Zuheros: Cruz de la Atalaya-Vereda Marchaniega-Sendero del Bailón por el Camino de las Aguas

Ruta que complementa la anterior, pues me quedé con ganas de recorrer el Cañón del Bailón desde sus alturas y de visitar la Cruz de la Atalaya.

Comienza también en el aparcamiento de la calle Barrera, aunque ahora la subo para luego desviarme a la derecha hasta un caminito que, por detrás de las casas, lleva al área recreativa Las Cruces. El sendero, entre nogales, termina en la carretera CO-6210 (la que sube a la Cueva de los Murciélagos). Recorridos unos 500 metros por el asfalto, sigo por la Colada de Zuheros a Priego y luego, ya por un estrecho sendero, paso junto a la primera cruz del Vía Crucis que lleva a la Cruz de la Atalaya. Las vistas son espectaculares, con un verde paisaje envuelto en jirones de bruma que evoca tierras nórdicas. Dejo transitoriamente la colada para dirigirme a la Cruz de la Atalaya. Frente a ella,una inscripción nos recuerda su origen, que se debe, según la tradición oral, a la cruz de madera que fue erigida en este lugar por los propietarios del terreno en memoria del pastorcillo que se despeñó una noche, al levantarse somnoliento; la cruz era renovada cuando se deterioraba por las inclemencias meteorológicas, destacando Filomena Cantero por su celo en cuidarla. Su hijo Claudio mandó levantar la actual cruz de piedra en su recuerdo, que parece bendecir Zuheros desde la altura.

Retomo la Colada de Zuheros a Priego, que cruza la carretera en el Llano del Moro; más tarde se bifurca, continuando por el camino de la derecha, hacia la fuente de la Zarza: es la Vereda Marchaniega, ancestral vía de comunicación de la Subbética. A los lados del camino, vemos majanos, muretes de piedra, ruinas de algún cortijo... luego, tras atravesar el arroyo del Moreno, se encuentra la Fuente de la Zarza y en lo alto del camino las ruinas del cortijo Moreno. Apenas unos 300 metros después una sendita sale a la derecha del camino, pasando muy cerca de las fuentes de la Zorra y de la Canaleja y atravesando el arroyuelo del Barranquillo; luego se vuelve a la Vereda Marchaniega (en las cercanías del cortijo del Barranco que se entrevee a la derecha), pero por poco tiempo: de nuevo me salgo a la derecha del camino para rodear un cercado y tomar la vereda del cerro Bramadero, que lleva al Hoyo Hondillo. Aquí conecta con el Sendero del Río Bailón, que sigo en dirección a Zuheros. Bajo para cruzar el arroyo del Moreno, en la Junta de los Arroyos, y enseguida un hito de piedras señala una estrecha vereda que sube a la derecha: es el Camino de las Aguas, que va ascendiendo por la ladera para ofrecer una perspectiva distinta desde las alturas del cañón (aunque conviene ir atento a la senda, cuyo paso más conflictivo es cuando se atraviesa una pedrera); luego la vereda se ensancha en la Cañada de Zafra, confluyendo con el sendero ascendente del Bailón (alternativa más segura que el tramo anterior del Camino de las Aguas). Ahora sí disfruto de las vistas, con el cerro Zumacal enfrente y sus abrigos rocosos. Luego la Cañada se separa del cañón y se dirige hacia la carretera, con la que conecta junto al pilar de la Piedra de la Estrella.

Ya por la carretera bajo hasta el pueblo (parando brevemente en el mirador de la Atalaya), donde callejeo por su bonito y blanco caserío buscando la plaza donde se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios y se alza sobre un risco el castillo de Sujayra (que daría el nombre a Zuheros); fue construido por los Banu Himsi en el siglo IX (conserva el aljibe islámico; posteriormente los almohades levantan un torreón prismático y el recinto amurallado) y ya en el siglo XVI se levantó en el lugar el palacio de los señores de Zuheros en estilo renacentista,obra de Hernán Ruiz. Siglos más tarde cayó en el abandono convirtiéndose en el siglo XVIII en cantera para aprovechamiento de sus materiales en la construcción de las viviendas. Desde aquí bajo a la calle Barrera pasando sobre una pasarela de madera y por un bonito mirador, para concluir esta magnífica ruta.