Descubriendo El Parque Natural de la Albufera en barca y paseo por el bonito pueblo del Palmar y sus barracas

Hoy hago una ruta especial, pequeña y circular porque cojo un vuelo en el aeropuerto de Valencia y tenía ganas de conocer La Albufera, importante y emblemático Parque Natural de esta zona.

La mejor manera de vivirlo es con un paseo en barca, hay muchos sitios donde se pueden coger, la mía ha durado 45 minutos y ha costado cinco euros, seis si la haces al atardecer, que debe ser precioso. En el trayecto, el señor que lleva la barca te explica las características de la Albufera, su ecosistema, su fauna, etc.

Primero empezamos aparcando en el aparcamiento de El Palmar, pedanía de la ciudad de Valencia situada a orillas de este Parque Natural.

Emplazada al lado del lago y en medio de zonas de regadío, conserva aún algunas de las tradicionales barracas de la zona. La novela Cañas y barro de Vicente Blasco Ibáñez está ambientada en El Palmar y sus alrededores.

Comenzamos visitando La trilladora del Tocaio, edificio emblemático y característico que data de inicios del siglo XX, originalmente se utilizaba para el secado y separación del arroz producido en la zona. Su ubicación estratégica facilitaba el transporte con embarcación desde cualquier punto de la Albufera. Actualmente está ubicado en el embarcadero municipal que visitamos también y que parece una postal con todas sus barquitas de colores.

Vamos después hasta el punto donde sale la barca y empezamos el paseo. La Albufera de Valencia es un gran humedal de importancia internacional que ocupa una superficie de unas 21.000 hectáreas.

El lago que visitamos es una de las tres partes en la que se divide y ocupa unas 2.700 hectáreas. Las aguas de La Albufera, originariamente saladas, experimentaron, a partir del siglo XVII, una dulcificación debido al aumento de las entradas de agua dulce en el humedal producido, sobre todo, por la expansión de los cultivos de regadio en el entorno del lago.

Nos explican, que actualmente el lago de La Albufera se comunica con el mar a través de tres canales artificiales denominados golas que permiten la regulación del nivel de sus aguas mediante un sistema de compuertas.

Las aves acuáticas representan una de las principales riquezas naturales de La Albufera de Valencia, lo que motivó la incorporación de este espacio natural, en 1989, a la lista de humedales de importancia internacional y su declaración como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), en el año 1994.

Al terminar seguimos dando un paseo por El Palmar y vemos la Iglesia, la plaza y varias barracas que os marco en los waypoint en las que podemos ver cómo eran las casas tradicionales con paredes de adobe, sus característicos techos de madera cubiertos de cañas largas y suelos de barro prensado.

Muy recomendable si no conoces la zona y pasas cerca y quieres disfrutar de este Parque Natural y terminar con una de sus ricas paellas.


¡Espero que os guste!

¡Nos vemos ruteando! 🌍

Respeta la naturaleza, no alteres nada de lo que encuentras y por favor, no dejes huella alguna de tu paso.

Aviso: Las rutas aquí descritas, así como los tracks para GPS, son meramente orientativas. Queda bajo la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad propias de cada itinerario, que dependerán de las condiciones meteorológicas y de la preparación tanto física como técnica del que la lleve a cabo. Toda la información aquí disponible es informativa, eximiéndose los autores de responsabilidad alguna ante cualquier percance que pudiera sufrir quien por voluntad propia o inducida realice la ruta ya que mi único objetivo, es compartir toda la información de la que dispongo, pero en ningún caso me hago responsable de lo que pudiera pasar siguiendo mis rutas.

Además, mis valoraciones son muy personales, y vienen determinadas por mi condición física y el momento en que las realice.

Nota importante: la dificultad con la que catalogo mis rutas está referida para montañeros habituados a caminar, que se desenvuelven con soltura por todos los terrenos, no para senderistas ocasionales. Si tienes poca experiencia, añádele un grado más a la dificultad de mis rutas para no llevarte sorpresas.