Perimetrando Cíes en forma de 8

Vamos a visitar un Parque Nacional, por lo tenemos que tener el correspondiente permiso de navegación, que se gestiona con facilidad en la página del Parque.
Ruta en Kayak de mar que sale de Panxón (Nigrán) y le hace un “ocho” a las Islas Cíes, es una ruta moderada/difícil, según las condiciones del mar.
Nada más salir de Panxón nos encontramos con A Porta, pasillo trufado de bajos, entre Monteferro y la isla Estela de Terra, que va a ser un test que nos va a dar la verdadera medida del estado del mar más allá de las previsiones que hayamos consultado. Es un punto que recibe las embestidas del mar de fondo, que unido a los bajos, y al estado de la marea; nos va decir si podemos hacer esta travesía.
Asomamos la nariz a la boca de la Ría de Vigo con precaución pues vamos a cruzar el canal de navegación del puerto de Vigo, y los portacontenedores o cualquier otro buque nos puede jugar una mala pasada.
Esta vez durante la travesía, que duró cinco horas y media, nos vinieron a saludar las pardelas con sus planeos alrededor de los kayaks, más adelante cerca de Cabo de Bicos tuvimos la suerte de ver dos marsopas (toniñas) mamíferos marinos de pequeño tamaño muy esquivos y difíciles de observar. También vimos miles de gaviotas, no es exageración; que bien posadas en las playas, cantiles o haciéndonos planeos y pasadas sobre nuestras cabezas nos gritaban amenazantes que ese era su territorio. Cientos de cuervos marinos, las pardelas ya mencionadas y dos alcatraces (mascatos) haciendo zambullidas en caída libre, en busca de comida. Cientos de múgeles que saltaban sorprendidos a nuestro paso, esa fue la fauna que vimos.
En la navegación oceánica el mar de fondo junto con los bajos que hay y el efecto rebote de las olas contra el acantilado, hacía que la navegación no fuera todo lo cómoda que nos gustaría, aunque eso tenía como contrapartida que respiráramos aire cargado de yodo, que nos compensaba.
La circunnavegación de las islas no deja de sorprendernos en ningún momento, destacaría en la Isla de San Martiño (Sur) su playa con su agua verde y las ruinas de un molino, que aún conserva en pie el “cubo” y su acueducto. En la isla de Faro y Monteagudo (Norte) nos llama la atención las rocas graníticas, tapizadas de líquenes amarillo-naranja y sus playas, sobre todo la de Rodas por su extensión y color de su agua.
Según nuestros intereses nos llamará más la atención su geología, aves marítimas, el contraste entre la costa oceánica y la protegida… toda ella no tiene desperdicio
El parque nacional Illas Atlánticas, tendría que reducir la presión turística que se ejerce sobre las islas, masificación de personas que traen las navieras y el fondeo indiscriminado de embarcaciones de recreo, así como la eliminación de eucaliptos.