2023-05-29 Dibujando Asturias. E4 Gijon-Aviles
near La Pipa, Asturias (España)
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Itinerary description
Esta ruta encaja dentro del proyecto de dibujar la periferia de Asturias, costa e interior más una linea central (Gr-109) en total unos1300 kmts aprox. a realizar por tramos y con paciencia.
Para el segundo tramo realizamos una salida de día, Gijon-Avilés y regreso.
1ª y única etapa de este segundo tramo Gijon-Aviles.
Circulamos por tierras conocidas ya que estamos próximos a casa, viajamos próximos a la costa en continuos toboganes, poco asfalto, sendas y pistas son nuestra compañía hoy tramo prácticamente ciclable es su totalidad salvo unos pocos metros en puerto Llampero y un corto tramo que se cicla, pero entre pinchos(toxos) después del descargadero de mineral en el cabo Negro.
Retornamos a la ruta en el puente del piles donde concluimos el primer tramo Unquera-Gijon.
Paseo Urbano por la playa de San Lorenzo, día soleado, cielo azul intenso. Se disfruta la mañana con buenas vistas de la bahía de Gijón. Al final del muro (paseo) la iglesia de San Pedro pone fin al mismo y se inicia corta subida hasta el Cerro de Santa Catalina, en la península del mismo nombre, donde se ubica el Elogio al Horizonte obra de Chillida. Atravesamos el pequeño parque por el que a esta temprana hora ya transita el personal de paseo, alcanzando otro amplio paseo gijonés, el puerto deportivo con las dársenas de Fomento y Fomentín. Los amarres de las embarcaciones de coloridos vistosos, el agua limpia el cielo azul con el contraste de la montaña y las chimeneas rojiblanca de Aboño conforman todo un espectáculo. Al final de los embarcaderos se inicia la segunda playa urbana de Gijon, Poniente. Tomamos un carril bici que por medio del parque de Moreda nos conduce hasta el barrio del Natahoyo, donde se ubica la tercera playa urbana de Gijon, el Arbeyal.
En este punto abandono el carril bici y me adentro en la zona portuaria de Gijon, el Musel, donde destaca en el cielo la torre de seguridad marítima. Asciendo a la Campa Torres, por los barrios de Portuarios y el Muselin, antiguas barriadas de pescadores y como dice su nombre trabajadores portuarios. Gano altura rápidamente por fuerte pendientes hasta la Campa Torres donde me saludan las enormes y esféricas botellas de gas, antes de acceder al yacimiento arqueológico, el vértice geodésico y el faro. Las vistas sobre Gijon y la costa son espectaculares, Aboño, Xivares, Perlora, Candas, etc. Al alcance de la mirada y máxime si el día acompaña como es el caso.
Vuelvo sobre mis rodadas hasta desviarme por un estrecho sendero con bastante piedra al final del mismo que me deposita en la carretera, en el final de la ría de Aboño donde se ubica el parque de carbones de Aceralia y la C.T. de Aboño. Cruzo la carretera y en breve tomo un desvío a la derecha entre vías y naves que con buenos repechos me lleva por un tramo del camino de Santiago hasta coronar en el alto de Aboño. Estamos en el concejo de Carreño. Atrás queda la industria, aquí se inicia un tramo de costa sin excesivos sobresaltos, caminos y sendas siempre con vistas al mar.
Corto descenso con vista a la desembocadura de la ría de Aboño, el parque de mineral del Musel y la playa de Peña María. A la izquierda el arenal de Xivares con los primeros bañistas, un camino estrecho de firme irregular pone a prueba nuestra habilidad para ascender y nos encamina a la urbanización de Xivares, la cual atravesamos y dejamos a nuestra derecha con buenas vistas de la misma para iniciar la senda norte, senda que recorre parte del litoral asturiano. Esta senda se inicia aprovechando la caja del antiguo ferrocarril Gijón-Avilés, "El Carreño". Imaginar el trayecto por el borde de los acantilados entre el mar y la montaña, es de por si una gozada. La senda presenta un puente y un par de túneles. Al final del segundo túnel, ante nosotros, lo que en su día fue un centro vacacional de referencia hoy convertido por la desidia de los sucesivos gobiernos asturianos y central en un lamentable estado de abandono, con chalés declarados en ruina, e instalaciones cerradas.
