2014-06-05 Circular por las Merindades. GR 85 (IV): Oña-San Miguel de Cornezulo

4ª Etapa: Oña-San Miguel de Cornezuelo:

Tras el desayuno nos dirigimos a por las bicis y preparamos la sesión de estiramientos que Luis dirige. Dia soleado. El río y el asfalto son nuestros compañeros hasta la cueva de los Portugueses y la desviación por senda ascendente a Tartales de Cilla. Tras pasar el pueblo una parada, pateamos a conocer el ermitorio de san Pedro, tras la visita regresamos a nuestras trotonas. Da comienzo por buena pista una subida larga hasta el Alto del Cardal donde una campera en medio de un bonito pinar nos da descanso y relajo antes de iniciar a toda pastilla el descenso por un atractivo monte y buena pista hacia Tartales de los Montes. Próximos al pueblo los cerezalez y huertos vuelven hacer su aparición. Corta parada en el pueblo, en su minúscula y coqueta plaza mayor, antes de meternos en la Hoz de Valdivieso, espectacular y vertiginosa pero una pena que el firme pase a se asfalto. Pasado el túnel horadado en la roca, por el que se abandona el pueblo, nos detenemos a ver la cascada del Fuerte, salida natural del pueblo antes de disponer del túnel, nos encontramos en la Merindad de Valdivieso. Descendemos por la Hoz, que estaba a nuestros pies hace escasos minutos. Dejamos el asfalto en busca del Arroyo de Valdivielso por un tramo de sendero estrecho con abundante vegetación y el sonido del arroyo cercano. Atravesamos el pueblo por pista, ahora se entrelazan unas con otras, cruzamos la carretera varias veces, atravesamos varios pueblos, Valhermosa, Arroyo, Quisicedo, sendas bonitas, tramos entretenidos, nos acercamos al río, todo ello camino de Puente Arenas. Nos topamos con San Pedro de Tejada joya del románico bien conservada. A la entrada de Puente Arenas nos detenemos a tomar unas cerveza y decidimos parar a comer unos huevos con chorizo y alguna cosilla mas para retomar fuerzas de cara a la subida que nos espera tras El Almiñe. Tengo la rodilla un poco dolorida Luisma me pone un paño con hielos mientras comemos. Puente Arenas es un pueblo a orillas del Ebro con abundantes casas palaciegas. Tras el descanso continuamos por un tramo sin nada reseñable a el Almiñe, pueblo rustico y coqueto donde tomamos agua en su fuente frente a la Iglesias de San Nicolás. Nos disponemos a subir por la antigua calzada romana hasta el puerto de las Mazorras. Empezamos a subir por le valle, al inicio se intuye la calzada romana, vamos esquivando losas y lajas avanzando sobre la bici. Sol de justica. A nuestra izquierda una construcción semi derruida hace aparece ante nosotros un tramo espectacular de calzada, bien conservado pero difícil de pedalear por las piedras y la pendiente que nos obliga a empujar la bici a tramos. Culminamos la parte mas dura en la ermita de Santa Isabel, estamos en el puerto de las Mazorras. Hoy a lado de la ermita un cobertizo da cobijo al ganado ovino y poco mas lejos una buena fuente, unos arboles nos dan sombra y descanso.
Continuamos por pista a cruzar la carretera en busca de Dobro a partir de aquí se entre mezcla un poco de todo, vamos de sorpresa en sorpresa, sendas amenas, pistas, y un poco de asfalto nos lleva por encinares y robledales hasta Ahedo de Butrón donde damos un vuelta por el pueblo y contemplamos la portada de la Iglesia a la vez que rellenamos de agua en su fuente. Varios pinchazos tras esta parada nos obligan a reparar a la salida del pueblo. Reparado tomamos lo que ahora es terreno favorable senda divertida con una bajada preciosa por un sendero de piedra entre árboles metido en medio de un bosque de encinas, vamos camino de la parte baja del valle, pasamos literalmente por sendas labradas entre túneles de árboles, una diversión con descarga de adrenalina hasta Tudanca. Un remanso de paz a orillas del Ebro, impresionante paraje. Dos averías, un tija del sillín y dos pinchazos es el coste de esta diversión que solucionamos en este singular paraje. Tomamos un sendero próximo al río, nos acercamos al Paso de los Tornos que nunca me lo imagine así, pero realmente es espectacular y duro pues nos eleva desde el nivel del río hasta unas vistas impresionantes en la parte alta casi de forma vertical. Curva y contra curva con pendiente imposible y piedras la hacen inviable para la bici, este tramo es de tirar del ramal directamente o cabalgar la bici sobre nuestras espaldas. Desde lo mas alto, vista espectacular del cañón, bajamos al río por senda trialera divertida, muy divertida. En una recodo con portilla nos damos de bruces con un lugareño que mueve tierra y con quien conversamos sobre estos parajes. El camino nos deja en Cidad de Ebro pueblo pequeño a orillas del río. Estamos próximos a concluir la ruta, nos queda poco a San Miguel de Cornezuelo donde nos recogerá la furgo para el traslado a Orbaneja del Castillo. Nos las damos de felices pero… seguir el GR nos mete en un camino estrecho cerrado y poco ciclable, es un final no esperado pero así es la ruta.

Hoy hemos tocado el GR-99 que recorre todo el Ebro desde el nacimiento a la desembocadura, hemos compartido varios tramos con él. El traslado en furgo a Orbaneja del Castillo nos pondrá mas aun en contacto con el citado camino del Ebro y con un pueblo espectacular. El día ha sido impresionante para la bici, sendas, caminos estrechos, encinares y robledales, cañones y hoces. La ruta ha trascurrido por antiguos caminos que nos mostraron paisajes diferentes, el páramo y el cañón del Ebro que son un espectáculo para la vista.