1º POR TIERRAS DEL HIDALGO DON QUIJOTE: MURCIA, BELMONTE, MOTA DEL CUERVO, CAMPOS DE CRIPTANA, ALCAZAR DE SAN JUAN.

Siguiendo las huellas de Don Alonso Quijano, de Mota del Cuervo a Villanueva de los Infantes, por tierras de La Mancha. ¡Entre Molinos, que no Gigantes
Un precioso recorrido siguiendo, en parte, las andanzas del hidalgo Don Quijote, a través de una sucesión de aldeas, pueblos y ciudades, donde la historia de este caballero andante está presente a través de multitud de edificios históricos y atracciones que los hacen merecedores de una visita.
Historia que se refleja en lugares como la cueva de Montesinos, castillos, iglesias, conventos, mesones, estatuas, etc., que encontraremos a lo largo de este viaje, aunque lo más representativo es la vista de sus molinos. Una constante a lo largo de este recorrido por tierras de la Mancha, con sus mejores representantes en las localidades de Mota del Cuervo, Alcázar de San Juan y Campo de Criptana.
Un trayecto de algo más de 700 kilómetros de ida y vuelta desde Murcia y a su vez por tierras cervantinas, donde el viento, el color rojizo de su tierra, las inmensas llanuras de cereales y la amabilidad de sus gentes, es la tónica constante de este rápido pero intenso viaje por tierras manchegas.



En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…, así comienza las andanzas del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha y su fiel escudero Sancho Panza.
Un viaje a través de algunos de los escenarios que inspiraron esta novela de caballerías de Miguel de Cervantes.
Todavía se está intentando averiguar aquel lugar de cuyo nombre Cervantes no quería acordarse, y como resultado de ello hay varios destinos turísticos que claman ser ese sitio de La Mancha. Argamasilla de Alba y Villanueva de los Infantes son los principales candidatos. Sin duda dos lugares de este itinerario que son imprescindibles de visitar y pasar un mayor tiempo en ellos, conociendo sus muchos edificios históricos, plazas, calles etc., con la característica común de estos lugares, que es sin duda el color rojizo de sus piedras y tierras.
ITINERARIO: MURCIA – ALCÁZAR DE SAN JUAN (330 km):
Iniciamos este recorrido saliendo del casco urbano murciano por la rotonda de los Cubos, para por la Avda. D. Juan de Borbón confluir en la autovía A-30 en dirección Albacete.
Dejamos esta autovía por la salida 121.A (Archena), continuamos por la carretera N-301 durante unos 800 metros, para girar a la derecha justo en frente del restaurante Los Limoneros siguiendo una calle de los Limoneros, que nos llevará hasta nuevamente la N-301.
A partir de ahora continuamos por esta cómoda, rápida, en buen estado de conservación y poco transitada en dirección Albacete; cruzamos las localidades de Cieza, Cancarix, Nava Campana y Hellín, donde hacemos la primera parada para descansar y visitar la iglesia de La Asunción que se encuentra junto al precioso edificio del Ayuntamiento.
Tras callejear un poco volvemos a la carretera, en esta ocasión seguimos la CM-313 en dirección Albacete, cruzamos las localidades de Nava de Abajo y Pozohondo, a partir de aquí y continuando por la carretera A-8, entramos en el parque eólico de Pozohondo, que tras cruzar la localidad de Los Pocicos desemboca en el cruce con la carretera CM-3203. Este tramo desde la entrada al parque eólico hasta el cruce con la CM-3203, es una carretera con muchas curvas y un firme en no muy buen estado de conservación.



NOTA: si se dispone de tiempo, aconsejo seguir desde Pozohondo hasta Peñas de San Pedro, con el fin de visitar y disfrutar de este pueblo y del castillo que le da nombre al mismo.