Cierto es que sus playas coquetas y de aguas cristalinas siguen recibiendo usuarios que se acercan a disfrutar de sus áreas de recreo y pasear. Hoy es lunes y los restos de domingueros parrilleros se hacen visibles, mientras cuatro brigadas de limpieza tratan de poner cara a tal desaguisado.
El ultimo adiós a Perlora se lo doy mirando a Candas entre eucaliptos, preciosa vista. Candas. enclave turístico con gran pasado marinero de tradición conservera. Recorro Candas por su paseo marítimo y me acerco al puerto antes de iniciar la subida por el centro del pueblo hasta la punta de San Antonio con preciosas panorámicas del puerto y la costa, junto un par de cañones y varias estatuas de bronce. Al final del paseo la capilla de San Antonio de Padua y el Faro ubicado sobre el acantilado. Abandono Candas pegado al mar, asciendo al cementerio de san Bernardo (Candas) y por amplia pradería, aun sin segar, bajo hasta la playa de Antromero entrando en el concejo de Gozón.
Playa de canto rodado, no es bajamar, asi que cruzo el riachuelo y subo empinada pradería que me lleva a la ermita de San Pedro, altozano y atalaya sobre la playa, antes de salir a la carretera que abandono enseguida para recorrer esta pequeña península, Punta Sobrado y la Punta del Cabritu, pegado a la mar por senda estrechita junto a pequeñas fincas de labor y recreo con vistas excepcionales de la rasa costera, incluida la playa de Cristal (Bigaral) por los desechos allí depositados durante año por una industria del cristal. De nuevo salgo a la carretera, corto tramo. El descenso del Alto del Monte deja ante mi la vista de la isla del Carmen con su capillita de novela con Luanco como telón de fondo, pero antes de llegar tengo la playa de Aramar y lo que yo creo fueron naves de astilleros, donde luce una barca y el esqueleto de un barco que nos trasporta a tiempo de piratas y naufragios. Bordeo las naves, cruzo pequeño puente sobre riachuelo y empinada cuesta por pradera me sacan a la playa de Ribera, afamada por los torneos de tenis, estoy en Luanco, como ya delataron las vistas previamente.
Luanco localidad marinera reconvertida hoy en ciudad turística. Es visita obligada la Iglesia de Santa María, barroca, la Torre del Reloj entre otras. Entro en Luanco por el paseo marítimo y las calles peatonales que me dan de bruces con la Iglesia de Santa María y la playa de Luanco retranqueada por singulares chalets y culminada en un pequeño parque, donde hoy un grupo de escolares disfruta del día soleado y supongo que su final de curso en breve. Tras el parque el puerto. Dejo Luanco en busca de la senda costera Luanco-Bañugues. Senda de firme variable, 100% ciclable con algún repecho fuerte y algunas escaleras semi comidas, vistas inmejorables y camino próximo al mar para hacer las delicias de los sentidos y la bicicleta. Me desvío al saliente "Punta la Vaca", esta pequeña punta aparte de ser una atalaya impresionante, cuentan que es uno de los mejores puntos para la observación de aves marinas. La senda me conduce sin perdida hasta la ensenada de Moniello, playa de canto rodado con escaleras para acceder al área recreativa, que omito dando un pequeño rodeo por la carretera que me deja en el área. Hay de todo, bancos con mesas, zonas verdes, amplio aparcamiento, inmejorables vistas, un bar restaurante bien puesto, hoy abierto, gente tomando el sol y disfrutando de tan magnifico día. Me parece un buen sitio para tomar una cerveza y comer algo, pero…. solo hay empanada, tomo un trozo mientras descanso, disfruto de las vistas y el cielo azul intenso. Zona está muy concurrida, aunque la playa no valga gran cosa, siempre está el prado. Tras el breve descanso, continúo rodando por senda con buenas vistas de costa. Hasta Bañugues zona fácil y cómoda de ciclar.
La ensenada de Bañugues con un gran entrante de mar presenta un aspecto chulo, con un gran arenal en bajamar y final en pradería con varios restaurantes y aparcamiento. El pueblo luce en el lado opuesto a nuestra llegada como aldea rural. Llegado a la playa salgo a la carretera bordeando por completo la ensenada, al final de la recta abandono el asfalto en busca del sendero costero ahora estrechito y pegado a la mar que me lleva a la punta Roballera. Aquí esperaba a un compañero y amigo, pero, hoy me cambió por la huerta, adiós Luisin adiós.
