2022.03.15- Valdició “Extrem”

Ruta para escudriñar las pistas que se ven salir desde el valle de Valdició. Es un valle "cerrado", por lo que es difícil encontrar una "salida" que no sea la carretera por la que se accede.
Salimos de Liérganes por la CA-260 hasta llegar a la desviación hacia Calseca y Valdició, donde la abandonamos y subimos por duras rampas de hormigón rayado y asfalto hasta llegar al "centro" del pueblo de Valdició, en el cruce de la escuela. Cogemos primero la pista que sube de frente, que nos llevará en fuerte subida por rampas de hormigón (con porcentajes de más del 30% en algunos momentos) hasta una cabaña donde muere el camino. Es una subida bonita de hacer, tanto por las vistas como por el trazado y desnivel. Volvemos por el mismo camino (rápida bajada) hasta el cruce de la escuela y nos desviamos hacia la izquierda por la carretera. Enseguida acaba el asfalto y encontramos pista de tierra y de hormigón, todo el rato en ascenso. Vamos viendo siempre de frente el objetivo: el collado de Brenacollado, desde donde podemos ver hacia un lado el valle de Valdició y, hacia el otro, el del Miera (con la carretera que asciende hasta el Portillo de Lunada). La última parte se hace dura, con trozos de grijo que no permiten levantarse del sillín para no perder agarre. Una vez superados estos tramos complicados, la cosa suaviza y el grijo deja paso a la tierra, llegando enseguida a Brenacollado. Podemos seguir por la pista que bordea la cordillera que separa el valle del Miera del de Valdició (con el mítico Pico Gusmagur en primer término), que alcanzamos en poco más de 500 metros. Pero la pista acaba ahí, junto a una cabaña. Vemos La Concha abajo, pero no hay ningún sendero o camino que nos permita llegar a ella. Por eso yo volví al collado y desde ahí decidí bajar por la vaguada que desciende hacia el Miera, con aproximadamente 1 km de terreno complicado, en el que algo podremos hacer sobre la bici, pero también con muchos tramos teniendo que poner pie a tierra. Al menos es en bajada y cuesta menos porque no hace falta echarla al hombro. Con cuidado entre piedras y escajos se alcanza la pista que nos dejará en La Concha. A partir de aquí todo el resto de la ruta será por asfalto, subiendo por la carretera de las cabañas pasiegas hasta el Mojón, junto al alto del Caracol, y desde allí descender por carretera hasta San Roque y después a Liérganes para acabar una ruta exigente por parajes preciosos. Moderada/difícil por el desnivel y por el tramo de descenso hasta La Concha.