Una vez alcanzado este cruce, continuamos por la carretera CM-3203 en dirección Al Salobral / Albacete.
Continuamos por esta cómoda y buena carretera hasta alcanzar y cruzar El Salobral, para continuar hasta la ciudad de Albacete.
Desde este municipio tomamos dirección a la localidad de Barrax siguiendo la carretera N-340, tras unas largas rectas a través de interminables campos de cultivo de secano, que nos recuerda que estamos dentro de la comunidad de Castilla la Mancha, alcanzamos Barrax y continuamos hacía la localidad famosa por sus miguelitos de La Roda por la carretera CM-3135.
En esta localidad hacemos una rápida parada para visitar la casa de los Atienza o casa del Inquisidor; Casa de la familia Pérez de Oviedo, su fecha de construcción se sitúa en la segunda mitad del siglo XVI, a su vez y cerca de ella tenemos la Iglesia del Salvador del siglo XVI.



Proseguimos viaje en dirección al municipio de Mota del Cuervo siguiendo la carretera N-301 desde donde podemos contemplar la perfecta armonía de la llanura manchega, alcanzamos y cruzamos las localidades de Minaya, El Provencio, Las Pedroñeras y El Pedernoso; en este lugar dejamos la carretera nacional y por la carretera CM-3102 nos dirigimos al municipio conquense de Belmonte.
En este lugar volvemos hacer una parada para avituallarnos y visitar esta localidad con sabor y ambiente de finales de la Edad Media.
Belmonte no se trata de un pueblo con un bonito castillo, sino una vuelta al pasado en cualquier momento del siglo XV. Un fabuloso viaje a la época en la que el intrigante Don Juan Pacheco, primer Marqués de Villena y tercer Señor de Belmonte, mandaba en Castilla más que el propio Rey Enrique IV y traía de cabeza a su enemiga irreconciliable la futura Reina Isabel la Católica.
En esta villa D. Juan Pacheco mandó construir un impresionante castillo de estilo gótico-mudéjar, así como la colegiata de San Bartolomé.
Belmonte, con un centro histórico gobernado por la monumentalidad y un delicado equilibrio urbano donde predomina el color blanco, es uno de los municipios incluido en la lista de “los pueblos más bonitos de Castilla la Mancha.





Tras visitar este excepcional lugar y retroceder quinientos años en el tiempo, retomamos camino ahora sí, al municipio de Mota del Cuervo siguiendo la carretera nacional N-420, las llanuras de La Mancha se abren nuevamente paso bajo nuestras ruedas.
LA LUCHA CONTRA LOS GIGANTES…
La escena más famosa de todo el libro es quizá ese momento en el que Don Quijote se enfrenta a unos gigantes que no eran más que unos simples molinos. El sitio donde se realizó esta “legendaria” lucha es un misterio y esto se puede deber a que no hay un sólo lugar en La Mancha en el que se pudo haber inspirado Cervantes.



Después de unos 14,5 kilómetros alcanzamos Mota del Cuervo, fue arrebatada a los musulmanes en el siglo VII, en sus calles convivieron las tres religiones: la judía, la cristiana y la musulmana. De esta época se conserva un interesante núcleo de casonas señoriales con portalones, rejas y escudos portentosos.
En esta localidad se encuentra un solitario cerro desde donde se puede observar toda la ciudad y un amplio horizonte de campos de trigo; en este lugar se pueden contemplar artefactos que datan del siglo XVI, me refiero a 7 molinos de viento. Todos ellos tienen nombre: el Zurdo, el Cervantes, el Gigante, el Piqueras, el Irak, el Geothe y el Franz Grillparzer., pero solo uno de ellos, el Zurdo, es auténtico, los demás son replicas más actuales.
Viajando hacia el sur (S) y luego al oeste (W) por la CM-420, a 28 kilómetros de La Mota del Cuervo encontramos el cerro de los molinos de Campo de Criptana. Diez molinos se conservan de los treinta y cuatro que coronaron esta colina cuando en 1575 las relaciones topográficas de Felipe II constataron su existencia.
Pero antes de llegar a este municipio de Campo de Criptana, pasamos por la localidad de Pedro Muñoz. Municipio situado al noreste (NE) de la provincia de Ciudad Real, limitando al norte con el Toboso, al este con Mota del Cuervo, al sur con Tomelloso y al oeste con Campo de Criptana.
Fundado en el siglo XIII por la Orden de Santiago.
Aquí hacemos otra larga parada para avituallarnos y a la vez admirar en su bella Plaza de España, el edificio del Ayuntamiento y junto a el la impresionante Iglesia de San Pedro Apóstol, de estilo renacentista, con planta de cruz latina y torre de planta cuadrada.



