresas y difícilmente se olvidará esta excursión de apenas cuatro kilómetros.
El cañón de Avenales da cobijo a esbeltos chopos y algunos árboles de ribera.
Un paisaje para disfrutar donde una pequeña senda al final de la ruta nos conducirá por la derecha hasta el abandonado pueblo de Avenales, donde deberemos tener cuidado con las edificaciones en estado de ruina. En el centro de Avenales está lo que queda de la Iglesia parroquial de San Miguel, sus campanas se bajarón a Somaén y sus santos a velilla de Medinaceli. En Avenales existen tres casas reconstruidas, que dan un poco de vida entre tanta ruina y silencio. A unos 300 metros de Avenales a la izquierda y muy escondida está la Fuente de El Regachal de la cual nunca ha dejado de salir agua y es de la que se han abastecido los vecinos de Avenales para su consumo. Al final de la ruta se encuentra la Fuente del Pozo de agua salada y que servía para consumo de animales.