Yordas (Burin) invernal

Preciosa ruta invernal al Pico Yordas o Burín (según desde que pueblo se le nombre), montaña emblemática que preside orgullosa la cabecera del Esla, y testigo silente de la agonía del valle y de la creación del nuevo Riaño, y que a pesar de no ser muy alta (1964 m), es una ascensión imprescindible para los amantes de la Montaña Leonesa.
Esta ruta la hice en compañía de mi mismo, y con mucha nieve blanda desde el inicio de la misma, lo que hizo que para un yayo-montañero como yo se hiciera francamente dura, con marcha lenta y zonas con una desesperante cantidad de nieve blanda que hacían físicamente exigente la progresión. Además, con mi desconocimiento de la zona, y la ausencia de caminos, hitos o señales, o mejor dicho, con los caminos hitos y señales enterrados en nieve (excepto algún punto amarillo pintado en un árbol o roca) dí alguna vuelta inncesaria, con lo que el horario se alargó más de lo previsto. El track está corregido para evitar esas vueltas, por lo que el tiempo que figura no es el correcto; aún así, a mi me llevó más 8 h de marcha real.
Esta excursión parte del pueblo de Liegos, en dirección Sur, hacia Lois, por lo que supongo que es una pista fácil, aunque yo sólo veía blanco y huellas de ganado y otros animales. El camino discurre paralelo al río Belluco, y nos conduce al valle de San Pelayo (llamado así porque allí se levantó una ermita dedicada a San Pelayo niño, cuya imagen se conserva en la iglesia de Liegos), dónde tras casi 6 km de haber iniciado nuestra marcha llegamos a una zona denominada Los Portales, y dónde vemos una desviación a la izqda, con una baliza con la clásica ” X” que nos indica que por ahí no sigue el PR.LE-32; pues por ahí debemos ir, cruzando un puente de piedra y seguir recto hasta una verja metálica que cruzaremos (y recordaremos volver a cerrar). Tengo entendido que sin nieve se puede llegar hasta aquí en coche.
Nos adentramos en un hayedo (Tendeña) más que precioso y vamos ascendiendo hasta encontrar una fuente (La Tejal), dónde yo ya paré a reponer algunas fuerzas. Seguimos subiendo y pronto vemos una señal que nos indica que el camino al Yordas/Burin es por la izqda, y tras cruzar un riachuelo seguimos “bosqueando” mientras los Picos de Europa empiezan a hacernos los primeros regalos hasta llegar al Collado Bagulloso o Bahulloso, a 1650 m., desde dónde se observa una bella panorámica del Valle de San Pelayo. Aquí el ambiente es definitivamente blanco (con nieve muy blanda y según ascendemos con ocasionales placas de hielo en las zonas más venteadas) y las montañas que nos rodean sobrecogedoras. Sólo el premio de la cumbre, que aparte del regalo visual todavía sigo preguntándome cuál es (y sin embargo ES), me anima a seguir.
La ascensión a la cima del Yordas es larga, pero, bien equipado, con piolet y crampones (y sabiendo utilizarlos) no ofrece ninguna dificultad técnica y carece de pasos aéreos; la hice yo, y “asfixiao”, así que muy difícil no debe ser. Sólo con recordar la visión que nos ofrece la montaña desde arriba se me ponen los pelos como escarpias, los Picos y su Peñasanta ( o eso me pareció), la bellísima montaña palentina, Fuentes Carrionas con el Espigüete que parece que te llama, y el Mampodre, mi favorito, recogido, con su Cruz de 2190 m…La vista del pantano de Riaño desde el Yordas es probablemente la más bonita que se pueda contemplar, pero como es artificial, e imagino el sufrimiento que su creación pudo suponer a los habitantes cuyos pueblos y forma de vida fue anegada por la fuerza, pues me hace pensar en muchas otras cosas diferentes a la belleza. Tras las fotos de rigor (frase gastada dónde las haya) y dado que no iba muy bien de tiempo descendí directamente dirección Sur por fuerte pendiente (alrededor del 40%), oyendo en ocasiones el choque de los pinchos contra las rocas. Tras descender 400 m en menos de un km giramos en dirección E para alcanzar la majada del Yordas; aquí teóricamente hay un manantial, pero obviamente con la nieve que había no era visible, y ya que lo sentí, porque me hubiera venido de perlas. Desde aquí debe haber un lindo paseo hasta conectar con camino que nos lleva de vuelta a la ruta balizada como PR.LE-32; en mi caso fue complicado por la cantidad de nieve hasta la cota de 1650 donde había una capa helada que me facilitó mucho el descenso hasta su desaparición. A los 1475 m de altitud ya se intuye la senda que atravesando de nuevo ese maravilloso hayedo nevado nos lleva por la Vega de Villacienzo hasta el camino que nos lleva de vuelta a Liegos.
La calificación de difícil, o inclusa dura, es por las condiciones de la nieve, con marcha muy lenta; sin ella diría que moderada,y si dejamos el coche en Los Portales, fácil.
Desde que me bajé del coche hasta que volví a subir no ví un alma humana (porque también hay de las otras, creo).
Me encanta.