2015-06-09 Montes Universales Alto Tajo (IV): Guadalaviar - Albarracin (55 Kmt)

A la mañana tras la ducha, nos vamos al desayuno, previamente visito el cementerio. María (Casa María) si ayer en la cena fue espectacular, no menos en el desayuno, nos ha sorprendido con dos señores bizcochos uno de chocolate y otro natural espléndidos. Solo podemos quitarnos el sombrero ante esta señora. Tras el desayuno el “doc” obliga a los ejercicios de estiramiento.
Dejamos Guadalaviar por unas portillas que dan acceso a la Dehesa Mayor en ascenso, como no podía ser de otra manera, iniciamos ruta. Hasta Griegos, siempre ganando altura entre praderias y pinares. En Griegos nos cruzamos con la furgo pero a penas paramos. Nos metemos en un laberinto de caminos divertidos que combinan bosque con monte bajo. Finalmente una fuerte subida entre pinos nos lleva a lo alto de la ruta, estamos en un tramo de GR. Iniciamos un corto descenso donde conectamos con la carretera que viene de Griegos, seguimos por ella unos kilómetros hasta el cruce con la carretera de Orihuela, más o menos a la altura del puerto de Orihuela la cual dejamos a los pocos metros. Nos introducimos en un pinar que empieza bien pero que al poco se empina en busca de la Laguna de los Ciervos. La ruta se convierte en una duda y en un tramo intransitable que nos obliga a llevar la bici del ramal para pasar un pequeño río de piedras y por fin, tras una subida campo a través por el pinar, salimos a un camino marcado. Es mas o menos un kilómetro de duda y dificultad, no vemos la laguna de los ciervos que era el objetivo de este desvio Después de este tramo, la pista divertida nos lleva a la carretera del puerto a Bronchales, la cual cruzamos para tomar la pista que nos ha de llevar al pueblo. El cielo se comienza a poner gris, el camino rápido y desgarrado a tramos, nos divierte un rato hasta dar vista a Bronchales donde una curva desconchada dificulta el paso de la furgo que ha decidido venir tras nosotros.
Tras esta pequeña dificultad vemos Bronchales y el área recreativa, al cual nos dirigimos, una vez en él comienza a llover suavemente, decidimos ir al pueblo, acertamos, llegamos justo a una esquina techada con una mesita de madera y bancos como de jugar las personas mayores o descansar a la fresca de las tardes. A penas preparamos para comer en este lugar, cuando comienza a llover con fuerza. Comemos mientras vemos llover. Pasan personas mayores que nos saludan y a las que invitamos a nuestro ágape. Tras la comida nos dirigimos a un bar a tomar un cafetín y un digestivo. Tras el mismo salimos para retomar la ruta, el agua a cesado completamente, sol hace su débil aparición. Hemos tenido suerte. Retomamos la marcha, los caminos están húmedos y aparece algo de barro pero no como para dificultar la marcha. A nuestra espalda dejamos Bronchales, el camino entre pinares y bosque bajo con buenas vistas a lo lejos durante algunos tramos y bosque cerrado en otros. En algunos puntos se acumula agua en forma de charcos, las piedras húmedas añaden dificultad en algún punto, el barro se ha querido pegar a nuestra espalda pero no ha sido mucho. A través de varios barrancos recorremos unos 15 kilómetros entretenidos por un paraje bonito para la vista y la bici que nos dejan en la carretera próximos a Torres de Albarracin. Después de este tramo solo nos resto recorrer rápida y monótonamente la carretera que nos ha de llevar paralelos al río hasta Albarracin. Damos vista al pueblo, espectacular, encaramado en las rocas y dividido en dos barrios. Nos vamos directos a la gasolinera, lavamos y al hotel para hacer la visita a Albarracín como se merece. Visita, cañas, paseo, cena, digestivos… futbol femenino juega la selección española en la tele, digestivos y cama.
La ruta es bonita y llevadera, marcada por la perdida en la laguna de los ciervos y la lluvia, si bien no presenta grandes dificultades técnicas ni físicas.