Zumárraga-Urretxu-Irimo-Arrizuri-Trintxuleku-Meaka-Itxumendi-Bergara

Después de mucho tiempo realizando rutas en solitario, hoy por fin he podido convencer a uno de mis amigos para que me acompañe a hacer una travesía. Él no está tan habituado a andar por monte como yo, así que escogí esta travesía para que la disfrutara y pudiera terminarla en condiciones.


Comenzamos en la parada de bus de Zumárraga, situado al lado de la estación de tren del pueblo. Al frente vemos el primero y mas elevado de los montes que vamos a ascender en esta ruta, el Irimo, con su gran cruz a la vista.
Para ello, pasamos sin darnos cuenta de la localidad de Zumarraga al de Urretxu (ambos separados únicamente por el cauce del río Urola) y caminamos hasta dar con una carretera que comienza en la ikastola de Urretxu-Zumárraga. Aquí ascendemos en suave pendiente hasta llegar a la Ermita de Santa Bárbara, donde tenemos una bonita vista del Palacio de Ipeñarrieta y de la sierra de Aralar con la pirámide del Txindoki como protagonista y de los pueblos de Urretxu y Zumárraga por detrás.

Aquí empieza de forma oficial el ascenso hasta la cima del monte Irimo. El ascenso es muy sencillo, ya que se va por anchos y cómodos senderos de principio a fin…excepto si uno mismo quiere “complicarse la vida”. Esto es lo que decidimos hacer mi amigo y yo, ya que preferimos tomar todos los atajos posibles, y por tanto, ascender por las vías mas directas pero a la vez con mas pendiente y exigencia. No tanto el primero de los atajos sino mas bien el segundo, situado al lado de una fuente.

Por donde fuimos nosotros no hay camino visible pero si se aprecia que mas gente ha ido por aquí. Subimos una brutal rampa de unos 300m de largo en el cual ascendemos 150m de altura. Las cuentas salen solas; 50% de rampa media, se nos fue la olla y mucho, pero afortunadamente vimos que el suelo, el terreno, era muy favorable incluso para subir dichas rampas. Había mucha hierba pero también zonas de tierra planas donde poder pisar firmemente con el calzado, no patinábamos. Otra cosa sería en caso de que hubiera llovido mucho de forma reciente. Al final, yendo en línea recta y sin perdida, damos con el sendero principal, y nos dimos cuenta que prácticamente estábamos en la cruz del monte Irimo.

Finalmente, tras un último repecho, llegamos a la enorme Cruz de Irimo (853m). Podemos subir hasta arriba gracias a una escalera de caracol, y arriba disfrutamos de una panorámica y vista brutal; el monte Erlo, Hernio, Izaspi, Aralar, Murugain, Aratz, la sierra de Aizkorri y Aloña, Elgea, Kurutzeberri, y los pueblos de Urretxu, Zumárraga y Legazpi.

Tras las mas que obligadas fotos de rigor, continuamos nuestro camino ascendiendo los últimos metros restantes para llegar a la verdadera cumbre del monte Irimo (901m). Aquí sin haber apenas vistas, a excepción de una pequeña vista lejana del monte Anboto al frente.
A continuación, descendemos brevemente para luego volver a subir otro pequeño repecho para llegar a una cota secundaria llamada Arrizuri. No se si de forma oficial está catalogada como monte o no, pero el lugar está identificado con una placa. Esto será el tópico en las próximas 2 cotas (Trintxuleku y Meaka).
A pesar de lo modesto de esta “cumbre”, tiene a su favor la preciosa panorámica que tenemos alrededor; Aizkorri, Aloña, Elgea, Kurutzeberri, Udalatx, Anboto, Gorbea, Oiz, Urko….

Mas adelante pasamos por las mencionadas cumbres, con las mismas vistas que en el Arrizuri.
En la última cota, el Meaka, realizamos un fuerte descenso a través de un bosque. Hay que tener precaución aquí especialmente si ha llovido recientemente ya que incluso en seco el suelo resbalaba un poco y, junto con la fuerte pendiente, hace que bajar sea un tanto complicado. Tanto que éste descenso le fastidió físicamente a mi amigo aunque afortunadamente no le impidió continuar.

Al final del descenso, giramos a la derecha y seguimos por un ancho y cómodo sendero durante varios km hasta llegar a otro cruce donde giramos de nuevo a la derecha.
Al cabo de un rato, realizamos otro suave ascenso hasta dar con una loma herbosa que nos llevaría directo a la última cumbre de la ruta, el monte Itxumendi (731m). Pasamos por encima del alambre que hace de barrera y subimos sin mayores complicaciones hasta la cima. Aquí se encuentra un repetidor de televisión. Esto no impide que volvamos a disfrutar de magníficas vistas, prácticamente las mismas que desde el monte Irimo y las cotas secundarias, pero desde otra perspectiva.

Tras las fotos de rigor, giramos a la izquierda e iniciamos el descenso definitivo hacia el pueblo de Bergara. La bajada es larga, cómoda al principio yendo por una sucesión de senderos cada cual mas estrecho, pero sin haber ninguna dificultad. Pero a falta de 2 km para llegar a Bergara, realizamos un giro hacia la izquierda y descendemos por un estrecho sendero repleto de rocas y raíces de árboles que incomodan mucho al caminar, mas aún si estuviera mojado, el riesgo de caiga se multiplicaría.
Con mucho cuidado, en especial mi amigo que ya acusaba de manera notable el esfuerzo realizado en toda la ruta y en este tramo, al final llegamos a una carretera a la altura del barrio de Arane.
Ya solo nos queda hacer un atajo para evitar ir por la carretera y finalmente llegamos al bonito pueblo de Bergara donde lo recorremos en profundidad para luego concluir la travesía en la estación de bus del pueblo.