2013-11-03 ruta Los Cortijos Retamar arrib Balandrinos Majadillas Cortijos

El sábado me gusto la zona del Retamar que no la conocía y me quede con ganas de ver el resto y Balandrinos que ya lo conocía y se que merece la pena. Así que partí por donde había regresado el día anterior con la única diferencia que a primera hora me envuelve una niebla que no me deja ni ver, por suerte al llegar al Retamar la niebla se levanta.
El Retamar de arriba no me defrauda, cruzo la finca siguiendo el curso del arroyo de Balandrinos, observo manadas de ciervas y el rastro de jabalines que han escarbado en el barro de los charcos, por desgracía no tengo fotos de esta parte, estaba tan ensimismado contemplando el paisaje que ni me acorde de hacerlas, pero animaros a realizar esta ruta que esta parte merece mucho la pena verla. Tras pasar el paso canadiense entramos en la finca de Balandrinos, el paisaje sigue dejándome boquiabierto, lo recorrería andando si no fuese por las calas de las zapatillas. al llegar a las casas las pasamos por el lado izquierdo y seguimos el camino. Hay dos caminos que van casi paralelos, el nuevo mas ancho y suave y el viejo mas estrecho y bonito, pero ambos te permiten ver el entorno igual y creo que el publico es el nuevo. Llegamos a la casa del guarda y salimos por la puerta con paso cinegético y poco mas adelante la carretera que va a Urda, la cojo a la izquierda para ir a Los Cortijos y la sigo hasta el limite de provincia.
En este tramo hay muchos madroños, que ahora, en noviembre, están dando su fruto, aprovecho para comer algunos y reponer fuerzas. Medio colocado por los madroños continuo la ruta, menos mal que llevo unas mandarinas y su azucar me repone algo. Recorro la cresta de los montes con la idea de ir hasta Valdeinfierno, pero voy explorando caminos que dan a colmenas de abejas o terminan en un campo arado y al final al llegar a las Majadillas tiro por un camino hacia la aldea de Caracuel y por el camino que une Caracuel y el Cortijo hasta llegar al conjunto turistico del Cerrillo, un buen sitio para comer y dormir en casas de madera, donde me tomo un par de buenas cervezas.