Yepes - Pinares de las canteras

Ya hicimos hace tiempo una ruta por estos pinares cercanos a Yepes, con resultados sorprendentes, ya que no esperábamos encontrar lugares como los que finalmente pudimos disfrutar. Con ese recuerdo, improvisamos una ruta por esos mismos pinares, pero esta vez visitando la parte más al sur que da a al valle donde se encuentra Villasequilla y por donde a lo lejos se pueden intuir Orgaz, Almonacid, Sonseca y a lo lejos Toledo. La idea es huir todo lo que podamos de los senderos trazados y atravesar en lo posible los propios pinares. Son éstos pinares de repoblación que en muchos casos ocupan los lugares en los que las canteras de yeso han extraído ya la piedra. Por eso es fácil encontrarse desniveles y paredes de piedra allí donde la maquinaria ha estado excavando o donde las cargas de explosivo han hecho volar una parte del terreno.

Comenzamos en un punto de la carretar que une Yepes y Añover de Tajo. En este punto, en vez de repoblar con pinos, han aprovechado los terrenos dejados por las canteras para plantar una extensa viña de espaldera. Dejamos el coche en este lugar a la sombra de los primeros pinos.

Como no tenemos prevista ni trazada ninguna ruta concreta, comenzamos bordeando los pinos y cuando el sol aprieta atravesando por el centro. No es sencillo porque los pinos no están podados, así que tienen ramas secas que llegan casi hasta el suelo. Así que buscamos los lugares en los que los pinos se separan dejando un pasillo que podemos aprovecha, y apartando las ramas cuando esto no es posible.

En general vamos buscando siempre la sombra, porque el sol aprieta. Seguimos las idas y venidas del borde de los cerros en unos casos, y en otros los bordes de las paredes de piedra y tierra que han dejado las canteras y que no podemos franquear. Por el camino nos encontramos con unas diminutas matas de orquídea abeja espejo. Tenéis unas fotos para que podáis ver cómo son los que no las conocéis.

A medio camino de la ruta, los pinares llegan a su fin. Ya no podemos avanzar más por ellos. En este punto, ya muy cerca de la fábrica de Castillejo, giramos ciento sesenta grados y volvemos sobre nuestros pasos, pero un poco más al norte de la senda que hemos ido marcando en la primera mitad de la ruta.

En parte seguimos aquí algunos tramos de la ruta anterior que hicimos por estos pinares hace un año. Sin embargo, pronto nos desviamos y tratamos de buscar nuevos lugares. En particular encontramos dos sitios que nos gustan especialmente. En primer lugar un valle bastante ancho rodeado de pinares y con una pradera llena de hierba y flores. En este lugar paramos a comer. Un buen rato después, entramos por una estrecha cañada encajonada entre los cerros alrededor. Aunque no llegamos al final, porque se desvía de la dirección que queremos seguir, es un sitio curioso, donde tienes la sensación de estar muy aislado de todo lo que te rodea.

Como ya se nos hace tarde, volvemos sobre nuestros pasos y buscamos un camino perfectamente trazado, que ya tomamos en la otra ruta y que nos lleva de vuelta hasta nuestro coche. Esperamos que disfrutéis de esta segunda ruta por estos lugares que ofrecen un pequeño oasis dentro del secarral de la meseta.