2021-06-08 E5 Rioja: Elciego-Baños del Ebro- San Vicente Somosierra-Labastida-Haro (IBP 43)

Etapa que se encuadra dentro de la ruta por la Rioja Alta, la Rioja Alavesa, la Sierra de Cantabria, los Montes Obarenes, la Sierra de la Demanda, la sierra de Cameros, y el rio Ebro durante 5 dias.
Esperábamos que esta última etapa, "la del Ebro", el antiguo "Iber" que dio nombre a toda la Península Ibérica, nos diera un respiro, un fin de fiesta tranquilo, y a fe mía que así lo fue, un paseo entre viñedos perimetrando los meandros que dan forma al río en una continua sucesión de pueblos monumentales, con algún “atajo” de consecuencias impredecibles y un fin de fiesta digno de la Rioja, en una de sus bodegas. Sin ninguna duda ambiente muy afable, nada que ver con el día de ayer. Ambiente de "Río y Vino" con pueblos de renombre, viñedos, chozos o guardaviñas e incontables bodegas diseminadas por el paisaje.
Desayuno con desparpajo entre rivalidad pueblerina, alegre y juvenil a la vez que elegante y discreto, por decir algo. Preparados y listos para salir frente al hotel junto a la furgo por donde los colegiales se encaminan a su quehacer diario de las manos de sus madres. Dejamos el ciego a nuestra espalda, nos encaminamos al Ebro. Un corto tramo de asfalto nos lleva a un pequeño altozano desde el que decimos adiós a sierra Cantabria, Elciego y a la bodega de Murrieta, hemos iniciado el viaje entre viñas, en seguida abandonamos el asfalto, buenas pistas por donde transita la uva, entre viñedos nos lleva hasta ponernos paralelos al Gran rio, el Iber. Nuestro primer punto de contacto con la furgo es en baños del Ebro. Apenas nos detenemos más que para cambiar de conductor,
Desde este punto el trayecto es cómodo buenas pistas algunas asfaltadas o compactadas siempre entre viñas y tan pronto estamos próximos al rio como u poco más alejados. En un cruce de caminos Loche quiere hacer una foto entre viñas para “envida” de su grupo de was. Retomamos ruta y lo más relevante de este tramo son los viñas recién plantadas, que son la que dan el vino joven, según criterio de los expertos vinícolas biker´s (coña marinera) y cepas viejas retorcidas que llaman nuestra atención las caprichosas formas que toman, todas ellas dispuestas de varias maneras distintas como aquí dicen, en vaso, en espaldera y en parra (esta se suele usar para uva de mesa) Otra curiosidad son los guardaviñas, construcciones de piedra redondas con techo de la propia piedra como en bóveda, al menos curiosos, y al fondo durante gran rato el castillo de Davalillo nos acompaña en el horizonte.
Entramos en San Vicente de Somosierra en el que destaca su iglesia y seguimos el rastro por el interior del pueblo parando a coger agua en una fuente hasta lo más alto en su busca, a medida que nos acercamos, la vemos en el alto de la colina. Es la Iglesia románica de Santa María de la Mayor, desde la cual se pueden disfrutar de unas espectaculares vistas destacando su puente medieval y Baños de Ebro.
Es día de mercado, la furgoneta no la localizamos físicamente, una vez arriba las vistas nos emocionan y hacemos fotos como si no hubiera mañana, hay que subir a lo más alto por una escalera que de caracol que se bambolea más que una pértiga de paja. Localizada la furgo está en la parte más baja junto al mercadillo, Jorge casi se queda encallado en una callejuela y decidió quedar en sitio seguro. Lo bajo a buscar y lo llevo al punto más alto, merece la pena subir, el restoquedan en la plaza del pueblo donde hay una fuente con cisnes de piedra y un bar para tomar un aperitivo. Una vez visitada la iglesia nos agrupamos en la plaza del pueblo donde unas cañas, unos torreznos con una salta picante de pimientos ponen a tono las almorranas. Jorge luce orgullosos el pañuelo de “chavi dolomítico y lo manda al grupo de nieve” un gran detalle jaja envidia.