La subida al alto del monte marca el inicio del final de la rasa costera de Gozón de perfil bajo que ofrece un rodar relativamente cómodo. Me acerco al cabo Peñas, los acantilados crecen y las sendas son más exigentes.
En el Monte conecto un pequeño tramo de carretera que abandono en el mirador de Llumeres para bajar hasta la playa y Mina de Llumeres. Yacimiento de hierro de Llumeres como reza el cartel indicador que tenemos en el mirador. Hoy tanto, la mina como el puerto de Llumeres en estado de ruina, se consideran conjunto histórico industrial. Hay gente pescando y tomando el sol en la arena cuasi rojiza de la playa. Varios edificios hablan de la actividad que aquí hubo en un tiempo no muy lejano.
Para salir de Llumeres fuerte rampa que me lleva hasta el pueblo de Viodo, sin apenas tocar el mismo me voy en busca de su playa, rápidamente se pierde altura, el camino se convierte en senda, cruzo un pequeño arroyo que desemboca en la playa. Playa de guijarros negros en la que alguna vez me bañe, encajonada entre fuertes acantilados, acceso complejo a la misma. La salida de ella la realizo por una senda estrecha tomada por la hierba, pero ciclable, chula, divertida, gano altura de manera rápida hasta volver a la rasa costera cerca del Cabo Peñas atraves de una casería de ganado, en donde conecto con la carretera que me lleva al faro-museo, el bar, todo ello cerrado, el cabo y la senda del cabo peñas.
Espectacular lugar, Cabo Peñas, icono del Principado visita obligada de turistas y amigos de la mar. Complejo de acantilados de elevada altura con el faro más importante y de mayor alcance del litoral asturiano. Bien se podría rodar cualquier película de piratas, tormentas, naufragios y monstruos marinos en estos acantilados y sus islotes aledaños que lucen espectaculares bajo el cielo azul.
Infinidad de carteles te ponen al día de lo que hay o deja de haber.
Recorrer el Cabo Peñas es recorrer acantilados, inicio por pasarela de madera que concluye en seguida para dar paso aun tramo de piedra y senda caprichosa que hace las delicias de la bici. Aparecen las espinas que tratan de conquistar los caminos. Este tramo hasta el vértice geodésico de la Granda si no te gusta los caminos complejos lo puedes omitir, pero te perderas un tramo de costa singular. De aquí el camino mejora y me lleva al área recreativa de Ferreros, atalaya y balcón abierto al mar. Poco mas adelante un hotelito muy coqueto es otro impresionante balcón sobre este decorado. Desde Ferreros continuo por caminos y sendas que me llevan a la Loma del Cuervo, espectacular mirador sobre el arenal de Verdicio, y el litoral. Sendas estrechitas y divertidas me acercan al arenal de Verdicio donde esta semiabierto un pequeño bareto (esta preparando para abrir) con mesa y mucha gente que aprovecha el día y el servicio involuntario, niños en pequeñas piscinas, pandillas de estudiantes y alguna pareja son mi compañía. Me paro a tomar otra cerveza y a falta de algo que llevarme a la boca opto por un kit-kat que es lo que tienen, aparte de patatitas. Verdicio es uno de esos arenales, tres en uno (Verdicio, Canciega y Aguilera) imposibles en verano por accesos y servicios. Mientras degusto la cerveza observo el acantilado que he de subir para continuar ruta hacia puerto Llampero donde una riada acabo con el restaurante que allí se ubicaba, encajonado, coqueto sorprendente lugar.
Dejo Verdicio bordeando su playa y cruzando el rio por puente de madera, empinada cuesta de buen firme me lleva hasta la Granda, pequeño poblado donde dos personas sentadas a la orilla de la carretera me saludan afablemente. Corta bajada hasta la ensenada de Puerto Llampero, encajonado entre el mar y las montañas. Llego a lo que fue el aparcamiento del restaurante Molín del Puerto y que una riada lo destrozó por completo. Aquí sale un sendero que me obliga a desmontar por primera vez en el día, escalones de tubo de hierro redondo y bastante pendiente hacen que tenga que portear un tramo muy corto. A mi derecha dejo un pequeño mirador sobre la ensenada. Llegado al pequeño altozano, ya sobre la bici desciendo entre arbustos a salir a una zona de praderías sin segar donde un riego de hierba aplastada me sirve de orientación, si bien sé que tengo que irme a la izquierda en busca de la pista que me ha de llevar al Cabo Negro y el cargadero de mineral que ya se vislumbraba desde antes de Verdicio.
