VUELTA AL ENCORO DE PORTODEMOUROS, CON VISITA A LA FERVENZA DO REGO DE ANIDO
near Tronceda, Galicia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Después de más de dos meses sin poder salir con el Kayak, por la gran cantidad de lluvia caída (que falta hacía) y los temporales marítimos, al final salió el sol y pude volver a mis orígenes, donde empecé a navegar con mi piragua.
La última vez que había estado en el embalse de Portodemouros daba penita, por la escasa cantidad de agua embalsada. Había perdido varios metros de altura y salían construcciones que llevaban sumergidas muchos años. Pero ahora todo esto ha cambiado y ha recuperado los niveles normales.
Desde el mismo sitio de la salida, ya se ve como ha subido el nivel, ya que el coche hay que dejarlo mucho más arriba. Desde allí, con total tranquilidad, en un día soleado, sin calor, con el agua como un espejo me dirigí hacia la Isla de Altura, que había dejado de ser tal, debido a la bajada del agua (había una especie de dique que la unía al resto de la tierra). Mi segunda sorpresa fue que el agua ya circulaba por encima, había tapado el talud, con lo que volvía a ser una isla.
Tomé el ramal que va hacia el oeste y, al pasar la bifurcación del río, tomaremos el de la izquierda. A pocos metros de ésta, empecé a escuchar el ruido del agua al precipitarse desde cierta altura, por lo que decidí acercarme a esa orilla. Y me quedé estupefacto, porque entre la vegetación se veía una bonita fervenza. Así que eché pie a tierra y fui a catalogarla para publicarla en el blog de fervenzas de Galicia. Después volví al kayak, siguiendo este ramal hasta donde empiezan las aguas bravas. Allí di media vuelta.
Al pasar la bifurcación, remonté el Rego do Boente hasta donde era navegable. Después di la vuelta a la isla de Altura y me dirigí al fondo, donde desembocan el Rego do Muíño y el Rego do Muñín. Bajé del kayak para explorar el terreno y intentar encontrar alguna otra fervenza, pero no hubo tanta suerte.
A partir de aquí se empezó a levantar un molesto viento en contra, por lo que decidí volver por el otro lado de la isla y al punto de partida.
La última vez que había estado en el embalse de Portodemouros daba penita, por la escasa cantidad de agua embalsada. Había perdido varios metros de altura y salían construcciones que llevaban sumergidas muchos años. Pero ahora todo esto ha cambiado y ha recuperado los niveles normales.
Desde el mismo sitio de la salida, ya se ve como ha subido el nivel, ya que el coche hay que dejarlo mucho más arriba. Desde allí, con total tranquilidad, en un día soleado, sin calor, con el agua como un espejo me dirigí hacia la Isla de Altura, que había dejado de ser tal, debido a la bajada del agua (había una especie de dique que la unía al resto de la tierra). Mi segunda sorpresa fue que el agua ya circulaba por encima, había tapado el talud, con lo que volvía a ser una isla.
Tomé el ramal que va hacia el oeste y, al pasar la bifurcación del río, tomaremos el de la izquierda. A pocos metros de ésta, empecé a escuchar el ruido del agua al precipitarse desde cierta altura, por lo que decidí acercarme a esa orilla. Y me quedé estupefacto, porque entre la vegetación se veía una bonita fervenza. Así que eché pie a tierra y fui a catalogarla para publicarla en el blog de fervenzas de Galicia. Después volví al kayak, siguiendo este ramal hasta donde empiezan las aguas bravas. Allí di media vuelta.
Al pasar la bifurcación, remonté el Rego do Boente hasta donde era navegable. Después di la vuelta a la isla de Altura y me dirigí al fondo, donde desembocan el Rego do Muíño y el Rego do Muñín. Bajé del kayak para explorar el terreno y intentar encontrar alguna otra fervenza, pero no hubo tanta suerte.
A partir de aquí se empezó a levantar un molesto viento en contra, por lo que decidí volver por el otro lado de la isla y al punto de partida.
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