Cabezas de Hierro SOTA (por la cascada de hielo de la Canal de los Pulmones)

CALIFICO ESTA RUTA COMO "SOLO EXPERTOS" POR LA ESCALADA EN LA CASCADA DE HIELO DE LA CANAL DE LOS PULMONES, QUE DEBE HACERSE CON EL MATERIAL ADECUADO, QUE NO ES EL MISMO QUE LOS CRAMPONES Y PIOLET HABITUALES PARA NIEVE. NORMALMENTE ES POSIBLE PASAR POR LA CANAL EVITANDO LA CASCADA, CUANDO NO HAY PRESENCIA DE NIEVE. CUANDO LA HAY PUEDE SER MUY PELIGROSO PORQUE PUEDE ESTAR CUBIERTA POR UNA FINA CAPA QUE OCULTE EL HIELO.
A TENER EN CUENTA TAMBIÉN QUE EL GROSOR DEL HIELO NO SUELE TENER EN ESTOS TIEMPOS UNA GRAN CONSISTENCIA, EN ESPECIAL EN LAS VERTICALES Y HAY QUE TENER MUCHA PRECAUCIÓN Y APOYOS EN ROCA.

Día de Navidad y tengo en mente dos cosas: llevar a cabo la activación SOTA EA4/MD-002 Cabezas de Hierro, que me caduca el 31 de diciembre y la posibilidad de "pinchar" el hielo de la Cascada de la Canal de los Pulmones, que antaño tanto visitara. Para lo primero llevo mis equipos de radio, para lo segundo el material imprescindible para este tipo de actividad. Si la cascada no está practicable subiré directo por el margen derecho del Empalotado hasta la Cabeza Mayor.
Llego al aparcamiento de Cotos a las 9:05 y debo ser como el décimo coche. Intuyo soledad en la montaña: la gente está celebrando la Navidad. A partir de media mañana seguro que empieza a llegar gente.
Voy hacia el Refugio del Pingarrón, dando un rodeo entrando por el bosque que lleva a la Loma del Noruego y cruzando la carretera que lleva a Valdesquí, que se encuentra cerrado en estos momentos. Desde el Refugio se ven la oscura y amenazante subida por Los Pulmones (cara norte) y, en contrapartida, el soleado y más amable cordal de Peñalara (cara sur). El hielo comienza a aparecer en cantidad muy amenazante a la bajada al Arroyo de las Guarramillas: toda la zona del puente y sus inmediaciones es una inmensa placa que se extiende e inunda la Poza Sócrates, a la que no hay quien se pueda acercar sin los medios adecuados.
Continúo el recorrido hasta el desvío a Rascafría, que desciende hacia el pequeño Puente del Arroyo de las Cerradillas y, en lugar de seguir por el senderito oficial, salgo bosque a través, ganando altura en diagonal para llegar a la zona del Empalotado sin tener que remontar arroyo arriba tanta distancia y buscando la bajada al cruce de este, que tiene su superficie cubierta de hielo, por lo que decido cruzar al margen contrario en cuanto veo ocasión, para no tentar a la suerte y que más arriba sea más complicado hacerlo.
Los Pulmones y la cascada helada, que se veían perfectamente desde el Puerto de Cotos, comienzan a mostrarse con toda su majestuosidad. En la subida hacia ellos hago un leve desvío al punto más cercano a la cascada, también helada que baja del Arroyo del Empalotado.
Progreso por bloque de piedra, evitando las placas heladas ocultas hasta que llego al pié de la Cascada de los Pulmones; se encuentra pletórica. Su capa en la parte baja tendrá sus buenos 20 cm de espesor y, aunque deja paso libre por la izquierda para evitarla por la roca, no puedo evitar la tentación de equiparme y adentrarme en ella. La sensación es espectacular y, como esperaba, no hay crujidos que denoten una mínima e insegura capa, así que sigo hasta la pared vertical, buscando trepe por una zona segura; no tiene la consistencia necesaria para fiarse cien por cien (la temperatura no es tan baja como sería ideal) y hay que buscar, además, resaltes en la roca que aporten un extra de seguridad. Pero el hielo está sorprendentemente firme y me permite ir alzándome por paredes verticales de pequeña altura, hasta que llego a una zona más alta donde el espesor del hielo disminuye y debajo hay cascotes de roca, lo que no favorece una placa uniforme, por lo que decido que hoy me he ganado el cielo y, con una enorme sonrisa en la cara, hago alguna foto, contacto con mis compañeros de radio que estaban ansiosos por tener noticias mías y prosigo las trepadas por bloques de roca ya más seguros, en los que se ocultan algunas lenguas de hielo. El diablo me trajo la tentación de hacerlo, el cielo me proporcionó un hielo en unas condiciones excepcionales y, el reloj me dice ahora que tengo que cumplir la tarea de llegar a la Cabeza Mayor por la vía más rápida que, en este caso, es la línea lo más recta posible.
Y no es hasta llegar al geodésico que me da un poco de sol en la cara: he entrado en otro mundo. En el que, por cierto, no habita nadie. No se ve un alma hasta donde mi vista alcanza por ninguno de los caminos ni fuera de ellos. Así que me dispongo a hacer la activación SOTA y enseguida me contactan muchos amigos, entre ellos los que habían seguido con interés y fotos que les mandaba cuando podía mi subida hasta allí.
Hace un día magnífico y decido disfrutarlo, por lo que bajaré alargando por la Loma del Noruego hasta el Puerto de Cotos. Tras la compleja y sombría subida (por ausencia de sol en la cara norte), llega la soleadísima bajada; ni una sola nube en el horizonte. Solamente bancos lejanos de niebla en algunos valles y en la Meseta Norte.
Desde Valdemartín trazo recorrido por una de sus pistas para acceder a la Loma del Noruego desde el Telesilla de la Bola del Mundo. Hago una parada para comer en la Peña del Águila, donde las vistas hacia ambos valles son espectaculares y completo el resto del recorrido hasta el punto de inicio.

En resumen, una ruta espectacular, con una méteo fantástica y un paso por el hielo de la Cascada de los Pulmones en inmejorables condiciones.
OJO: la Canal de los Pulmones ya tiene su dificultad en pleno verano. La nieve y el hielo pueden convertirla en algo muy peligroso. Solo es recomendable para montañeros experimentados y/o bien guiados.