Sin mucho esfuerzo llego al cargadero de mineral, en las proximidades del Cabo Negro. Instalación que hoy sería impensable, básicamente se trataba de un teleférico que arrojaba al mar desde los acantilados toneladas de residuos industriales. Se trataba de un trazado singular de varios kilómetros que concluía en el edificio de hormigón que hoy preside los acantilados por los que caían al mar toneladas de residuos. El lugar es un auténtico despropósito y basurero, pintadas y basura por doquier. Busco alternativa para continuar ya que la basura y la maleza no dejan paso alguno, a la derecha del cargadero veo una pequeña sendita poco marcada, la sigo e inicialmente funciona bien, me acerca al Cabo Negro, supongo que asi denominado por la pizarra que se observa, y me deja sobre la playa del descargadero de mineral, oscura, sombría. Continuo entre hierbazales sin segar poco marcados hasta que tras pasar el cabo me meto en un camino estrecho cerrado en espineras (toxos), que si bien no me bajo de la bici, creo que es porque me pincho menos asi, no es mucho tamo pero me deja las piernas calientes y picante de narices. Si llegas al cargadero poco antes sale una pista que puede ser una buena alternativa y al final conecta con mi track. Un pequeño tramo para relajarse de los pinchazos recibido, las vistas de los acantilados, el arenal y el paisaje dunar de Xago sirven para curarlo todo, aunque el día se haya oscurecido un poquito. Al fondo cabalgando las olas un nutrido grupo de surferos disfruta del mar. Arriba sobre el acantilado paseantes buscan alternativas para bajar a la playa, hoy los parapentes están ausentes. Continuo por las casas de Xago a bajar al extenso arenal.
Me doy una vueltecita por él, hasta el chiringuito y la playa, me aproximo a la zona donde se ubican los surfistas. Recorro el arenal por la carretera y camino arbolados con aparcamiento y bares, adyacentes a la playa, hasta iniciar el ascenso a la capilla de San Juan.
Xagó impresionante arenal dorado con dunas catalogadas y protegidas, playa muy concurrida con fuerte oleaje, abierta y expuesta al nordeste.,
Dejo Xago en busca de la península de San Juan, a mi izquierda una coqueta capillita llama mi atención, la Capilla de San Juan de Nieva. Poco más adelante en una vaquería, el asfalto se acaba, entro de lleno en los caminos de la península. Primero por pista que abandono para irme junto al mar por senderos estrechos sin perder de vista, en ningún momento, el faro de San Juan. Ojo, estos caminos se cierran en espineras de vez en cuando, no muy altos por lo que se cicla sin pincharse, en demasía.
Antes de llegar al faro me acerco a la punta de la Forcada, impresionante arenal el de salinas, espectacular ría de Aviles, fabulo Faro de san Juan, ubicado en la Punta del Castillo margen oriental de la entrada a la ría de Avilés, en otros tiempos defensa de los ataques de corsarios ingleses. Corta y sosegada parada en el faro, la ruta casi toca su fin, un paseo llano, sin sobresaltos me llevara a Aviles por la margen de la ría pasando por la playa de San Balandrán, Zeluán, El Emballo y El Arañón. Ruedo por asfalto. Un barco pesquero entra por la ría. Paso la zona industrial y por último el centro Niemeyer pone el colofón a la ruta que concluyo en la estación de RENFE tomando un ultimo tragó con mi amigo y compañero Enrique que ha venido hacerme compañía mientras espero el vehículo de regreso a casa.
Lo más llamativo o curioso de Aviles en relación con esta ruta o trazado de costa es que no tiene litoral costero simplemente su ría al entrar y salir de Avilés.
Ruta larga, con todo tipo de terrenos ampliamente ciclable la que considero física y técnicamente moderada. Los tramos más complejos tienen alternativa o se pueden evitar.
Para el segundo tramo realizamos una salida de día, Gijon-Avilés y regreso.
