15.10.2017 IV BTT VIA FLAVIUS (Luisin)

Mini-Crónicas Asturianas.
IV RUTA BTT VIA FLAVIUS 15.10.2017
Latín: Cogito, ergo sum.
Traducción: Pienso, luego existo.
Traducción de un alumno: Le cogí lo suyo...
(Antología del disparate. Luis Díez Jiménez)

Tocó madrugar y tirar de coche para acercarnos a casa de Fino, David y Pedro, en Lavio, desde donde hoy vamos a iniciar la ruta.

A eso de las 08:45 aparcamos el buggy y “en abriendo la puerta” nos sacude un golpe de aire caliente de lo más inusual para estas fechas.Llevamos unos días recuperando el calorón que se nos negó en el paso del verano por Asturias, venticuatro grados a estas horas y los caminos están secos y perfectos para rodar. Braavooo…

En la salida nos juntamos seis bikers con los colores de Nonaya: Juan, Kiko, Pedro, Marcos, Pablo y un servidor.

Toca ir a buscar los dorsales, montar las bicis y saludar a los amigos y a alguna amiga <3 . Hoy hay muchas caras conocidas por aquí…

9:30h. Salida y comenzamos a rodar por las calles de Lavio tras los verderones de Lin de Cubel, que han venido tropecientos mil y van a animarnos toda la ruta con sus comentarios, risas y algún que otro improperio.

Durante los primeros tres mil quinientos metros, bajamos por la carretera SL-6 hacia Socolina, no hacemos más que bajar y alguno que otro ya está invocando a mamina para cuando la pendiente cambie de sentido. A Juan y a Kiko los perdemos de vista y ya no los volveremos a ver hasta la meta. Vaya par de “jabalices”…

Recorrida esta distancia nos sacan de lo negro por la izquierda en el cruce de La Colniella y lo dicho, subidón hacia las nubes que nos induce a meter todo el acero y apretar la nalga para salvar, en dos kilómetros, una pendiente casi constante del 10%, con unos cuantos estratégicos sangradeiros de los que te tragan la rueda delantera aunque lleves una 29” para que no se nos hagan aburridas estas rampas entre los claroscuros de la frondosidad del castañal.

En pleno apriete se me ocurre decir: “Ah, esto es terreno conocido”, pues no hacía mucho que habíamos subido por aquí, cuando le hago el afilador a la rueda trasera de mi amigo Pedro y casi me voy monte abajo. En precario descabalgo mientras escucho las risas de Bartolo que me rebasa por la derecha diciendo: “Menos mal que es terreno conocido, Luisín”. Todavía se debe estar partiendo la caja…

Pk. 5+500. Sin descanso alguno llegamos a un claro del bosque, falso llano, falsísimo, en el que encaramos a la izquierda el cortafuegos del Penón, en el que en dos tramos con un mínimo descanso entre ellos salvamos cien metros de desnivel en una distancia de cuatrocientos cincuenta (22%).

Coronando nos desvían, a la derecha, por una pista de ligera pendiente ascendente que hasta hace dos jueves estaba totalmente cerrada de maleza y que la Organización, a golpe de desbrozadora, fouciño y mucho trabajo, han conseguido despejar para nosotros. Aprovecho para meter plato grande e intentar rodar ligero para alcanzar a Pedro mientras me maravillo con las vistas hacia la derecha del valle del Arroyo Brañanueva cuando Pablo y Marcos me rebasan a la “velocidad absurda” y apenas me da tiempo de dirigirles un insulto… :P

Pk. 7+000. Aparece, llegando al Alto La Faya el “pulpo” inflable del primer avituallamiento. Algunos bikers van comentando que les parece muy pronto para el avituallamiento… a mí nunca me parece pronto para hincarle el diente a un pastelín de chocolate y un sorbo de CocaCola mientras compartimos unas risas con Noelia y Joana.

Bajados de la nube, salimos del pulpo hacia el Suroeste para meternos entre bosques de pinos rodeando la Pena Cincuqueisos sobre una generosa pista de arena durante unos mil quinientos metros hasta que un grupo de la Organización nos encarrila por la izquierda a un sendero en exigente descenso entre árboles abierto a pico y pala recientemente. Vaya, mis recientes ensayos en el mundillo del Enduro empiezan a dar sus frutos y bajo con fluidez y una tonta sonrisa sicópata en la cara. Espectacular, divertido y muy currao este tramo de quinientos metros.

Salimos al camino que linda el bosque por su parte baja y, a la altura de Las Feichinas, horquilla a la derecha y entramos directamente en el barro. Ya lo estábamos echando de menos… :D

En los siguientes mil metros vamos a ir saltando de presa en presa poniéndonos guapos hasta las casas de Pende, en el Pk. 11+200, desde donde volvemos a rodar ligeros sobre el mullido de hierba hasta alcanzar Brañasivil.

Bajadón sin miramientos de un escaso kilómetro al arroyo Faéu salvando unas húmedas losas de piedra hasta que se nos acaban los argumentos y tenemos que echar pie a tierra entre las resbaladizas peñas ya en el cauce. La subida salvado el reguero es aún peor si cabe y hasta los más valientes caballeros que han conseguido llegar hasta aquí tienen que hincar la rodilla y subir “remando” hasta Las Fayonas.

