Zuhatzu Kuartango-Cotorrillo-Santa Cruz-Morillas-Subijana Morillas-Pobes

Otra sencilla y preciosa ruta en el que me lo he pasado como un enano. Y no es para menos, si los recorridos tienen 4 de los requisitos principales: estar señalizado, ser cómodo, sencillo y ofrecer buenas vistas. Ésta sin duda los reúne todos.


Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 130:

Comienzo en la marquesina de la localidad alavesa de Zuhatzu Kuartango. Para venir hasta aquí, una vez mas, he ido en el taxi comarcal de Álava, en este caso partiendo desde el pueblo de Izarra. Para ello, hay que reservar el trayecto vía telefónica o desde la pagina web de alavabus, al menos en el transcurso del día anterior al del viaje.

Avanzo durante 2km por la carretera rumbo hacia el concejo de Jokano, perteneciente al municipio de Cuartango. Por el camino puedo observar por el lado izquierdo las 2 sierras que dominan este valle: a la izquierda del todo la sierra de Badaia y sus torres eólicas y a la derecha y de frente la parte oriental de la sierra a la que accederé en el día de hoy, Arkamu. Ésta sierra tiene la peculiaridad de que toda la parte superior está formada por una imponente pared rocosa a modo de muralla, aparentemente inexpugnable. Pero desde ésta zona hay 2 vías de acceso, una por el pueblo de Uribarri Kuartango, y otra desde Jokano, que es la que yo voy a hacer.

Al principio camino por un ancho y cómodo sendero de piedras, y de tierra después. Luego, me adentro poco a poco por un denso bosque, y es a partir de aquí cuando el sendero pasa a ser de tierra/hierba y las rampas empiezan a picar mas y mas hacia arriba.

En dicho bosque se puede andar por 2 senderos, bien por la izquierda o bien por la derecha. En teoría se puede ir perfectamente por ambos, pero el de la derecha se encuentra señalizado con marcas verticales de color rojo pintadas en los árboles y algún que otro hito de piedras. Dichas marcas aparecen con mucha frecuencia, lo que da la seguridad y confianza de que voy correctamente en todo momento.

A mitad de ascenso, me cruzo con el otro sendero, y justo aquí el terreno pica fuerte hacia arriba. Las rampas son exigentes pero muy llevaderas, no he sufrido en ningún momento del ascenso. Además, en la parte alta de la subida el tipo de arboleda del bosque cambia, y le da un plus de belleza. Decir que en el suelo hay mucha hojarasca, y con lluvia caminar por aquí podría facilitar la aparición de barro y charcos, sería conveniente ir con botas, especialmente si se quiere hacer el recorrido a la inversa.

A ratos puedo observar por la izquierda como voy llegando a la base de la muralla rocosa, y me pregunto por donde tendré que acceder para llegar a arriba del todo. La verdad es que fue un visto y no visto. Al inicio la subida era siempre en vertical, directo a la muralla, pero la parte final del ascenso era en horizontal, y en cuestión de minutos ya había llegado a la brecha del paredón rocoso. Por un momento disfruto de una bonita vista de parte del valle de Kuartango y del pueblo donde comencé el ascenso, Jokano.

Una vez arriba del todo, el entorno cambia radicalmente. Ahora el terreno es una mezcla de hierba, pequeñas placas de incrustadas en el suelo y numerosos arbustos. No existe ninguna dificultad andar por aquí estando despejado, pero si hubiese niebla.... podríais perderos fácilmente, y lo que es peor, engancharos con algún arbusto o roca y caeros. En un principio estaba siguiendo las indicaciones de varios postes y marcas GR roja y blanca pero, para poder ir hacia mi siguiente objetivo, la cima del Cotorrillo, tengo que abandonar dichas marcas, y a partir de aquí no tengo ninguna referencia mas que tirar de intuición, ir por donde parece mas obvio o donde puedo meter mejor el pie, y seguir en la medida de lo posible la linea que me indica el GPS. Mirar bien la previsión meteorológica y aseguraos de que no haya txapela en lo alto de la sierra, porque sino podríais meteros en un buen lío.