1ª y única etapa de este segundo tramo Gijon-Aviles.
Circulamos por tierras conocidas ya que estamos próximos a casa, viajamos próximos a la costa en continuos toboganes, poco asfalto, sendas y pistas son nuestra compañía hoy tramo prácticamente ciclable es su totalidad salvo unos pocos metros en puerto Llampero y un corto tramo que se cicla, pero entre pinchos(toxos) después del descargadero de mineral en el cabo Negro.
Retornamos a la ruta en el puente del piles donde concluimos el primer tramo Unquera-Gijon.
Paseo Urbano por la playa de San Lorenzo, día soleado, cielo azul intenso. Se disfruta la mañana con buenas vistas de la bahía de Gijón. Al final del muro (paseo) la iglesia de San Pedro pone fin al mismo y se inicia corta subida hasta el Cerro de Santa Catalina, en la península del mismo nombre, donde se ubica el Elogio al Horizonte obra de Chillida. Atravesamos el pequeño parque por el que a esta temprana hora ya transita el personal de paseo, alcanzando otro amplio paseo gijonés, el puerto deportivo con las dársenas de Fomento y Fomentín. Los amarres de las embarcaciones de coloridos vistosos, el agua limpia el cielo azul con el contraste de la montaña y las chimeneas rojiblanca de Aboño conforman todo un espectáculo. Al final de los embarcaderos se inicia la segunda playa urbana de Gijon, Poniente. Tomamos un carril bici que por medio del parque de Moreda nos conduce hasta el barrio del Natahoyo, donde se ubica la tercera playa urbana de Gijon, el Arbeyal.
En este punto abandono el carril bici y me adentro en la zona portuaria de Gijon, el Musel, donde destaca en el cielo la torre de seguridad marítima. Asciendo a la Campa Torres, por los barrios de Portuarios y el Muselin, antiguas barriadas de pescadores y como dice su nombre trabajadores portuarios. Gano altura rápidamente por fuerte pendientes hasta la Campa Torres donde me saludan las enormes y esféricas botellas de gas, antes de acceder al yacimiento arqueológico, el vértice geodésico y el faro. Las vistas sobre Gijon y la costa son espectaculares, Aboño, Xivares, Perlora, Candas, etc. Al alcance de la mirada y máxime si el día acompaña como es el caso.
Vuelvo sobre mis rodadas hasta desviarme por un estrecho sendero con bastante piedra al final del mismo que me deposita en la carretera, en el final de la ría de Aboño donde se ubica el parque de carbones de Aceralia y la C.T. de Aboño. Cruzo la carretera y en breve tomo un desvío a la derecha entre vías y naves que con buenos repechos me lleva por un tramo del camino de Santiago hasta coronar en el alto de Aboño. Estamos en el concejo de Carreño. Atrás queda la industria, aquí se inicia un tramo de costa sin excesivos sobresaltos, caminos y sendas siempre con vistas al mar.
Corto descenso con vista a la desembocadura de la ría de Aboño, el parque de mineral del Musel y la playa de Peña María. A la izquierda el arenal de Xivares con los primeros bañistas, un camino estrecho de firme irregular pone a prueba nuestra habilidad para ascender y nos encamina a la urbanización de Xivares, la cual atravesamos y dejamos a nuestra derecha con buenas vistas de la misma para iniciar la senda norte, senda que recorre parte del litoral asturiano. Esta senda se inicia aprovechando la caja del antiguo ferrocarril Gijón-Avilés, "El Carreño". Imaginar el trayecto por el borde de los acantilados entre el mar y la montaña, es de por si una gozada. La senda presenta un puente y un par de túneles. Al final del segundo túnel, ante nosotros, lo que en su día fue un centro vacacional de referencia hoy convertido por la desidia de los sucesivos gobiernos asturianos y central en un lamentable estado de abandono, con chalés declarados en ruina, e instalaciones cerradas.
Cierto es que sus playas coquetas y de aguas cristalinas siguen recibiendo usuarios que se acercan a disfrutar de sus áreas de recreo y pasear. Hoy es lunes y los restos de domingueros parrilleros se hacen visibles, mientras cuatro brigadas de limpieza tratan de poner cara a tal desaguisado.
