Embarcadero de Villafranca - Isla de los Pájaros - Arroyo Guadatín - Embarcadero de Villafranca

La que comparto es una bonita travesía de ida y vuelta, de 6 kilómetros y 200 metros de distancia, por el Guadalquivir a su paso por Villafranca de Córdoba, que disfruté en compañía de mis amigos Carlos, Rosa y Ángel. Una espectacular niebla nos acompañó durante gran parte del recorrido.

Nos echamos al agua desde el magnífico embarcadero que ha instalado el Ayuntamiento de Villafranca en la zona de recreo "Fuente del Río", junto al Puente de los Remedios y el bonito Puente Viejo o Puente de Hierro (37°56'56.8"N 4°32'41.9"W). Pocos kilómetros aguas arriba y aguas abajo de su cauce, el río serpentea en amplios meandros, pero su curso es más recto en este tramo como consecuencia de que, a su paso por Villafranca, el cauce se aleja un poco más de Sierra Morena. A tan solo un centenar de metros de la salida, nos encontramos con un ramal en el margen derecho, que vuelve al río un kilómetro más adelante, rodeando la que se conoce popularmente como la "Isla de los Pájaros", nombre muy acertado para este bonito paraje, ya que en él anidan multitud de pájaros y aves acuáticas, si bien en esta ocasión no avistamos demasiados ejemplares, posiblemente debido a que ya estaba algo avanzada la mañana.

De vuelta al cauce principal del gran río, que por este tramo ofrece una anchura cercana al centenar de metros, pudimos disfrutar de una variada vegetación de ribera, entre la que predominan chopos, fresnos, olmos, arces y sauces.

Un kilómetro y trescientos metros, río abajo, nos encontramos en el margen izquierdo con la desembocadura del arroyo Guadatín, por el que nos adentramos unos centenares de metros sorteando los obstáculos que nos presentan algunos grandes árboles derrribados y arrastrados por las crecidas. La gran belleza de este arroyo y la abundancia de vegetación y de fauna hace que se le denomine coloquialmente el "Pequeño Amazonas".

Entre las aves acuáticas que pudimos avistar, que como decía no fueron tantas como en otras ocasiones, destacamos ejemplares de garzas reales, martín pescador, cormorán y ánade real. También nos sobrevolaron palomas torcaces y, entre los córvidos, a menos altura y entre la vegetación, volaron rabilargos y alguna que otra urraca.