2• etapa Cantabria - Desde el Cabo mayor a las Dunas de liencres por la costa

Ayer nos gustó lo que vimos de costa y no nos podemos ir del Cantábrico sin conocer un poquito mas su maravillosa y agreste costa en su parte más virgen.
Nos levantamos el segundo día y cargamos las bicis en la furgo en dirección a Santa Cruz de Bezana desde donde nos subimos a las maquinas, eso si por asfalto, en dirección a Santander para empezar la ruta costera en el Cabo Mayor y su majestuoso faro, donde es obligado hacer una parada para contemplar sus verticales acantilados.. que preciosidad!.
Aquí cogimos el sendero que tras una empinada bajada va descendiendo hasta el Puente del Diablo, que según dicen los lugareños es mejor pasar por un lateral ya que no es muy fiable y tarde o temprano caerá. Los Five Bike, arriesgados aventureros y enamorados del peligro, lo cruzamos como debe de ser, y bastante es que no nos pusiéramos a dar saltos encima jajaja.
El sendero a veces es tortuoso con mucho sube y baja, roca, arbustos, etc.. que hacen que no se avance tan rápido como se podría pensar en un terreno con no mucho desnivel, incluso tuvimos algunas caídas, sin importancia y que nos sirvieron para echarnos unas risas ehh Manolo. jaja.
Como curiosidad nos encontramos por toda la costa toneladas de un alga roja que se recolecta por todo el Cantábrico, el alga Gelidium. Las mareas y las marejadas las arrancan del fondo marino y la gente que se dedica a su recolección las recogen con tractores, que entran incluso dentro del mar, luego las suben con una especie de grúas o plumas a lo alto de la playa las cargan en camiones y las extienden en los prados para que se sequen, lo que origina un contraste muy especial entre el verde del prado y el rojo intenso de las algas. Nosotros en nuestra ignorancia llegamos a pensar que se trataba de un suplemento alimenticio para las vacas jajaja. De esta alga se extrae el Agar, el mejor gelificante vegetal que existe muy apreciado y cotizado en la industria alimentaria (se utiliza incluso en la elaboración de la cerveza). Es por esto que le llaman el Oro rojo del mar.
Llegamos a la Isla Virgen del Mar, que lo es o no dependiendo del estado de la marea y continuamos disfrutando de unas vistas espectaculares de acantilados y playas vírgenes bajando a ver la de la Arnía por un rampón de hormigón que luego había que subir, hasta que se nos acaba el sendero (la cagada del día se aproxima). Entonces en vez de bordear los pastos por la carretera, decidimos saltar la alambrada y continuar a través del pasto con la intención de encontrar la senda de nuevo rápidamente, y lo que nos encontramos es a un lugareño voceándonos e increpándonos...aunque lleve su razón no veas la que nos armó...
Tenemos luego una espectacular subida muy cerca delborde de un acantilado, en la que si no se está muy seguro es mejor bajarse, yo me pegué un susto por no hacerlo y luego en descenso llegamos hasta una pista que sube paralela a un pinar y que nos lleva a la playa de Valdearenas y lo que parece ser el parking del parque natural de las Dunas de Liencres. Volvemos a subir la pista de vuelta y cogemos un sendero o pista a la derecha que nos conduce a través del pinar a la carretera a medía ladera del Monte Tolio o picota de Liencres, descendemos un tramo de carretera y cogemos un sendero para subir la Picota, en el que hay que echar varias veces el pie a tierra porque está muy roto y con roderas de la lluvia, aunque no nos importa porque las vistas son espectaculares, después de coronar un rápido descenso por pista y luego por una carreterita hasta Bezana, punto final de la ruta