El ultimo adiós a Perlora se lo doy mirando a Candas entre eucaliptos, preciosa vista. Candas. enclave turístico con gran pasado marinero de tradición conservera. Recorro Candas por su paseo marítimo y me acerco al puerto antes de iniciar la subida por el centro del pueblo hasta la punta de San Antonio con preciosas panorámicas del puerto y la costa, junto un par de cañones y varias estatuas de bronce. Al final del paseo la capilla de San Antonio de Padua y el Faro ubicado sobre el acantilado. Abandono Candas pegado al mar, asciendo al cementerio de san Bernardo (Candas) y por amplia pradería, aun sin segar, bajo hasta la playa de Antromero entrando en el concejo de Gozón.
Playa de canto rodado, no es bajamar, asi que cruzo el riachuelo y subo empinada pradería que me lleva a la ermita de San Pedro, altozano y atalaya sobre la playa, antes de salir a la carretera que abandono enseguida para recorrer esta pequeña península, Punta Sobrado y la Punta del Cabritu, pegado a la mar por senda estrechita junto a pequeñas fincas de labor y recreo con vistas excepcionales de la rasa costera, incluida la playa de Cristal (Bigaral) por los desechos allí depositados durante año por una industria del cristal. De nuevo salgo a la carretera, corto tramo. El descenso del Alto del Monte deja ante mi la vista de la isla del Carmen con su capillita de novela con Luanco como telón de fondo, pero antes de llegar tengo la playa de Aramar y lo que yo creo fueron naves de astilleros, donde luce una barca y el esqueleto de un barco que nos trasporta a tiempo de piratas y naufragios. Bordeo las naves, cruzo pequeño puente sobre riachuelo y empinada cuesta por pradera me sacan a la playa de Ribera, afamada por los torneos de tenis, estoy en Luanco, como ya delataron las vistas previamente.
Luanco localidad marinera reconvertida hoy en ciudad turística. Es visita obligada la Iglesia de Santa María, barroca, la Torre del Reloj entre otras. Entro en Luanco por el paseo marítimo y las calles peatonales que me dan de bruces con la Iglesia de Santa María y la playa de Luanco retranqueada por singulares chalets y culminada en un pequeño parque, donde hoy un grupo de escolares disfruta del día soleado y supongo que su final de curso en breve. Tras el parque el puerto. Dejo Luanco en busca de la senda costera Luanco-Bañugues. Senda de firme variable, 100% ciclable con algún repecho fuerte y algunas escaleras semi comidas, vistas inmejorables y camino próximo al mar para hacer las delicias de los sentidos y la bicicleta. Me desvío al saliente "Punta la Vaca", esta pequeña punta aparte de ser una atalaya impresionante, cuentan que es uno de los mejores puntos para la observación de aves marinas. La senda me conduce sin perdida hasta la ensenada de Moniello, playa de canto rodado con escaleras para acceder al área recreativa, que omito dando un pequeño rodeo por la carretera que me deja en el área. Hay de todo, bancos con mesas, zonas verdes, amplio aparcamiento, inmejorables vistas, un bar restaurante bien puesto, hoy abierto, gente tomando el sol y disfrutando de tan magnifico día. Me parece un buen sitio para tomar una cerveza y comer algo, pero…. solo hay empanada, tomo un trozo mientras descanso, disfruto de las vistas y el cielo azul intenso. Zona está muy concurrida, aunque la playa no valga gran cosa, siempre está el prado. Tras el breve descanso, continúo rodando por senda con buenas vistas de costa. Hasta Bañugues zona fácil y cómoda de ciclar.
La ensenada de Bañugues con un gran entrante de mar presenta un aspecto chulo, con un gran arenal en bajamar y final en pradería con varios restaurantes y aparcamiento. El pueblo luce en el lado opuesto a nuestra llegada como aldea rural. Llegado a la playa salgo a la carretera bordeando por completo la ensenada, al final de la recta abandono el asfalto en busca del sendero costero ahora estrechito y pegado a la mar que me lleva a la punta Roballera. Aquí esperaba a un compañero y amigo, pero, hoy me cambió por la huerta, adiós Luisin adiós.
La subida al alto del monte marca el inicio del final de la rasa costera de Gozón de perfil bajo que ofrece un rodar relativamente cómodo. Me acerco al cabo Peñas, los acantilados crecen y las sendas son más exigentes.
