2009-09-14/15 Travesia Collanzo-Infiesto por Vegarada-San Isidro-Brañagallones-Arniciu-El Sellon

TRAVESIA COLLANZO-INFIESTO (2 DIAS)
Dia 1º COLLANZO-VEGARADA-SAN ISIDRO-BRAÑAGALLONES-CASO-ABANTRO
Tomamos Miguel y yo el tren en Gijón a las 6:50, Morcate toma en Oviedo en el mismo tren, nos bajamos en Mieres para cambiar el FEVE y continuar hasta Collanzo donde llegamos sobre las 9:00 para iniciar la ruta.
Seguimos la carretera hasta Casomera donde ya nos adentramos en el valle, en la Paraya dejamos a la derecha la antigua hidráulica y comenzamos a subir hacia las hoces del Río Aller aun por asfalto de montaña. Nos detenemos en la placa que a la entrada de las hoces indica que el Felipe estuvo aquí. La carretera nos lleva a Rio Aller donde tomamos agua y aquí empieza lo realmente duro. Las hoces con la carretera se han humanizado, pero para el pueblo es un adelanto.
Vamos subiendo poco a poco. El día no es caluroso pero tampoco llueve, las pequeñas brañas y las cabañas se suceden así como las “z” en las que ganamos altura de forma rápida. Suben infinidad de todo terrenos, el ganado abunda y la pista aunque empinada es buena.
Por fin llegamos a la zona del puerto de Vegarada donde el llano se nos ofrece como un placer a tanta cuesta. Para nuestro gozo al fondo se ven las pistas de Río Pinos por donde hemos de subir y no parece nada agradable.
En Vegarada la casa mesón esta cerrada y aparentemente en bastante mal estado. Llegamos al cruce donde el asfalto cambia de sentido y se acaba el descenso, tomamos el camino hacia la estación de ski. Es un valle amplio cerrado por varias picos recortados entre la niebla y el cielo, parece que empieza a lloviznar o quizás sea cosa de la niebla.
Comenzamos la subida de las pistas y al poco me rompe el sillín, el tornillo que lo sujeta a la tija.
Bajo al telesquí de Rio pinos donde hacen mantenimiento pero no tienen tornillos, esperaremos a llegar a la Raya a ver si hay mas suerte. Continuamos subiendo y poco antes de coronar un técnico de los que reparar el telesquí me sube en su todo terreno y me lleva al taller en San Isidro donde saca del almacén un tornillo idéntico al que me rompió, le doy mil gracias y espero colocándolo a que Miguel y Morcate bajen las pistas.
Estamos con algo de frío e iniciamos el descenso a la Raya por asfalto, al llegar a bajo decidimos tomar algo en el bar.
Unos vinos calientes y un poco embutido nos devuelven a la vida real.

Dejamos la raya camino, nunca mejor dicho, del camino de Wamba, nos adentramos por el en busca del parque de Redes, el aire en las proximidades del collado Acebal no es caliente y a veces sale la niebla que intenta mojarnos.
Tomamos unas naranjas y alguna cosilla mas que llevamos en el soportal de pequeño refugio que aquí hay. Al fondo Mericuria nos espera, recordamos la bajada por unos prados en otras ocasiones.

Decidimos que dada la hora que es iremos por Brañagallones, comenzamos el descenso que ahora esta modificado y no se realiza por los prados, este se hace por una pista que desciende y bordea la majada hasta llegar a la misma. En un punto de esta està la salida hacia el Lago Ubales y la Felguerina que dejamos a nuestra izquierda. Este bajada de tierra con abundantes piedras nos deja en Mericuria donde paramos poco tiempo.
Nos adentramos en un bosque precioso el cual se realiza por una senda repleta de hojas ocres que nos hace disfrutar de la conducción, es un bosque muy bien conservado en el que a pesar del día y de la marcha no vemos ni un solo animal que no sea vaca o caballo eso si de estos abundan.

Una corta subida nos deja en la majestuosa Brañagallones. Morcate mete una cámara en la rueda que le pierde aire, Miguelin descansa y yo doy una vuelta hasta el antiguo refugio hoy llamado Hotel La Reserva.

Remprendemos la marcha en busca de Bezanes a toda marcha, parando para ver las mesas de orientación y los distintos miradores, la bajada es larga con algún que otro tobogán.

Una vez en Bezanes tomamos la carretera desechando la opción de ir por el camino real de soto de Caso a Caso por la hora que es.

Paramos en el Campu, compramos magdalenas, suspiros y leche para desayunar mañana. Continuamos hasta Abantru.

Concluimos el día con un baño en agua mas bien fría porque no dio tiempo a calentar y una cena de embutidos, sopa de pescado y cabritu con flan, vino café y orujo en el bar de Avelino al que bajamos y subimos andando.

La berrea a comenzado aunque no suenan muy de continuo ya se oyen.