Pero en mi caso, no habiendo niebla, no había ningún problema. Detecto un fino hilo de posible camino que serpentea entre la minúscula loma del Cotorrillo. A medida que subo, la hierba pierde protagonismo y se lo cede a la roca. Finalmente consigo llegar a la cumbre de... de que? Es una antecima o cumbre secundaria, identificado con un cumulo de piedras, pero que no pertenece al Cotorrillo. La verdadera cumbre se encuentra un poco mas adelante, se puede observar perfectamente su vértice geódesico al fondo.

Aun así, me detengo un buen rato ya que las vistas son excepcionales. Puedo observar cumbres como el cercano Askorri y su antena, el Cotorrillo o el Marinda, y las sierras de montaña de Artzena, Cantoblanco, Toloño, Badaia, Gorbea, Sierra Salvada y otros muchos mas.

Tras las fotos de rigor, avanzo en semillano y en cuestión de 2 minutos alcanzo el geodésico y doble buzón del monte Cotorrillo (1084m). Vistas similares a la antecima, aunque ahora se ve mas de cerca la sierra de Badaia y parte del valle que está en su base. Añadir a eso la presencia de una largo muro de piedras que divide en 2 la zona de pastos.

Esto no tiene mucho misterio, simplemente hay que atravesarlo, y gracias a que el muro no tiene una altura considerable, se puede pasar tranquilamente por encima.
Unos metros después, yendo casi en linea recta, me encuentro con un camino, al fin uno que se puede distinguir a simple vista. Giro a la izquierda.

Los primeros metros del camino son bastante incómodos, ya que hay numerosas rocas desperdigadas que me impiden avanzar con rapidez, pero mas allá de eso no tiene ningún inconveniente mas. Luego el firme vuelve a ser de hierba y tierra, y ahí si avanzo como un tiro.

Pero como hoy tenia tiempo de sobra hasta coger el bus que me llevaría de vuelta a Vitoria desde mi destino, la localidad de Pobes, pues decidí darme un pequeño capricho. Abandoné momentáneamente el sendero para ir al borde del acantilado de parte de esta larga sierra de Arkamu. Ésto lo habré hecho hoy en unas 3 o 4 ocasiones, cada vez que tenía la oportunidad de ir a una zona despejada donde estuviera en el limite entre el firme y el precipicio, allí iba, para disfrutar de las enormes vistas de 180º que tenia al frente, y para sentir esa sensación de que si doy un paso mas, "vuelo" literalmente como los buitres que sobrevolaban la zona.

Daba mucha impresión ver tan de cerca esos pedazo de cortados rocosos, esa muralla infranqueable, totalmente vertical. Ademas, soplando fuerte el viento como lo hacía en ese instante (afortunadamente de cara y no por la espalda), le daba un plus de éxtasis y emoción al momento. Por cosas como éstas me gusta ir a la montaña, me siento libre como un pájaro, disfruto de amplias panorámicas que desde los pueblos son imposibles de ver, respiro aire limpio y fresco, estoy en contacto con la naturaleza, el respeto que hay entre los numerosos montañeros que vamos cada día... todo ésto no tiene precio, ésto si que es vivir la vida.

Tras un largo rato en "modo zen", continúo la marcha, volviendo al anterior sendero. En varias ocasiones me encuentro con varios carteles que señalan el camino que debo tomar. En mi caso, he de hacer caso a la dirección que indica "Subijana Morillas". Pero antes de descender hacia ese pueblo (previo paso por Morillas), primero me dirijo a la segunda y última cumbre de la ruta, el monte Santa Cruz.

No tardo demasiado en llegar hasta allí. Asciendo un breve pero exigente repecho, luego me desvío del camino principal por la izquierda, y en unos segundos alcanzo la rocosa cima del Santa Cruz (965m).