Un pequeño percance en el track me obliga a improvisar ya que no soy capaz de recuperar el tramo de la opción a Labastida que traía, lo intento con el ordenador, pero al final la “imaginación” se impone, seguiremos a la bastida por donde más o menos se le supone. Conduce Loche que comparar alguna vianda para la comida en Labastida.
Dejamos San Vicente, inquieto por las dudas del track a Labastida si bien muy difícil no puede ser. Iniciamos por buena pista similar a lo que traíamos, llegado un punto me desvío a derecha por pista de tierra en ascenso que cuando me doy cuenta veo a Miguel y Alberto no nos siguen has decidido por su cuenta “atajar”, una vez mas a la Bastida sin referencia alguna. Lo importante es saber que somos dos menos. Tras una breve subida llegamos a lo que suponemos unos túmulos, pero en realidad son para machacar uva en la antigüedad. Como mínimo curioso, son similares a los túmulos funerarios de Aguilar de campo (Palencia). Toño se marca una danza para machara la uva que queda grabada para la posteridad. Llegados a Labastida la misma tónica subimos buscando el punto más alto donde admiramos la Ermita de Santo Cristo en el Cerro de la Mota y su casco histórico. Labastida es cuna de buenos vinos.
La furgo que ya está instalada en la plaza del pueblo en un bar donde nos atenderán de fábula, esperando hasta que terminemos de comer super amables. De quien no sabemos nada es del personal que ha atajado. Llamamos y rellamamos, por fin dan señales de vida.
.- Donde estáis
.- No sé, el camino se acabó llegamos al Ebro, atravesamos un viñedo llenos de tierra, no sabemos dónde estamos ni cuanto tardaremos hace un calor. Comer y no nos esperéis. (Alberto)
Descojone y preocupación,.
Comenzamos a comer, un queso muy rico, el vino de ayer de Toño, y algo que pedimos en el bar. A mas de media comida llegan dos desencajados ciclistas que no hablan siquiera, rojos como cangrejosl. Han tardado mas de 15 minutos en poder soltar palabra. La cara de Miguel lo dice todo, solo habla y poco, Alberto. Sudan y están coloraos como cangrejos. Por fin beben y comen algo y ya les cambia la cara de color. Cosas de cerezales que demuestran que no siempre el asfalto es la mejor opción sobre todo si no sabes a dónde vas. Lo sentimos por ellos, pero nos dio unos ataques de risa que se oyeron desde Logroño, y como fin de fiesta unos pacharanes que pedimos y la señora nos los ofreció casero hasta que se acabaron las existencias, estaba todo para la mano. Impresionante recuerdo de la Bastida.
Tras este episodio no hay duda de quien cogió la furgo, el chofer oficial que en su “atajo aventura riojana”.
Lo que resto desde aquí a Haro un paseo triunfal y un fin de fiesta muy recomendable, dejamos Labastida por asfalto y damos un pequeño rodeo para acercarnos por tierra al puente romano y despedirnos del rio Ebro en este punto. Los letreros del GR99 camino natural del Ebro nos han acompañado, pero esa es otra historia para otra ocasión. En el camino un crucero de piedra y un letrero bajo unos árboles que dice textualmente “el descanso del pastor” con un pequeño asiento donde nos hacemos fotos como si fuera una obra de arte. Callejeamos Haro y sus calles, aunque mas bien circunvalamos pues el hotel está a las afueras de modo que podamos cargar cómodamente y no tener dificultades. A la llegada el cámara montador oficial de pelis hace las fotos de rigor a cada uno de los participantes en pose solemne para luego completar la película prevista para el año …. dejemos lo aquí.
En el hotel la piscina esta seca y es un matrónimo mayor quien lo regenta. A algunos le ha tocado la habitación de Boom Jeis Boom 007 y no pierden ocasión de recordarlo.
Tenemos concertada una visita a la bodega Valenciso, donde una amble Carmen Enciso, socia principal, nos atiende durante más de dos horas contando historias de viñedos y vinos y donde realizamos una cata de vinos con un poco de queso y palitos más que recomendable tanto por la anfitriona como por la cata. Concluida la visita más menos 21:30 nos vamos al centro donde tenemos en un argentino la cena que pone punto final a la ruta anual.
Haro se encuentra con restricciones por lo que a las 00:00 todo cerrado.