2022-05-03 E02: Urnieta-Pamplona. DEL CANTABRICO AL MEDITERRANEO A TRAVES DE 8 INFRASTRUCTURAS E INGENIERIAS DEL PASADO

2022-05-03 E02: Urnieta-Pamplona. DEL CANTABRICO AL MEDITERRANEO A TRAVES DE 8 INFRASTRUCTURAS E INGENIERIAS DEL PASADO

Esta se enmarca dentro de la ruta DEL CANTABRICO AL MEDITERRANEO A TRAVES DE 8 INFRASTRUCTURAS E INGENIERIAS DEL PASADO
https://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=103299600
Esta 2ª etapa nos lleva por la primera obra de ingeniería de las 8 previstas para esta gran ruta, el ferrocarril de Plazaola 1902-1953. Este ferrocarril que unía las capitales Navarra y guipuzcoana, Pamplona - San Sebastián, funciono incansable cuatro décadas. No destacó por su importancia económica, pero fue muy popular a lo largo de todo su recorrido, donde se le conocía popularmente como “el Plazaola”, o “tren txiki”. La desaparecida ruta del Plazaola, cuya extinta calzada era el soporte de este carismático ferrocarril que nos ha permitido, acceder a través de un intrincado recorrido entre sierras, barrancos, montañas y llanadas hasta la ciudad de Pamplona corazón del antiguo reino de Navarra.
Realizadas las labores cotidianas, nos ponemos en marcha, el desayuno nos espera en el asador Oianume, a la salida de Urnieta. Tras el desayuno retomamos a escasos metros del asador el camino de enlace con la via del Plazaola a la que accederemos en las proximidades de Andoain como así reza en cartel indicador. Breve parada en el pueblo, es día de mercado y los puestos aún se están montando, son poco más de las 10 de la mañana. Desde Andoian comenzamos a penetrar en la fragosidad del barranco de Leizaran, en breve nos encontramos sumergidos en la naturaleza semisalvaje, continuando sinuoso camino cara a la muga con la vecina Navarra. Túneles como negros e inquietantes agujeros abiertos en la pared de las montañas, revestidos de ladrillo o sillería nos acompañan de manera constante, centrales hidroeléctricas ponen de manifiesto la utilidad del rio, es necesario llevar luz. El barranco cuajado de vegetación; musgos helechos, matorral y hayedo se disputan cada centímetro de suelo. Vamos ganando altura poco a poco camino de la zona de minas donde se extraía el mineral de hierro. Nos internamos cada vez más en la garganta, sucesión de puentes y túneles interminables obras maestra y del genio humano. Paramos en alguna fuente a repostar. Las e-bike disfrutan de este terreno sencillo, las pulmonares no les vamos a la zaga. Con Leitza a la vista abandonamos la caja momentáneamente para entrar en el pueblo y tomar un pinchin. Leitza, estación situada a 399 mts de altura, idéntica a todas las demás estaciones, solida. En el pueblo, llamativas construcciones de arquitectura robusta de piedra gris azulada que se funden con los intenso verde de su alrededor, el día no luce sol, el contraste del cielo azul esta ausente, por lo que la sensación de tristeza invade el lugar, en su plaza múltiples pintadas, estamos en un pueblo del interior de Navarra de costumbres arraigadas. La lengua vernácula es el euskera como bien pudimos comprobar en la tasca en que tomamos el café. La salida de Leitza en busca de la caja del tren se hace corta pero intensa, atrás dejamos un lavadero chulísimo que merece una parada. Una vez sobre la via, la traza comienza a describir un puerto para encaramarse en la divisoria de las aguas del Cantábrico-Ebro. Camino de Lecumberri lo más reseñable aparte de lo indicado es el túnel más largo de uno tres kilometros que sin luz no pasaríamos de manera segura, y como no, llega el primer pinchazo ¿de quién?, si ese Miguelin que aun con moco en la rueda trasera pincha la delantera, es su sino, después de dejar atrás un andante de la Rea Sociedad (futbol) que nos vuelve a adelantar, esperemos no sea presagio para el futbol (ja,ja). La segunda es que las cámaras son válvula fina y las que lleva son de gorda, entre todos tenemos para solucionar.
Llegados a Lekumberri paramos sobre la estación hoy convertida en oficina de turismo y decidimos parar a comer el menú del día en uno de los bares a orilla de la carretera. Es de reseñar la atención de las camareras, ágil y rico todo.
Dejamos LuKumberri siguiendo el rio Larrau, al poco del inicio, un bonito lugar con piedras grandes redondas tipo de molino donde Toño hace una de sus fotos y una cascada junto a lo que fue un molino llama nuestra atención. Lo siguiente que nos encontramos a nuestro paso es el desfiladero de las dos Hermanas, próximo a Irurtuzun y la modificación del trazado de la via por una pista muy buena que parece de reciente construcción para evitar un túnel cerrado. Desde este punto salvo pequeños detalles como: una buena “leche” bajando al encontrarme un ciclista enfrente que ocupaba el lado bueno y me metí de lleno en un bache de agua que clavo la rueda delantera en él y salí volando, algún viaducto, un templo budista, la pequeña ermita próxima a Oteiza en la que dejamos atrás a parte del personal y un ciclista al que le preguntan si nos ha visto y al que hemos saludado a nuestro pase les dice que no nos ha visto. El monumento al Plazaola, un discreto arco marca la proximidad de Pamplona a la que entramos por el parque de la Runa y la playa de la magdalena para pasear su centro en bici, la plaza de toros, el monumento a los encierros y unas cañas en la plaza del castillo, donde olvide las gafas, antes de irnos al ayuntamiento y dar vuelta alrededor de la ciudadela para irnos al hotel donde ya esperan la furgo. Tras la ducha de rigor y la hidratación (cañas), nos vamos a la parte vieja de pinchos y a cenar alguna cosilla.
Loguistica: Hoy Miguelin llevo la furgoneta hasta Leitza una vez allí fue en nuestra contra. En Leitza seguimos todos hasta Lecumberry y allí después de comer regresaron a por la furgo Alberto y Lusin que no se encontraba muy bien para ir hasta Pamplona.
Etapa sin dificultad técnica buenas pistas y caminos, física podemos decir la derivada de los kilometros y una subida larga pero muy tendida. (el desnivel positivo que indica el GPS son unos 1200 mts )