Kayak (circular): El Portús - Cueva del Gigante - Isla de la Palomas - Playa de Fatares
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Trail stats
- Distance
- 4.98 nm
- Elevation gain
- 420 ft
- Technical difficulty
- Difficult
- Elevation loss
- 420 ft
- Max elevation
- -79 ft
- TrailRank
- 32
- Min elevation
- -531 ft
- Trail type
- Loop
- Time
- 4 hours 24 minutes
- Coordinates
- 621
- Uploaded
- August 24, 2023
- Recorded
- July 2023
near Portús, Murcia (España)
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Itinerary description
Ruta muy chula, realizada con nuestro kayak inflable (25 Julio 2023).
El punto de inicio estaba muy bien, aunque a la vuelta estaba lleno de gente en la playa (y en el parking). El coche se podía aparcar cerca de la playa. Allí preparamos el kayak y salimos rumbo al este, siempre cerca de la costa, con unas vistas espectaculares de los acantilados y montañas.
En cuanto rodeamos el Puntal del Moco (la gran montaña que está al este de El Portús), viramos al norte para adentrarnos en una gran bahía. En ella, escondida en su extremo oeste, está la Cueva del Gigante. Es muy difícil ver la entrada hasta que no estás cerca, porque está cubierta de vegetación, y a unos 15 metros sobre el nivel del mar. A duras penas conseguimos desembarcar y poner el kayak elevado sobre unas rocas, porque había mucho oleaje: ¡cuidado con ello, porque no hay un lugar adecuado para desembarcar cómodamente! Las empresas de kayak con guía atan los kayak alejados de la orilla, y la gente se acerca nadando...
Desde la orilla trepamos con facilidad algunas rocas, hasta llegar a un pequeño sendero que lleva a la cueva desde la misma altura a la que está la entrada, y desde su derecha. Cuidado con no resbalar.
La sala de entrada de la cueva es inmensa... abajo, al fondo a la derecha, se entra a la parte de la cueva que tiene un lago interior. Es muy importante llevar buenas linternas sumergibles, sobre todo si os vais as bañar como hicimos nosotros. También se puede entrar sin necesidad de sumergirse.
Desde allí volvimos a embarcar, no sin cierta dificultad, y pusimos rumbo a Playa de Fatares, pasando primero por la Isla de las Palomas. No vimos palomas, ni un sitio adecuado para desembarcar, pero las formaciones rocosas estaban chulas. Se puede navegar entre los islotes, pero nosotros no nos arriesgamos, porque el oleaje cada vez era más fuerte.
La Playa de Fatares tenía un color de agua precioso... pero unas olas cada vez más fuertes, contra las que luchamos mucho para poder volver de nuevo a El Portús.
El punto de inicio estaba muy bien, aunque a la vuelta estaba lleno de gente en la playa (y en el parking). El coche se podía aparcar cerca de la playa. Allí preparamos el kayak y salimos rumbo al este, siempre cerca de la costa, con unas vistas espectaculares de los acantilados y montañas.
En cuanto rodeamos el Puntal del Moco (la gran montaña que está al este de El Portús), viramos al norte para adentrarnos en una gran bahía. En ella, escondida en su extremo oeste, está la Cueva del Gigante. Es muy difícil ver la entrada hasta que no estás cerca, porque está cubierta de vegetación, y a unos 15 metros sobre el nivel del mar. A duras penas conseguimos desembarcar y poner el kayak elevado sobre unas rocas, porque había mucho oleaje: ¡cuidado con ello, porque no hay un lugar adecuado para desembarcar cómodamente! Las empresas de kayak con guía atan los kayak alejados de la orilla, y la gente se acerca nadando...
Desde la orilla trepamos con facilidad algunas rocas, hasta llegar a un pequeño sendero que lleva a la cueva desde la misma altura a la que está la entrada, y desde su derecha. Cuidado con no resbalar.
La sala de entrada de la cueva es inmensa... abajo, al fondo a la derecha, se entra a la parte de la cueva que tiene un lago interior. Es muy importante llevar buenas linternas sumergibles, sobre todo si os vais as bañar como hicimos nosotros. También se puede entrar sin necesidad de sumergirse.
Desde allí volvimos a embarcar, no sin cierta dificultad, y pusimos rumbo a Playa de Fatares, pasando primero por la Isla de las Palomas. No vimos palomas, ni un sitio adecuado para desembarcar, pero las formaciones rocosas estaban chulas. Se puede navegar entre los islotes, pero nosotros no nos arriesgamos, porque el oleaje cada vez era más fuerte.
La Playa de Fatares tenía un color de agua precioso... pero unas olas cada vez más fuertes, contra las que luchamos mucho para poder volver de nuevo a El Portús.
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