Entre DOS mares - Jornada 28: De Tobera (Frias) a Criales

Nos tomarnos un día de descanso para visitar la ciudad de Frías, una de las diez más bonitas de España, y el Santuario de Ntra. Sra. de la Hoz, que halla por el siglo XIII era hospedería para peregrinos del camino de Santiago, donde cuenta la leyenda que “por este camino romano pasaba un día un correo de la reina castellana, al que le salió una serpiente gigante al cruzar el puente de Tobera, el caballo se encabritó y se desbocó con el jinete a lomos, pero el mensajero se encomendó al Santo Cristo de los Remedios y milagrosamente salió ileso del fatal accidente, por ese motivo mandó construir junto al puente una pequeña ermita”
Dejamos atrás Tobera para coger la senda que por el Monte Albillo nos ofrece una vista espectacular de la ciudad de Frías y su castillo roquero, llegamos hasta sus puertas para bajar por la calle empedrada en dirección Norte hacia el puente medieval de 143 metros de longitud y 9 arcos, por donde cruzamos el río Ebro, luego seguimos por el Alto de la Horca hacia Santocildes, desde alli subimos a los Altos del Portillo salvando 200 metros de desnivel, por el Carrascal bajamos a Parayuelo y por el camino de Viadas llegamos hasta La Prada donde decidimos hacer un descanso en su area recreativa dadas las temperaturas altas que teníamos; seguimos marcha hacia Rufrancos para adentrarnos en la Sierra de Vienda, limite oriental del Parque Natural de Valderejo perteneciente a la provincia de Álava, remontamos el arroyo del Prado en dirección a Peñas Blancas máxima altura de la jornada con sus 880 metros de altitud, aquí las nubes rozaban las copas de los pinos y nos obligaron a sacar la ropa de abrigo, iniciamos el descenso al valle del Juncal por Loma Redonda adentrandonos en un precioso bosque, seguimos el curso del arroyo hacia Covanegra donde un paso canadiense controla el movimiento del ganado, seguimos por la pista que transcurre paralela al río Jerea admirando sobre la otra orilla la inmensa mole petrea de la Peña de los Buitres hasta vadear el río a las puertas de Criales donde hicimos noche.