2016-09-10 Caminos de Hierro: Ujo-Túnel 41,42....45...47-Ujo

Ruta circulara para aproximarnos al recorrido realizado por el tren que traspasar nuestra frontera astur, complejo y complicado para la época en que fue realizado
Inicio la ruta en Ujo confluencia de ríos y trenes. Me encamino a Santa Cruz para rodar por la senda del río Aller ante de unirse al río Lena para formar el río Caudal. La senda finaliza y me doy de bruces con una caseta hidrográfica y otra vez en un camino cerrado por artos y maleza. Vuelvo sobre mis pasos y me voy por la carretera hasta Villayana donde me detengo en la Iglesia de San Martin con referencias escritas del año 905. Continuo a buscar el camino que hay paralelo a la autopista que me ha de llevar a Pola de Lena, actualmente asfaltado. En Pola, día de mercado, voy a la Vega de Ciego por la vía de servicio saliendo después de la vega del Rey a la antigua carretera nacional, hasta llegar a Campomanes. Desde Capomanes hasta la desviación a Parana próximo a Puente de los Fierros voy por la nacional. Este tramo tiene bastante tráfico si bien hay buen arcén. Se puede evitar hasta la Frecha por la antigua nacional. Me detengo en la ermita ubicada al otro lado del río antes de la desviación a Parana a tomar una manzana, es un lugar con encanto y buena sombra para un día de calor como el de hoy. Llevo 24 kilómetros en que lo mas complicado ha sido negociar por donde ir. Aquí empieza lo divertido de la jornada. Comienzo el ascenso por pista asfaltada hasta entrar en el pueblo de Parana donde habitaron mis bisabuelos, paso el pueblo por el medio visitando a la familia que aun vive. La pendiente para atravesar el pueblo es importante y para salir del mismo mayor aun. Este tramo se puede evitar tomando la pista original antes de entrar en el pueblo a la izquierda con lo que la subida es mas constante y menos pendiente. Voy ganando altura por pista de tierra a tamos hormigonada llegando a Santandres pueblo origen de mis ancestros hoy prácticamente deshabitado. Me detengo en la fuente, a orilla del camino, antes de continuar. Sigo por pista de buen firma hasta encontrarme bajo el túnel 41, donde veo una pendiente hormigonada de unos 300 mts que me parece imposible de subir con lo que me la paso de largo guiado por el mapa en el que se ve un acceso alternativo en forma de “V” que parece mas accesible. Error, no es cierto, no hay plan B. Aquí se iniciarían otras rutas, camino de la collada Propinde, la Via de la Clarisa, Santibañez, Pendilla… en fin otra ruta. Vuelvo sobre mis pedaladas y me dispongo a subir la rampa, imposible …me obliga a descabalgar y hasta me cuesta llevarla del ramal. Me encuentro frente al túnel 41 cuando siento el primer tren, una cabeza tractora de un mercancías, se aproxima, la montaña escupe su locomotora, es una sensación especial en un lugar rodeado solo de naturaleza bajo un cielo azul, es volver a la infancia,
Me las doy feliz pensando que voy a seguir paralelo a la vía de tren en descenso continuo hasta volver a Campomanes, nada mas lejos de la realidad, a fe mía que hay rampas, duras y bien duras, cortas pero intensas, algunas imposibles para mi. La pista sigue la vía en la distancia, pero cada vez que hay un túnel lo pasa por arriba, cuando hay una hondonada se va abajo, un autentico rompe piernas, eso si con vistas sobre el valle de Pajares, las Ubiñas, el Gamoniteiru y media Asturias impresionantes. La ruta sigue la vía, pasando por uno y otro túnel, todos ellos numerados, metiéndose en la frondosidad del bosque y en terrazas dando vista al valle hasta pinchar frente a la estación de Puente de los Fierros donde veo salir un tren de mercancía cargado, que luego coincidiré con el a su paso por alguno de los múltiples túneles que recorro. Durante el trazado abro y cierro portillas que impiden el paso del ganado a los túneles, en ningún caso pillan por sorpresa o a gran velocidad. En el túnel 44 hay un tramo que si nadie lo remedia en un año se volverá intransitable por la maleza. A un lado dejo la estación y centro de transformación de Congostinos, camino de Casorvida otro tren, en este caso de pasajeros, es tragado por la montaña en otro paraje impresionante, es espectacular ver serpentear el tren por estos parajes, en muchos casos lo sientes pero no lo ves. Tras Casorvida a donde se llega por un descenso entretenido, pero siempre corto, me topo con la carretera que evito el descenso por la misma subiendo a Malvedo y bajando por una pequeña trialera hasta que la maleza cierra el camino. Estoy de nuevo en la carretera nacional próximo a Campomanes tras 20 kilómetros amenos. Desde aquí opto por seguir el camino de Santiago que he visto señalizado en Campomanes al derecha. Es un paseo a orilla del río que me ha de llevar a Santa Cristina de Lena a la que accedo por la carretera ante la dureza de la pista directa. Abandono el lugar siguiendo el camino en un descenso empedrado hasta Cobertoria donde luce el edificio emblemático de la estación ferroviaria. Después de la Vega del Ciego, en el campo de futbol, abandono el camino de Santiago para tomar el paseo del río que evita entrar en Pola. Ya solo me resta avanzar en busca del origen y final de ruta a donde llego siguiendo la antigua carretera nacional.

Ruta sin dificultades técnicas, en la que se precisa fortaleza física para no descabalgar en más de uno de los repechones. Vistas preciosas y sobre todo un toque de romanticismo aportado por el ir y venir del tren que nos devuelve con nostalgia a un tiempo pasado…al menos a mi.. ¡buena ruta!