XVI Ruta del Destierro 2022. Ateca. 08/10/2022. Versión 2.0. Mas larga, más alta, más desnivel, más dura.

Volvemos a realizar la XVI Ruta del Destierro del 2022. Esta vez con mi hijo Héctor. A pesar de estar inscrito no pudo venir a caminar el día de la Andada. Hoy nos hemos desquitado.
Queríamos hacer el mismo trazado con la duda del retorno a Ateca por el Manubles. El río parecía llevar más agua que en Septiembre. Además vimos agua en el barranco de subida que no estaba allí en la ocasión anterior.
Decidimos (teníamos en reserva dos alternativas), que al llegar al punto del tercer avituallamiento de la andada subiríamos a Moros. Cruzando el puente donde se cogía el camino por la ribera derecha del río en sentido contrario para retornar el día de la andada. Además ibamos justos de agua. Sudamos mucho en el barranco de subida (Valhondo). Hizo sol durante toda la mañana. El pésimo pronóstico de la cada vez menos competente Aemet volvió a fallar, como de costumbre cada vez más frecuentemente. Tres dias antes daban lluvias, dos antes sol y lluvia, el dia anterior sol y nubes...No dieron ni una....
Repostamos agua en la fuente del pueblo, disfrutamos de pasear por él (es precioso), visitamos el espectacular mirador de San Blas y a la salida por la carretera enlazamos con el camino de Terrer (PRZ 97). Este camino sube por la sierra que marca el valle del Manubles por su margen izquierda. Primero pista y luego sendero. Pasando al lado de las cárcavas del Manubles. Y bajando por el sendero que se subía en la edición del 2019. La ladera y el camino estaban muy erosionados. Las tormentas (sobre todo la del día siguiente a la andada) sin la cobertura vegetal que sujeta la tierra quemada por el incendio tiene, entre otras muchas, esta funesta consecuencia. Al bajar enlazamos en pocos metros con la pista del trazado de la andada. Eso si, sin poder evitar mojarnos cruzando el Manubles....🤣🤣🤣.
En unos pocos y cómodos kilómetros por el camino de las Vegas llegamos a la plaza de España al lado del ayuntamiento de Ateca. Fin de una ruta y una andada que nos encanta y de la que hemos disfrutado intensamente. La hemos hecho tranquilos, sin apretar demasiado. En nosotros, que nos gusta ir a fuego, no es habitual. Pero lo hemos pasado muy bien y ha sido una mañana redonda. A veces, vamos tranquilos, y lo disfrutamos tanto como cuando vamos rápidos. No hemos acabado agotados a pesar del considerable esfuerzo, y eso se agradece.
Un refresco en el bar de los porches, y vuelta para casa.
Posdata: Estos momentos, estas actividades, con la gente que quieres, es lo que te da la vida. Y lo que te permite seguir adelante soportando trabajos alienantes y clientes que aprovechan la más mínima oportunidad para sacar al fascista que llevan dentro, y mostrar lo buenos perros rabiosos obedientes de sus despreciables amos que son.