10. VUELTA A MENORCA EN KAYAK: Cales Coves – Cala de Sant Esteve

Al salir de Cales Coves, al igual que ayer, seguimos viendo altos acantilados y cuevas, rebasando la urbanización de Es Canutells. Seguimos por un tramo con acantilados muy vistosos y adentrándonos en alguna de las numerosas cuevas, una con una doble entrada y otra la llamada Cova Baixa, con el techo muy bajo.
A partir de aquí los acantilados pierden altura, encontrándonos en primer lugar la Cala de Binidalí y de inmediato la bonita Cala de Biniparratx, con una larga y estrecha entrada para acceder a la orilla, donde paramos a comer.
Al reanudar la marcha, vamos rebasando, una tras otra, varias poblaciones costeras como Binissafuller, Binibeca, Biniancolla… sin detenernos en ninguna de ellas ya que además de que nuestro objetivo es llegar hoy a Mahón, el atractivo de este tramo no es mucho.
De este modo, afrontamos el temido Pas de l’Aire (con la Isla de l’Aire y su faro a la derecha) debido a la confluencia de los vientos en este lugar. Sin embargo, el ligero viento que sopla hoy en contra no supone ningún problema.
Dejamos atrás la urbanización de Punta Prima y paramos en Cala Alcaufar para afrontar los últimos kilómetros de la travesía, pues estamos de Mahón a unos 45 minutos de paleo.
Como broche final a nuestro viaje entramos en un paraje espectacular, la Cala Rafalet, con un acceso por un estrecho pasillo rodeado de imponentes paredes. La cala, rocosa y con un pequeño trozo de arena, tiene como singularidad el bosque de encinas que hay próximo. La amenaza del anochecer no nos permite disfrutar mucho de este increíble lugar, por lo que hacemos la tirada final hasta la Cala de Sant Esteve con el sol poniéndose a través de un largo pasillo con barcos amarrados, donde terminamos el viaje, ya que queremos evitar que se nos haga de noche atravesando el largo puerto de Mahón.