ZALAMA DESDE SAN PELAYO

Desde San pelayo continuamos conduciendo, unos doscientos metros, por una pista que se dirige al noreste y aparcamos en un descampado, cerca del caserio de Barcena Mayor, al lado del bosque (820 m). Dirigiendonos hacia el norte, junto a un gran castaño, pasamos una valla metálica para coger una pista (primero norte y luego noroeste) que sube entre el bosque. Así llegamos a Noviciada, una zona de prados que tiene al lado un hayedo muy frecuentado para la recolección de setas. Una P de parking destaca al llegar.
Entonces tomamos la pista que sube (NE) con bastante inclinación. Es una zona pelada desde donde ya podemos ver las lomas que forman el cordal cimero del Zalama. En la cota de 1140 m, a nuestra derecha, una senda nos acerca a una cabaña que ofrece un mirador explendido sobre los montes de Villasana de Mena.
Continuamos por la pista (Norte y Nordeste) que zigzaguea hasta alcanzar el cordal. Ahora, con clara dirección Nordeste, llegamos a la cumbre del Zalama (1340 m). El entorno es impresionante: al Norte se puede contemplar el valle de Soba y Cantabria hasta Laredo donde destaca el pico San Vicente; al Sur los montes del Valle de Mena; al Este los montes de Bizkaia y al Oeste el Picon Blanco.
En la cima se encuentra la Turbera protegida del Zalama. Una peculiares estructuras de madera protegen la turba y el conjunto está rodeado por un vallado de madera. Para descender seguimos (E y NE) el vallado de madera en zona conocida como Tarreros Negros hasta bajar al collado (1120 m) que separa el Zalama de el pico La Mana. El pantano de Ordunte se dejó ver hacia el Oeste según descendiamos.
En el mismo collado encontramos otra pista que baja por la izquierda del arroyo Lagarma. La cogimos. Despues de bajar (SE) unos metros dibuja una gran curba hacia el Este para cambiar a Suroeste al cabo de un rato y encaminarnos hacia San Pelayo de nuevo. En este tramo se recorre una zona de bosque, pinares y robledales, francamente llamativa. No hay que perder la dirección, ni salirse de la pista. Solo en dos ocasiónes aparecen una bifurcaciones y en los dos casos hay que coger el ramal de la derecha. Al final se llega a una zona de prados ya cerca del punto donde dejamos el coche.
En esta ocasión no pudimos realizar la tradiconal comida de la peña, con su corte de mantecado, pero la sustituimos por unos deliciosos Tortos o Choripanes que adquirimos en la panaderia de Aguera y nos zampamos en bar
Desde San Pelayo continuamos conduciendo, unos doscientos metros, por una pista que se dirige al noreste. Aparcamos en un descampado, cerca del caserio de Barcena Mayor, al lado del bosque (820 m). Dirigiéndonos hacia el norte, junto a un gran castaño, pasamos una valla metálica para coger una pista (primero norte y luego noroeste) que sube entre el bosque. Así llegamos a Noviciada (960 m), una zona de prados que tiene al lado un hayedo muy frecuentado para la recolección de setas. Una P de parking destaca al llegar.
Entonces tomamos la pista que sube (NE) con bastante inclinación. Es una zona pelada desde donde ya podemos ver las lomas que forman el cordal cimero del Zalama. En la cota de 1140 m, a nuestra derecha, una senda nos acerca a una cabaña que ofrece un mirador espléndido sobre los montes de Villasana de Mena.Continuamos por la pista (Norte y Nordeste) que zigzaguea hasta alcanzar el cordal. Ahora, con clara dirección Nordeste, llegamos a la cumbre del Zalama (1340 m). El entorno es impresionante: al Norte se puede contemplar el valle de Soba y Cantabria hasta Laredo donde destaca el pico San Vicente; al Sur los montes del Valle de Mena; al Este los montes de Bizkaia y al Oeste el Picon Blanco.En la cima se encuentra la Turbera protegida del Zalama. Unas peculiares estructuras de madera protegen la turba y el conjunto está rodeado por un vallado de madera.
Para descender seguimos (E y NE) el vallado de madera en zona conocida como Tarreros Negros hasta bajar al collado (1120 m) que separa el Zalama del pico La Mana. El pantano de Ordunte se dejó ver hacia el Oeste según descendíamos. En el mismo collado encontramos otra pista que baja por la izquierda del arroyo Lagarma. La cogimos. Después de bajar (SE) unos metros dibuja una gran curva hacia el Este para cambiar a Suroeste al cabo de un rato y encaminarnos hacia San Pelayo de nuevo. En este tramo se recorre una zona de bosque, pinares y robledales, francamente llamativa. No hay que perder la dirección, ni salirse de la pista. Solo en dos ocasiones aparecen bifurcaciones y en los dos casos hay que coger el ramal de la derecha. Al final se llega a una zona de prados ya cerca del punto donde dejamos el coche. En esta ocasión no pudimos realizar la tradicional comida de la Peña, con su corte de mantecado, pero la sustituimos por unos deliciosos Tortos o Choripanes que adquirimos en la panadería de Aguera y nos zampamos en bar