Zeanuri-Urrekoatxa-Altungana-Otxandio

Comienzo en la parada de bus de "plaza auzoa", en la localidad de Zeanuri, y camino por una pequeña carretera que asciende a la parte alta del pueblo.
Luego, continúo por un sendero natural que pasa por una zona arbolada. Al principio el sendero va en llano, pero luego va picando poco a poco hacia arriba, hasta que llega un punto donde las rampas son bastante exigentes, pero sin haber ninguna dificultad.

Es en este lugar donde el terreno está más sucio y embarrado por culpa de las recientes lluvias, pero yendo con un calzado adecuado (en mi caso botas), se puede andar sin problemas.
En el lado izquierdo, al fondo, se distingue la silueta del monte Urrekoatxa, mi próximo objetivo.

Más adelante, llego a un cruce, donde giro a la izquierda. Después de hacer cumbre al Urrekoatxa, volveré aquí para después seguir por el lado contrario.
La parte inicial del camino hacia dicho monte es muy cómodo, yendo por sendero natural en suave ascenso, pero luego el terreno cambia a pista de cemento y la pendiente aquí es más elevada.
Poco antes de llegar a la cima, me desvío a la derecha para ascender los últimos metros, yendo por un minúsculo camino que va a la par de una pared de roca, en el cual a ratos tengo que apoyarme para subir con más comodidad.

Finalmente, hago cumbre al monte Urrekoatxa (588m). Las vistas desde aquí son descomunales: las sierras de Aramotx, Anboto, Gorbea, una pequeña parte de Sierra Salvada, Untzueta, Ganekogorta, cumbres nevadas de la provincia de Cantabria, etc, y los pueblos de Zeanuri, Areatza, Artea, Igorre y Dima. Una preciosidad!!

Después de las fotos de rigor, vuelvo sobre mis pasos hasta el anterior cruce. Ahora, sigo de frente, hasta dar con la ermita de San Blas de Ugarri, y a continuación, al barrio de Mekasti.

Ojo aquí, ya que me apareció de repente un perro (de raza border collie o parecido a ese) que en un principio solo me taponó el paso (al principio delante mio, después a mi izquierda, rozándome), pero que luego al hacer yo un leve movimiento con los bastones, me acabó mordiendo en la pierna. Por fortuna solo acabé con un pequeño agujero en el pantalón, sin que me tocara la piel. Acto seguido le grité y el perro retrocedió y se marchó, despacito y sin ladrar, exactamente igual que como apareció. Supongo que el perro interpretó que le atacaría con los bastones, pero no dio tiempo a ninguna reacción por mi parte, todo sucedió muy rápido y sin aviso. Eso o simplemente no ha recibido una buena educación y es un tanto agresivo con los forasteros. Me sorprendió que esa raza de perro me mordiera, los border collie al menos creo que tienen fama de ser muy inteligentes y buenos.

Después del susto, proseguí la marcha, yendo ahora hacia el segundo y último monte de la travesía, el Altungana. 2° sorpresa del día, ésta positiva. Mientras ascendía, oí unos ruidos por el lado derecho, por el interior del bosque. A unos 30m de mí pude ver un ciervo, por primera vez en mi vida. Me quedé quieto, sin hacer ningún ruido, a la vez que aproveché para sacar la cámara e intentar sacarle alguna foto. Ver le vi entero, no así en las fotos porque se movió lo justo para que la abundante vegetación que había le tapara en parte. Al menos puedo decir que he visto y fotografiado a un ciervo en pleno monte. Que chulada!!

Ahora asciendo por senderos naturales, algo embarrados en algunos tramos. La subida resulta bastante dura y larga, ya que las rampas son bastante elevadas y sin haber apenas descanso.
Con las fuerzas algo justas por este último ascenso, llego al fin a una zona abierta donde el camino cambia a pista de piedras, a la vez que disfruto de una gran vista del Gorbea por la derecha.

A pocos metros de aquí, sobre una pequeña loma herbosa, se encuentra el geodésico y buzón cimero del monte Altungana (765m). Justo en este punto las vistas son casi nulas por la presencia de arboleda en 3/4 partes de la zona. Solo puedo ver una vista del propio Urrekoatxa y de los montes y valles que lo rodean. Pero afortunadamente, si retrocedo unos metros por la propia hierba del lugar, llego a otra mini zona elevada donde las vistas son más amplias, pudiendo observar de nuevo las sierras de Gorbea y Aramotz, a la vez que puedo ver el monte Anboto con mucho más nitidez que desde el Urrekoatxa (realmente desde la cima del Urre no se ve el Anboto, pero si unos 100m camino abajo).

Tras hacer las fotos de rigor, avanzo de frente yendo por un ancho y cómodo sendero natural, ahora ya en continuo descenso, rumbo hacia el pueblo de Otxandio.
La bajada es un disfrute total, por la comodidad del sendero, de las rampas y del entorno.

La parte restante de la ruta ya no tiene misterio. En poco tiempo, llego a las afueras de Otxandio, caminando por pista de cemento y luego por carretera, hasta adentrarme de lleno en el pueblo. Solo me queda ir hasta la parada de bus de "ospital kalea", donde pongo punta y final a esta preciosa y sencilla ruta.