Pk. 17+700. Fuente de Riañu. Ganamos, tras un constante ascenso en los últimos 2.300 metros, en los que aflora la cuarcita aquí y allá entre la alfombra verde de la pista, por la falda de la Sierra de Curiscao hasta Venta Las Cruces, cota 696 sobre el nivel del mar, tomada como referencia la media de mareas en Alicante y bla, bla, bla… Muy alto. Y todavía hay que subir más. :/

Desde Las Cruces volvemos por la carena de la sierra cincuenta metros sobre la pista recién rodada desde donde vemos esforzarse a los compañeros de ruta. Al frente, hipnóticas vistas al valle de Faedo.

Llegamos de nuevo al avituallamiento bajo el pulpo rosa en La Faya y ya estamos en el Pk. 22+200. Chocolate, plátano, Cocacola, Joana, Noelia…

Muy a nuestro pesar, partimos esta vez en dirección Nordeste dejando a nuestra derecha las cabañas de Buscabu y ciclamos una pista muy llana durante unos novecientos metros hasta el cruce con la carretera que sube al Pico Aguión. Antes de salir al asfalto, ya nos han hecho girar ciento ochenta grados y seguimos, a regañadientes, remontando sobre una pista bastante empedrada y donde se ven algunos huesos del ganado que pastó en estas alturas. Pastó… :D

Pk. 24+250. Se nos acaba la pista y giramos a la derecha siguiendo la cerca que recorre la pradería hacia la fila de molinos del Parque Eólico de Sierra de Curiscao donde tocamos techo de la ruta de hoy a 873 metros sobre…

Cambiamos de ladera y ahora rodamos un sendero por la cara norte de la sierra , dejando a nuestra derecha el Picu Aguión, durante unos escasos cuatro kilómetros.

De tanto en tanto el piso se ve tachonado de agudas piedra y escalones que sorteamos tirando de manillar y regueros que vierten al sendero y obligan a prestar la máxima de las atenciones para no descabalgar. Si la pericia nos lo permite, podemos atisbar ladera abajo Vegacebrón al fondo del valle, la Sierra de los Vientos y, en el horizonte, el Mar Cantábrico desde el Cabo Peñas al Este hasta la entrada del puerto de Burela, ya en Galicia.

Salimos del sendero, en el Pk.28+000 donde giramos a siniestra para subir al montículo de La Cobertoria por una estrecha pista de cotolla y pasar muy cerca de las excavaciones del dolmen de igual nombre. Giro a la derecha y trepamos por un descarnado camino recién abierto sobre un cortafuegos con muy mal piso. De nuevo, dotes funambulescas o en su defecto, pie a tierra hasta el llano.

Coronando, bajamos por la pradería hasta la carretera, de donde nos echan fuera por la derecha a los trescientos metros cogiendo una pista “ de pronóstico reservado” que desciende haciendo zetas hasta el puente del arroyo Buscavo. Ascenso de unos ochocientos metros igualmente infernal, en el que vemos allá arriba las casas de Buscabreiro a donde se nos hace eterno llegar…

Cachín de carretera para recuperar los colores y de nuevo nos desvían del asfalto por la derecha a una pista alfombrada de margaritas (la naturaleza se ha vuelto majara) que nos guía de nuevo hasta… el cortafuegos del Penón.
Y penona me di a mi mismo cuando, nada más iniciar el ascenso, me tengo que echar al suelo con un calambre en el cuádriceps de la pata izquierda que se me queda tiesa como palo de escoba.

Aguantando los lagrimones llego al alto del cortafuegos y, tomando ahora la pista de la izquierda, monto en la bici cuidando muy mucho las fuerzas y las formas, rodando en llano por La Buitrera hasta encarar un divertido (sería muy divertido si me quedasen fuerzas…) descenso de dos kilómetros por Las Feichinas hasta la Ermita de San Justo y Pastor, donde pasamos bajo el arco de meta y nos dirigimos directos hacia la cerveza más cercana.

Lo de las duchas es digno de mención: La Organización se curró la rehabilitación de un edificio y montaron un tinglado espectacular para que dispusiésemos de vestuarios, agua caliente y hasta espejo donde peinarnos los cuatro pelos que nos quedan…

Y no contentos estos de Lavio con habernos hecho disfrutar como enanos toda la mañana, nos tienen preparado además un contubernio digno de un César bajo la carpa de las fiestas, del cual no vamos a extendernos hablando para no dar mala imagen a esto lo nuestro del ciclismo de montaña. Simplemente, espectacular.

Premios a los primeros de cada categoría y regalos para los afortunados, entre risas, comentarios y anécdotas de la ruta.

Fantástica Organización. SuperFelicitaciones a los vecinos de Lavio y su comarca, por el inolvidable domingo que nos habéis hecho pasar. El año que viene, sin dudarlo estaremos en la pomada de nuevo.

Salud y bici.
©Luisín1965

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