Costa Quebrada

Costa Quebrada es uno de los paisajes costeros más atractivos de Cantabria. En él se aprecia en toda su magnitud el embate, durante miles de años, del mar sobre la tierra. Desde nuestro kayak disfrutaremos de acantilados y formaciones geológicas espectaculares y recorreremos desfiladeros entre rocas.

Afectado severamente por la catástrofe del Prestige, actualmente no quedan apenas signos visibles en el paisaje, siendo mayor el daño visual urbanístico en alguno de sus tramos. Costa Quebrada ha sido declarada zona de interés geológico nacional.

La ruta que describimos aquí es de unos 14 km en total, ida y vuelta, y hacerla nos llevará alrededor de 3 horas disfrutando tranquilamente del paisaje. Haremos la ida en sentido Este a Oeste, partiendo de la playa de San Juan de la Canal -muy cerca de Santander-, hasta la playa de Somocuevas en Liencres, y regresaremos en sentido contrario.

Por su corta distancia la ruta es accesible para palistas de cualquier nivel, disponiendo además de varias playas que nos pueden servir de resguardo o de escapada si las condiciones se complican. No obstante, es importante tener en cuenta que Costa Quebrada está muy expuesta al oleaje del Cantábrico, y según la condiciones de viento y oleaje que nos encontremos, la travesía puede dificultarse.

Por estos motivos, no aconsejamos a los principiantes hacer esta ruta cuando el viento supere fuerza 2 Beaufort o el mar de fondo sea mayor de 1 metro. Debemos consultar previamente aquí las tablas de viento y oleaje previstas para la costa próxima a Santander.

La salida desde la playa de San Juan de la Canal no debe tener problemas, al estar muy protegida del oleaje del Oeste y Noroeste, por lo que en general es fácil para embarcar y desembarcar nuestros kayaks.

Tras salir doblamos a la izquierda rumbo Oeste y, pegados a los impresionantes acantilados veremos frente a nosotros una roca caliza que marca la entrada a la playa de Covachos, que presenta la curiosidad de que en ella nos encontramos con una doble ola, una que entra desde el Oeste y otra desde el Este, por lo que nos encontraremos con una ola desde proa y, salvada ésta, otra entrando desde popa.

Pasado Covachos, al llegar a la playa de la Arnía accedemos a uno de los lugares más atractivos de la ruta, un paso estrecho entre rocas que realizaremos con precaución acompasando nuestra marcha al rebote del oleaje.

Pasada esta franja de nuevo salimos a mar abierto y 1/2 km más adelante observaremos a nuestra derecha un espectacular arco natural de piedra que forma parte de los denominados Urros de Liencres.

Toda la ruta está salpicada de formaciones rocosas extraordinarias. La llegada a la playa de Somocuevas es nuestro destino, parada a comer y después regreso al punto de partida.

Es importante estar pendiente de submarinistas en toda a travesía, así como de pescadores que desde los acantilados lanzan las cañas a casi cincuenta metros de distancia.

Aunque la ruta, con las condiciones de mar y viento adecuadas, puede realizarse todo el año, en verano aconsejamos hacerla temprano por la mañana, para evitar al máximo el tráfico de embarcaciones de recreo en la zona.

El oleaje más frecuente es del NW por lo que normalmente a la ida nos encontraremos con el oleaje viniendo de proa, y el regreso lo haremos con él en popa.