20151207-sellón

Ruta copiada de Defender Bikers (http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8347207)
Comenzamos con una subida de esas que no dan tregua saliendo de Espinaredo, por la Pesanca y toda la pista hacia arriba hasta la Foz de Moñacos. Son unos 10 km de ascensión hasta la entrada de la foz propiamente dicha, con un desnivel no muy fuerte, pero constante. Ideal para entrar en calor. A partir de la foz, la cosa se pone dura. Atravesar la entalladura por la que discurre el río montado en bicicleta es algo al alcance de los más fuertes y hábiles. Pero nada más salir por la parte de arriba llega lo peor. Un tramo de porteo sucio, empinadísimo y lleno de acebos y espineras en los que llevar la bici al hombro se complica porque continuamente se engancha con las ramas. Pero bueno, se hace. A nosotros nos llevó una media hora, más o menos llegar a la parte de arriba, a la majada de La Feguerina, donde unas cabañas "de lujo" sorprenden al llegar a ellas. Desde aquí las vistas son espectaculares, destacando la impresionante figura del Torrecerredo asomando por encima de la collada de Pandemules.
Una vez recuperado el aliento, retomamos el camino que sale hacia el suroeste, siguiendo una traza complicad de ciclar, pero bien definida que nos lleva más o menos a nivel, hasta la Braña Nueva (es un nombre que resulta un tanto irónico para unas cabañas semiderruidas, pero en fin, es lo que queda a estas alturas del cuento). Aquí una fuente abrevadero nos proporciona abundante agua fresca, al menos en esta época del año.
Reponemos fuerzas y seguimos hasta el punto de cota más alta de la ruta, el Collau Llagu, a 1.266 metros de altitud, donde aparece un camino que baja, muy tentador, hacia Nieves. Pero nosotros no seguimos este camino, sino que tiramos en dirección noroeste, sin perder altura, dejando a nuestra izquierda el Pico Entrambollagos, siguiendo un sendero donde nos toca empujar de nuevo, hasta el Collado de Lago Colines, donde, ahora sí, iniciamos el descenso hacia Nieves. Pero se trata de un descenso endurero con tramos muy complicados, donde nos toca llevar la bici de la ramada en más de un tramo, aunque otros resulta muy disfrutones. Tras una bajada complicada, acabamos confluyendo en la pista que decidimos no tomar un rato antes.
Quiere esto decir, que al que no le apetezcan aventuras endureras, puede tirar directamente desde el Collau Llagu por la pista y acabará llegando al mismo punto, pero seguramente mucho más rápido y sin grandes complicaciones.
Desde Nieves lo que hacemos es tomar la carretera que tras una bajadina nos lleva hacia la Collada de Arnicio. Un puerto suave muy llevadero y casi sin tráfico.
Tras coronar la Collada, debemos bajar aproximadamente un kilómetro hasta salirnos por una pista hacia la derecha que nos lleva en una ligera subida, algo embarrada pero llevadera, a cruzar por una collada que no sé cómo se llama hacia la vertiente norte de la sierra del Frieru.
Aquí comienza el conocido como Camín Real del Sellón, una calzada romana con una caja muy amplia y a tramos empedrada, con amplias losas que resulta muy divertida y no excesivamente complicada. Además, el otoño que hemos tenido hace que esté todo casi seco por lo que la adherencia es buena.
Bajamos el primer tramo del Camín hasta La Llamosa. Aquí, en vez de seguir el camino del Sellón, lo que un conocedor de la zona nos desaconseja por estar bastante cerrado y ser difícil de ciclar, lo que hacemos es tomar un trialera muy guapa que nos lleva en un rápido descenso hasta El Omedal.
Desde aquí ya solo resta bajar unos 3 km por una carreteruca (bastante sucia de grava) hasta el mismo punto de partida en La Villa (Espinareu).
En total unos 36 km de ruta y unos 1500 metros de desnivel, pero que no deben engañar. No es un ruta rodadora, es una ruta de montaña que resulta mucho más dura y lenta que cualquier marcha ciclista de cifras similares. Pero muy bonita en medio de un paisaje sencillamente espectacular.