Milliarades - Keratókambos

La ruta comienza en las afueras del pueblo entre Olivares. El terreno es arenoso con subidas y bajadas suaves. Poco a poco se van dejando los olivos atrás enfilando la zona montañosa. Durante la jornada a caballo abundarán las cancelas que hay que ir abriendo y cerrando a nuestro paso para evitar así el escape de las ovejas y cabras que pactan en esa zona. Para esta ruta hay que disponer de caballos fuertes y ágiles que sepan poner sus pies y manos entre rocas y piedras de gran tamaño donde escasea la tierra y hace que los cascos de los caballo resbalen a menudo.
El camino continúa atravesando de tarde en tarde algunos asentamientos rurales dónde podemos ver aperos y tractores así como algunos coches y camiones abandonados fruto de la crisis por lo que está pasando este país y que ha hecho que se queden sin recursos.
El desnivel alcanzado durante la ruta llega a los 700 m, Pudiendo ver en estas alturas buitres y Águilas.
Una vez alcanzada la cota máxima del terreno se nos abre ante nosotros la costa pudiendo ver el mar de Libia en su gran extensión. La bajada hacia la zona de Costa comienza de forma muy pronunciada por un camino sinuoso y serpenteante, ya sin perder de vista en ningún momento el mar.
Una vez hemos llegado al nivel del mar el camino continúa entre olivos hasta llegar a una playa de cantos rodados donde la fuerza del mar hace romper sus olas a los pies de nuestros caballos.
Ya solo nos queda atravesar este pequeño y deshabitado pueblo costero teniendo de frente el sol en su momento más bajo, llegando al final de la etapa en el momento justo del ocaso.
Los caballos quedan atados bajo los olivos donde se les da su merecido descanso y una buena ración de pienso y heno después de una jornada tan complicada y larga.
Nosotros pedimos cama en el hotel restaurante CASA DI PASTA CRISTINA , donde vamos a cenar algún plato típico de pescado de la zona.