TRAVESÍA POR EL RÍO MIÑO EN EL ENCORO DE OS PEARES

Salida desde la Praia fluvial de Coba. Es un buen sitio, ya que el acceso al río a través de la playa es sencillo, hay sitio para dejar el coche y, a la vuelta, hay un restaurante/bar donde tomarnos algo.
En Os Peares confluyen dos de los ríos más significativos de Galicia: el Miño y el Sil. La palabra “peares” significa pasos (poldras) que no eran más que pequeñas piedras apostadas en los ríos en hilera para poder rebasarlos. El embalse fue contruído entre 1947 y 1952.
Enfrente de la playa de Coba, se encuentra el saliente Cabo do Mundo, que obliga al Miño a realizar un meandro para superarlo.
La travesía comienza aguas arriba, visitando el canal que forma el Rego Sobrado cuando desemboca en el Miño.
Después pasaremos por debajo de A Ponte de Portotide, rodeando a estribor O Castro, con 506 metros de altitud. Todas las laderas que nos van a rodear durante el recorrido son muy escarpadas, famosas por sus viñedos.
Una vez superado o castro, llegamos a Belesar, donde hay un club naútico y se cogen los catamaranes que recorren el embalse. Aquí cruzaremos por debajo de otro puente.
Seguimos remontando el río hasta la bifurcación: a la izquierda encontramos la desembocadura del río Asma, con un pequeño puente que lo cruza y a la derecha seguimos remontando el Miño. Pasamos por debajo del puente de San Fiz y nos detiene la primera pesquera, que está prácticamente debajo del viaducto de la carretera LU-533.
Vuelta al punto de partido, navegando muy cerca de la otra orilla. Paré a comer en la playa de Coba y, por la tarde, decidí acercarme hasta la fervenza de Augacaída. Con viento a favor, el primer punto que nos encontramos es A Illa, una pequeña isla en medio del embalse.
Después se encajona más el río, teniendo la cima de O Cotarelo (466 metros) a nuestras espaldas y O Castro de Marce de frente a nosotros. Una vez superado este estrechamiento del río, nos dirigimos a babor hasta llegar a la desembocadura del Rego de Augacaída, donde se puede ver una pequeña fervenza. Allí es muy complicado salir del kayak, por la corriente, el viento que había y, sobre todo, porque no hay un sitio para amarrar. Así que para ver la fervenza tuve que ir después por tierra desde Marce.
La vuelta al punto de inicio, la playa de Coba, por la margen derecha del río y con un intenso y molesto viento en contra.