Valdelagrana - Playa de Levante - Punta de Sanobeses - Río San Pedro - Caño del Caserón

Disfruté de esta sugerente y variada travesía de la mano de Domingo, compañero y amigo del Club de Piragüismo de Córdoba , que hizo de guía de excepción. Vaya por delante mi agradecimiento.

La ruta tuvo un recorrido de unos 16 kilómetros y medio y transcurrió rodeando buena parte de la Península de los Toruños, un espacio natural felizmente protegido desde finales de la década de los 80 del siglo pasado, comprendido entre las desembocadura del río Guadalete, las playas de Valdelagrana y de Levante y el río San Pedro.

Originalmente, las playas de Valdelagrana y de Levante eran un único arenal de unos 8 kilómetros de longitud que se extendía entre las desembocaduras del río Guadalete y el río San Pedro. Fue el desarrollo urbanístico el que dio origen a la barriada de Valdelagrana, hoy día una concurrida urbanización turística, que con una línea de bloques de apartamentos cercanos al litoral, transformó el paisaje natural, distinguiéndose en la actualidad dos espacios: la Playa de Valdelagrana , más urbana, con gran cantidad de servicios y con algo más de 2 km de longitud, y la Playa de Levante , que con unos 4 kilómetros y medio de longitud, ofrece un entorno prácticamente virgen, al pie del denominado Parque Natural de los Toruños del que hablaré más adelante.

Por otro lado, el río San Pedro es un paleocauce del río Guadalete, es decir, en realidad el río Guadalete desembocaba en el mar por lo que ahora es la Punta de los Saboneses, en el término mucicipal de Puerto Real, pero fue separado de su cauce natural por la mano del hombre hace siglos. El origen del Puerto de Santa María se remonta a época fenicia, cuando se llamaba Menesteo. Concretamente fue hacia el año 19 a.c., cuando Patricio Gaditano Lucio Cornelio Balbo el Menor, promovió la creación del Canal de Balbo, que dio pie a la construcción del puerto desde el que saldrían importantes mercancias para la ciudad de Roma. Posteriormente, tras la conquista de América, fue un importante puerto para el comercio de Indias, luego para la comercialización de los vinos de Jerez y, actualmente, su actividad se reduce prácticamente a la pesca y al turismo. En tiempos de Cornelio Balbo, el Puerto de Santa María pasó a llamarse Portus Gaditanus; más tarde, en época musulmana se llamaba Alcanatif, y fue en tiempos de Alfonso X el Sabio cuando pasó a llamarse Santa María del Puerto. Con todo ello, hoy día podemos decir que no es demasiado ortodoxa la denominación de "Río San Pedro", ya que más bien lo que era el cauce natural del Guadalete se ha convertido en un gran caño de unos 25 kilómetros de recorrido.

El Parque Metropolitano Marisma de los Toruños y Pinar de la Algaida ocupa una extensión de algo más de 1.000 hectáreas en pleno corazón del Parque Natural Bahía de Cádiz. Sin duda tiene singular relevancia para el mantenimiento de sus hábitats y especies de interés. A sus valores ecológicos se suma el patrimonio cultural –material e inmaterial- dado por el aprovechamiento tradicional del territorio, que ha permitido la conservación de sus hábitats y el uso y disfrute de los espacios y paisajes que hoy conocemos. A modo de ejemplo, al final de esta descripción se ofrecen dos recomendables paseos a pies por el parque.

Para terminar, centrándonos en nuestra travesía, se puede comenzar desde cualquiera de los canales naúticos existentes en la playa de Valdelagrana. Nosotros lo hicimos desde el que hay frente a la primera bolsa de aparcamiento o el chiringuito "Las Olas" (36.57508215563053, -6.226641779415674). Un par de horas antes de la pleamar y con viento suave del suroeste y poco oleaje nos adentramos en la bahía y paleamos paralelos a la playa en dirección a Puerto Real y los Astilleros de Navantia. Tras disfrutar de las vistas de las playas, del Puente de la Constitución, y de Cádiz (bocana del puerto, Alameda, Punta de San Felipe, etc.), nos acercamos al singular enclave que nos ofrece la Punta de los Saboneses. A la derecha la Barriada de Río San Pedro, un pequeño muelle y las playitas de las Viudas y del Conchal, a una y otra orilla del Caño de Cortadura. A la izquierda el precioso enclave natural de la punta de la Península de los Toruños. Nos recreamos con el avistamiento cercano de colonias de charlán común, charlancillo y gaviota patiamarilla y nos adentramos en el río San Pedro favorecidos por la corriente mareal hasta llegar al puente de madera de 300 metros que atraviesa el gran caño. En este punto giramos 180º hasta llegar a la entrada en el Caño del Caserón para acercarnos lo máximo posible a la playa de Levante. También disfrutamos en este recorrido serpenteante del avistamiento de gran variedad de limícolas, sobre todo, zarapito común, chorlitejo patinegro y correlimos, además de alguna garceta común, garza real y pato real. Pasamos bajo el puentecito de madera del camino principal de Los Toruños y desembarcamos cuando ya no se podía seguir avanzando por el caño, porteando nuestras piraguas unos 500 metros hasta salir a la playa de Levante y regresar al punto de partida.

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