Dejamos el municipio de Pedro Muñoz y nos dirigimos ahora sí a Campos de Criptana, lo primero que hacemos es acceder a la sierra de los Molinos, una planicie en un solitario cerro donde predomina el color blanco de los molinos sobre el amarillo del suelo.
Contemplar este conjunto molinero de Criptana es como ver un lugar donde ya se ha estado, aunque sea la primera vez que se visita, pues es muy parecido al conjunto de molinos de Mota del Cuervo.



De todos estos molinos destacamos “Culebro”, el molino dedicado a Sara Montiel, hija de Criptana, conserva objetos relacionados con la actriz que encandiló a Hollywood.
En este lugar hacemos otra parada para refrescarnos en uno de los bares en su Plaza Mayor, donde a su vez visitamos la Iglesia de Ntra. Sra. De la Asunción, inaugurada en 1958, se levanta sobre el solar de la construida a lo largo del siglo XVI sobre otra anterior, fue incendiada en agosto de 1936, es de una sola nave con bóveda de cañón, su elevada torre de planta cuadrada.
En esta misma plaza encontramos un histórico edificio de dos plantas denominado “El Pósito”; un edificio del S.XVI (reinado de Carlos III), que se utilizaba como almacén de grano que era prestado a los agricultores o se repartía en periodos de carestía.
A su vez y también en las inmediaciones de esta plaza encontramos el ayuntamiento y la casa de Bailló del siglo XVI; una casa solariega de planta cuadrada, patio y corrales. Consta de dos plantas, destaca su balconada y puerta adintelada coronada por el escudo nobiliario del conde de las Cabezuelas, en cuyo escudo destaca una representación de la cruz de Caravaca.



Desde esta Plaza Mayor y siguiendo por la calle Sara Montiel confluimos a la N-420 y siguiéndola alcanzamos el punto más extremo de nuestro recorrido, hablamos de la localidad de Alcázar de San Juan, un municipio con más de 20 siglos de historia.
Nada más entrar vamos en busca del cerro de San Antón, para ello y tras callejear un poco alcanzamos la carretera de Tomelloso, a 1,7 kilómetros de la rotonda, veremos a la izquierda de la carretera un camino que serpenteante asciende hasta lo alto de este cerro, donde se encuentran los molinos y desde allí arriba podemos observar la ciudad, que se descubre enorme a las luces de la noche.



Una vez visitado este bonito cerro nos dedicamos a conocer en lo posible la ciudad de Alcázar de San Juan, para ello y callejeando visitamos la Iglesia de San Francisco; su portada renacentista realizada con piedra rojiza de sillería, llama la atención su torre de 35 metros de altura, de planta cuadrada y con 4 cuerpos.
La Iglesia de Santa Quitería; iniciada en el siglo.XV y ampliada en el XVI, ha sufrido varias remodelaciones debido a un incendio, derrumbe, guerra civil, etc.
Colegiata de Santa María la Mayor; es la iglesia más antigua de la localidad. La orden de San Juan dejó su impronta en la iglesia con su propia cruz de San Juan, que se encuentra tallada en yeso, madera, hierro y piedra por todo el templo.
El exterior está levantado en sillares labrados de piedra de arenisca roja, sus ventanas son más bien pequeñas, adinteladas, rematadas con motivos vegetales y con rejas decoradas con la cruz de San Juan. El templo tiene planta de cruz latina conformada por tres naves.



La imagen de la Virgen del Rosario actualmente preside la iglesia. Su devoción proviene del siglo XVI, a la que llamaban del Naval, porque según la tradición se apareció en la batalla de Lepanto. En 1954 se la de­claró oficialmente Patrona y Alcaldesa Perpetua de Alcázar de San Juan.
Junto a la Colegiata de Santa María la Mayor se encuentra El Torreón de Don Juan José de Austria, fue construido en 1284. Es una torre almohade de planta cuadrangular con tres alturas a las que se accede mediante una escalera de caracol. Forma parte de lo que fue el palacio de los Grandes Priores de Castilla y León de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.