Zuheros-Llano del Moro-Fuente de la Zarza-Fuenfría-Bailón

Exploramos la zona al Este del Río Bailón, minimizando el desnivel al comenzar desde la carretera desde Zuheros a la Cueva de los Murciélagos, en el llamado Llano del Moro, para subir (poco) hasta la vereda Marchiniega y recorrerla hasta la Fuenfría, donde enganchamos con el sendero oficial del Cañón del Río Bailón para la vuelta. Acabaremos completando el descenso del cañón, volviendo al inicio con otro vehículo, pero en el track se indica el punto desde el que hacerlo caminando para hacer la ruta circular (wp “Vuelta posible al vehículo”). (Nota: por dificultades de edición entre Wikiloc y Google Maps, aparece como chincheta verde de inicio el punto desde el que se volvería al vehículo desde el río. Es un error: debería corresponder a la salida desde la carretera (wp "Inicio"), que es a donde puede llegarse en vehículo. Lamento las molestias).

Para comenzar escogemos uno de los pocos sitios en los que puede abandonarse la carretera de la Cueva: ésta viene acompañada de una cuneta/vierteaguas que lo dificulta, y sólo se interrumpe en contadas ocasiones; escogemos la que, ofreciendo espacio suficiente para aparcar, quedaba más cerca de la posible salida del río a la vuelta.

Ascendemos unos metros hasta la parte alta del llano y desde allí, cruzando una hondonada, embocamos una vaguada de poca pendiente (wp) entre encinas y majuelos para salir, junto a una espectacular era, a un carril (wp) que cruza de izquierda a derecha. En subida sostenida, coronamos la loma que nos separa del valle por donde discurre el Arroyo de Moreno y Zarzilla (wp), que cruzamos por el mismo carril. Unos metros más allá, tras unos álamos y a la izquierda del camino se encuentra la fuente de la Zarza. A pesar de la sequía, todavía mana un hilillo de agua. Abandonamos aquí el carril principal en favor de la vaguada a su izquierda (wp “Vaguada”), mucho más verde y tendida, por la que es una delicia caminar en dirección a los vistosos tajos de enfrente, coronados de buitres. La vaguada gira suavemente a la derecha y vuelve a sacarnos al carril (wp), que mientras tanto ha visitado el derruido Cortijo Moreno.

Eludiendo la continuación en ascenso del carril, volvemos unos 10m en dirección al cortijo (derecha), para enseguida tomar una vereda a izquierdas (wp “Vereda”) que baja ligeramente para internarse en un precioso bosquete de encinas. Por la vereda -ya parte de la Vereda Marchiniega-, llegamos sin casi subir ni bajar a los llanos entre las crestas de la izquierda y el Cerro del Bramadero a la derecha (wp “Llanos. Vereda Marchiniega”), por donde continuamos con toda comodidad hasta la Fuenfría (wp). También tiene un poco de agua (mucho más en un año normal). En la coronilla del cerro por encima de la fuente se esconde entre encinas un fragmento de muralla ibérica ciclópea (wp) que vale la pena conocer (y que explica la extraña revuelta del track).

En condiciones normales (con agua), vale la pena continuar por el carril (sendero oficial) al menos hasta el paraje de las Chorreras (2,7 km), precioso salto de agua a la vera de una de las navas de Cabra, y desandar de nuevo hasta aquí. Como estaba todo seco nos lo hemos ahorrado. Luego sólo queda dejarse caer por el sendero oficial del Bailón: primero hasta el borde inferior de la hondonada de la Fuenfría y luego faldeando la ladera del Bramadero, entre encinas y quejigos cubiertos de líquenes, y piedras alfombradas de musgo. El sendero sale por fin junto al cauce del Bailón (wp), al que llega en una pequeña revuelta, y ya lo acompaña casi hasta Zuheros.

El primer tramo es suave, primero por la margen derecha y enseguida por la izquierda. En primavera nos alegrarán la vista numerosas gayombas y retamas de flores amarillas, contrastando con las rojas amapolas, las blancas flores del majuelo y el verde jugoso de los fresnos que pueblan el cauce. En wp “Vuelta posible al vehículo” se indica el punto en el que se podría volver a cruzar el cauce, ascender por trocha hasta el llamado Camino de las Aguas, y abandonar enseguida éste por una vaguada a la derecha, que nos dejaría en el Llano del Moro muy cerca del vehículo. Si se dispone de otro coche, es muy recomendable completar el recorrido hacia abajo para disfrutar el cañón: aunque el sendero evita por la izquierda su tramo más profundo, no deja de ofrecer espectaculares vistas. Llegaremos al pueblo, tras una empinada bajada en zigzag, junto al propio río y el aparcamiento previsto a su lado para turistas y senderistas (donde sería buena idea tener el segundo vehículo. Nosotros lo habíamos dejado al otro lado del pueblo, junto al Mesón la Atalaya, así que los conductores tuvimos que cruzar el pueblo. Antes o después hay que hacerlo, porque merece mucho la pena).

La he clasificado como fácil, porque tiene pocas pendientes, y todo el rato discurre por carril, buena vereda, o trochas muy claras (primera vaguada). Tienes más en “Ver más”.