Volcán La Corona. Ye. Lanzarote

Una breve caminada circular, casi un paseo, sin apenas esfuerzo pero con una gran recompensa para los amantes de la naturaleza y del volcanismo: el precioso y perfecto cono volcánico del Volcán La Corona.

Un volcán que podemos considerar joven para la edad de la isla de Lanzarote, de unos 2.500/3.000 años frente a los 21 millones de años de la isla. El resultado más notable y visible de su actividad es una extensión de 18 km², desde el cono hasta el mar, formada por malpaís, denominación canaria de las lavas tipo pahoehoe, donde en una gran erupción formaron un enorme tubo volcánico, otra maravilla obra del volcán, que también se puede observar en las visitas subterráneas de Los Jameos del Agua y La Cueva de los verdes (no dejes de visitarla bajo ningún concepto. Es un espectáculo único en el mundo!) y la Cueva de la Paloma, esta última en el exterior y de acceso libre al borde de la carretera LZ204, por cierto, también una carretera curiosa. Muy estrecha, solo pasa un coche, pero bastante recta y con muchos apartaderos, de forma que hay que acostumbrarse a ceder el paso de vez en cuando a los que vienen en sentido contrario. Sino, no pasarás. Curiosa experiencia.
No obstante todo lo anterior, la joya de "La Corona" es su cráter. Un cono perfecto con el borde alrededor de los 600 m de altura, 450 m de diámetro y sobre 150 de profundidad sin apenas caídas de material en su interior que da la impresión junto con su gama de colores que se hubiera terminado ayer mismo la erupción. Realmente interesante para ver.

Para llegar, muy sencillo. En el pueblo de Ye, en la ctra. LZ201, muy cerca de la iglesia (donde también se puede aparcar el coche), en el Km 4 nace un amplio sendero que enfila hacia el volcán que preside la zona. Es un camino rural que se acaba convirtiendo en sendero a medida que asciende, entre cultivos de viñas, higueras y chumberas (bastante abandonadas) con muros de piedra de la zona formando paredes rectas o arcos, típicas construcciones agrícolas canarias, para proteger los cultivos del viento.
El sendero finaliza al borde del cráter desde donde se puede contemplar el cono.
Hay que tener mucha precaución al llegar a esta zona y moverse por allí. Se puede entrar dentro del cono SIN DESCENDER AL FONDO. Es peligroso sin los medios adecuados y/o guía profesional. De hecho, se han tenido que organizar varios rescates para sacar gente e incluso ya hubo algún fallecido. Dentro del cráter NO HAY COBERTURA de telefonía móvil.
Si quieres arriesgar un poquito y completar la visita al cono, puedes subir un poco más por la izda del exterior del cono por una empinada pendiente sin sendero, a pocos (10/15) metros del borde del crater hasta la primera cresta que encuentras cómo a 20 m más de altura. Puede hacer mucho viento en ese punto. En ese caso de nuevo mucha atención al asomarse y no hacerlo de pie. Mejor a cuatro patas en el borde. Desde allí se ven los restos de un cono lateral mucho más pequeño en forma de herradura por colapso de la pared original y el desbordamiento del magma y todo el paisaje formado por sus erupciones hasta el mar.

El retorno, por el mismo camino de acceso y todo bajada siempre con Ye y su iglesia a la vista.

Buena caminada y buenas fotos.