De nuevo, descomunales vistas de 360º. En cuanto a los montes o sierras, no voy a volver a mencionarlos porque prácticamente son los mismos que los del Cotorrillo, pero la perspectiva de los mismos cambia bastante. La gran novedad está en poder observar buena parte del valle de Kuartango, la cara Oeste de la sierra de Badaia al completo, y si me asomo al borde del precipicio en dirección a dicha sierra, se observa el imponente desfiladero que culmina precisamente en Subijana Morillas, un estrecho paso entre la sierra de Badaia y el Arkamu, donde curiosamente por el medio transcurre una autopista, una carretera comarcal y una vía ferroviaria. Añadir como vistas lo que creo es el valle de Treviño e incluso diría que se deja ver parte de la ciudad de Miranda de Ebro.

Tras las mas que obligadas fotos de rigor, retomo la senda principal, y ahora si, inicio el descenso definitivo rumbo a mi próximo objetivo, el pueblo de Morillas. El descenso es en general cómodo y llevadero, rápido de realizar, pero tiene algunos tramos que son molestos por la presencia de mucha piedra suelta y porque la pendiente es un pelín elevada. Aun así, pisando como es debido, se puede bajar a un ritmo bastante decente.

De nuevo el camino está señalizado en todo momento, allá donde hay posibles cruces o cambios de dirección, hay postes que te indican por donde ir (en mi caso hacia Subijana Morillas).

Una vez abajo del todo, llego a la par de una carretera secundaria. Podría acceder a ella directamente, pero decido ir un rato por otro camino, también señalizado, que va a la par de dicha carretera. Pero, en cuanto veo que el camino se empieza a alejar del asfalto, lo abandono y ahora si voy por cemento hasta llegar al pequeño pueblo de Morillas. Me sigue sobrando tiempo así que decido subir y ver la iglesia de la localidad, que está a la afueras del mismo.

A continuación, desciendo y en pocos minutos me adentro a la vecina localidad de Subijana Morillas. Aquí se observa perfectamente lo que antes hice mención, el espectacular desfiladero que separa las sierras de Arkamu y Badaia.

Por último, solo me queda caminar otros 2km por carretera (ésta tiene bastante mas tráfico que la del inicio de la ruta, y sin arcén, pero aun así no he tenido problemas para avanzar) hasta llegar a una pequeña parte del concejo de Anuntzeta y seguido a mi destino, el pueblo de Pobes, el cual recorro de lado a lado, y pongo así punto y final a esta sencilla y magnífica ruta.


Al igual que comenté en la anterior travesía, en ésta no os toméis demasiado en serio el tiempo total del recorrido. He ido a paso lento, haciendo muchas paradas para sacar fotos y disfrutar de las vistas. Cierto es que en esta zona de Euskadi (en Álava en general) la frecuencia del transporte público es bastante baja en comparación con Bizkaia o Gipuzkoa, pero hoy me ha ocurrido que entre la hora de llegada y la hora de vuelta tenía 7 h y medía de margen para realizar la ruta. Me imaginaba que ésta ruta no me iba a dar mucha guerra y que me sobraría bastante tiempo, así que me lo tomé con mucha calma y fui en todo momento de relax y a disfrutar de la ruta como dios manda.
En caso de que queráis hacer el recorrido a piñón fijo, sin entretenimientos, fácilmente podréis completarlo en unas 5h.

Aviso de nuevo, mucho ojo en caso de que haya niebla en la parte alta de la sierra. El tramo que va desde la entrada por la brecha hasta el camino cercano a la cima del Cotorrillo es muy fácil que os podáis perder y lo que es peor, tropezaros y haceros una avería. En ese caso, lo mejor es ir a paso lento y firme, y mirar con frecuencia tanto el suelo como el GPS.
Sin niebla, es una ruta muy pero que muy sencilla, de inicio a fin, y absolutamente precioso, con unas vistas y entorno impresionantes, muy recomendable.