Dia 2º ABANTRU- PRIERES-GOBEZANES-ARNICIU-EL SELLON-INFIESTO

Nos despertamos, desayunamos las magdalenas café y los suspiros, el día esta feo y amenaza lluvia. Recogemos y nos vamos camino arriba por el antiguo camino a Prieres. Iniciamos el día subiendo por bosque pero subiendo, una corta bajada por una senda compensa el esfuerzo.
Paramos un momento en Prieres en la fuente y frente al Aldea Perdida ante de iniciar el descenso cortando las curvas a la carretera de Bueres-Tanes que en rápido ascenso trepa hacia el pueblo de Gobezanes.
Gobezanes, el pueblo sorprende por su belleza esta muy bonito y muy arreglado con gran cantidad de casas restauradas y muchas plantas en la calle con flores. Callejeamos por su entramado retorcido para tomar la amplia pista que sube a Arnicio y que está jalonada por bandas pintadas de blanco y rojo, la pista en ascenso continuo nos lleva hasta Arniciu, amplias vistas a ambas vertientes: al Sur, la casina, y al Norte, la piloñesa, unas fotos y bajamos un corto techo por carretera hasta meternos en busca del Camino real del Sellon. La niebla y la lluvia amenazan pero se mantiene por el momento. El barro aparece levemente, el ganado abunda y vamos dando vista a nuevo valle.

Esta noche ha llovido y los camino están con agua pero no muy pesados a nuestro paso intenta llover, la escasa señalización del camino de Sellon nos sirve de referencia . En un claro tomamos unas magdalenas algo de fruta y continuamos la marcha. Un camino bien hecho y trazado con nos permiten llegar sin mucha complicación al desvío del Tozu (éste lo marca una cabaña renovada, y una desvencijada señal de madera del GR 102, de las cuales ya quedan pocas. Comienza a diluviar fuertemente y nos cobijamos en una cabaña, durante 20 minutos cae agua a mares, esto complicara el descenso y los caminos que se llenan de agua barro y las losetas de la calzada serán pistas de patinaje.
Ascendemos tramos embarrados, con un regular ciclado que permite ir hacia la Peña la Llinar, punto desde el cual ya vemos la senda del Sellón que se va ciñendo a la ladera de El Forcáu.

Iniciamos la bajada que se ha puesto muy peligrosa con un río de agua y por su interior y muy resbaladiza, se observa buena parte del trazado y pequeñas huellas de la vieja traza del camino real del Sellón, a base de minúsculos lienzos compuestos por las grandes losas que lo tapizaban para facilitar el tránsito de las arrierías.

Una reflexión sobre la bicicleta me lleva a pensar que hay un desplazamiento de interés en la práctica de la MTB. Antes los paisajes, su conformación y la forma de verlos desde la bici era lo principal. Ahora la adrenalina, la técnica y las trotonas, nos demuestra que para gran cantidad de personas el paisaje parecer ser pura escenografía, se baja a toda pastilla con las bicis integrales, ajenos a la profunda historia de los caminos como es este caso el Camino Real de los Casinos.

La bajada por en medio de la ladera presenta impresionantes caídas a nuestra izquierda y teniendo como referencia al fondo el pueblo de Moro, son una pasada y un peligro según esta hoy el camino. Tras el tramo un tanto complicado se llega a un collado en, el cual nos permite otro tramo en descenso por firmes más cómodos hacia los restos de la ermita del Sellón, que nos pasa desapercibida .

Dejamos entre niebla las cumbres para rodar por unos momentos por la vertiente que da al valle de Espinaredo, y volver de nuevo a la vertiente de La Marea, que es la que llevamos casi todo el tiempo con la referencia de Peña Mayor, al fondo a la izquierda.
Un trazado más amplio, sin los grandes saltos del principio causados por la rotura de los antiguos firmes, nos permite disfrutar un poco mas si bien el día no invita a mirar el paisaje espectacular que vio pasar a cientos a mercaderías hacia un lado u otro de la Cordillera.

Un collado, firmes rotos por las aguas, el paso de las ganaderías y la maleza nos permiten rodar hasta desembocar en las praderas situadas al pie de un cerro donde medio perdemos el camino. El camino va perdiéndose por entre los cotoyales que van comiendo la escasa pradería de la zona. Aguas abajo vemos una labor de limpieza, estamos próximos a la Venta

Es una pena que una importante senda como ésta tenga un raquítica señalización y este hoy completamente deshecha..

El camino que se hace más claro a medida que nos acercamos a cabaña de La Venta. se hace más franco y amplio hasta entroncar con el asfalto cruzando los núcleos de Santa Marta, Lozana donde nos desviamos por un camino a Estelite donde Miguelin conoce a una persona en cuya casa lavamos las bicis.
Solo nos resta bajar por asfalto en busca de la carretera de Caso-Infiesto de este modo nos acercamos a la ermita de La Cueva, y la estación de FEVE punto final de nuestra ruta.

Tomamos el tren que sale justo en ese momento para no tener que esperar mas de una hora. En el tren quito los calcetines, me coloco bolsas en los pies con calcetines secos, tomamos un poco de lomo pan y el resto de magdalenas y suspiros, no ha habido tiempo para tomar nada. En el Berron Miguel y yo nos bajamos tomamos algo en la estación y tomamos el tren que nos deja en Gijón sobre las 18:00.