19-MAR-14 La Pila (Bola y Cenajos)- El Carche.

Ruta que tenía pendiente de hacer desde hace tiempo, y que ha resultado dura, como esperaba, la idea era enlazar La Sierra de La Pila, con La Sierra del Carche, concretamente sus dos picos más altos, evitando en la medida de lo posible el asfalto, algo que se ha cumplido con creces, a penas se toca en algunos puntos aislados, y bueno, ya puestos, pues he subido también El Pico de Los Cenajos, vecino del Pico de La Pila, daba pena pasar por su base, sin hacer esta corta, pero empinada ascensión.

La ruta parte del restaurante Casablanca, y desde el principio empieza picando para arriba por caminos rurales, en breve nos adentramos en la pista que atraviesa el Barranco Barcalcel y que seguiremos hasta llegar al Mojón de las Cuatro Caras, desde aquí seguimos dirección al Pico de La Pila( La Bola), Pico que ascendemos por sus pronunciadas rampas asfaltadas. Antes de descender hasta su base, subiremos también al Pico de Los Cenajos, tras descender estos dos subidones, nos encaminamos dirección Albergue de Cabezo de Turra, pasando por una fuente donde poder repostar agua, bajamos la senda que empieza junto al Albergue, para a través de pista y senda descender hasta Fuente Higuera (último punto donde reponer líquidos), desde aquí buscamos una serie de caminos rurales que nos sacarán de La Sierra de La Pila para comenzar la transición hasta El Carche, transición que discurre por nuevos caminos, en los que en ocasiones es difícil coger velocidad, ya que las ruedas se hunden en arena tipo desierto. Esta transición se puede hacer dura, no solo por el terreno (y el aire, hoy ha soplado de lo lindo en algunos tramos), sino también por ver en todo momento El Carche a lo lejos, muy lejos, y tener la sensación de que no se llega. Al final he llegado, y comenzamos su ascensión por la cara menos poblada de vegetación de este pedrusco, por una pista tendida, pero con tramos empinados y sueltos, este el otro de los puntos en los que si tus fuerzas flaquean puedes pasarlo muy mal, la subida es larga de cojones, divisas la cumbre en muchos momentos, pero parece no llegar nunca. Una vez encumbrado este punto, descendemos por la otra cara, la mas bonita a mi juicio, repleta de vegetación, y buenas vistas, en este descenso, nos toparemos con algo sorprendente, unas salinas, y su fábrica, algo que parece un pegote en medio de tanto monte y campo, me ha parecido muy llamativo. A partir de aquí, nos queda volver a nuestro punto de origen por caminos rurales y cañada real, que la mayor parte del tiempo discurren paralelos a la carretera general, y que según las fuerzas que te queden se pueden hacer interminables, y más en días como hoy en los que por tramos el aire hacía difícil avanzar a una buena velocidad.