En el Monte conecto un pequeño tramo de carretera que abandono en el mirador de Llumeres para bajar hasta la playa y Mina de Llumeres. Yacimiento de hierro de Llumeres como reza el cartel indicador que tenemos en el mirador. Hoy tanto, la mina como el puerto de Llumeres en estado de ruina, se consideran conjunto histórico industrial. Hay gente pescando y tomando el sol en la arena cuasi rojiza de la playa. Varios edificios hablan de la actividad que aquí hubo en un tiempo no muy lejano.
Para salir de Llumeres fuerte rampa que me lleva hasta el pueblo de Viodo, sin apenas tocar el mismo me voy en busca de su playa, rápidamente se pierde altura, el camino se convierte en senda, cruzo un pequeño arroyo que desemboca en la playa. Playa de guijarros negros en la que alguna vez me bañe, encajonada entre fuertes acantilados, acceso complejo a la misma. La salida de ella la realizo por una senda estrecha tomada por la hierba, pero ciclable, chula, divertida, gano altura de manera rápida hasta volver a la rasa costera cerca del Cabo Peñas atraves de una casería de ganado, en donde conecto con la carretera que me lleva al faro-museo, el bar, todo ello cerrado, el cabo y la senda del cabo peñas.
Espectacular lugar, Cabo Peñas, icono del Principado visita obligada de turistas y amigos de la mar. Complejo de acantilados de elevada altura con el faro más importante y de mayor alcance del litoral asturiano. Bien se podría rodar cualquier película de piratas, tormentas, naufragios y monstruos marinos en estos acantilados y sus islotes aledaños que lucen espectaculares bajo el cielo azul.
Infinidad de carteles te ponen al día de lo que hay o deja de haber.
Recorrer el Cabo Peñas es recorrer acantilados, inicio por pasarela de madera que concluye en seguida para dar paso aun tramo de piedra y senda caprichosa que hace las delicias de la bici. Aparecen las espinas que tratan de conquistar los caminos. Este tramo hasta el vértice geodésico de la Granda si no te gusta los caminos complejos lo puedes omitir, pero te perderas un tramo de costa singular. De aquí el camino mejora y me lleva al área recreativa de Ferreros, atalaya y balcón abierto al mar. Poco mas adelante un hotelito muy coqueto es otro impresionante balcón sobre este decorado. Desde Ferreros continuo por caminos y sendas que me llevan a la Loma del Cuervo, espectacular mirador sobre el arenal de Verdicio, y el litoral. Sendas estrechitas y divertidas me acercan al arenal de Verdicio donde esta semiabierto un pequeño bareto (esta preparando para abrir) con mesa y mucha gente que aprovecha el día y el servicio involuntario, niños en pequeñas piscinas, pandillas de estudiantes y alguna pareja son mi compañía. Me paro a tomar otra cerveza y a falta de algo que llevarme a la boca opto por un kit-kat que es lo que tienen, aparte de patatitas. Verdicio es uno de esos arenales, tres en uno (Verdicio, Canciega y Aguilera) imposibles en verano por accesos y servicios. Mientras degusto la cerveza observo el acantilado que he de subir para continuar ruta hacia puerto Llampero donde una riada acabo con el restaurante que allí se ubicaba, encajonado, coqueto sorprendente lugar.
Dejo Verdicio bordeando su playa y cruzando el rio por puente de madera, empinada cuesta de buen firme me lleva hasta la Granda, pequeño poblado donde dos personas sentadas a la orilla de la carretera me saludan afablemente. Corta bajada hasta la ensenada de Puerto Llampero, encajonado entre el mar y las montañas. Llego a lo que fue el aparcamiento del restaurante Molín del Puerto y que una riada lo destrozó por completo. Aquí sale un sendero que me obliga a desmontar por primera vez en el día, escalones de tubo de hierro redondo y bastante pendiente hacen que tenga que portear un tramo muy corto. A mi derecha dejo un pequeño mirador sobre la ensenada. Llegado al pequeño altozano, ya sobre la bici desciendo entre arbustos a salir a una zona de praderías sin segar donde un riego de hierba aplastada me sirve de orientación, si bien sé que tengo que irme a la izquierda en busca de la pista que me ha de llevar al Cabo Negro y el cargadero de mineral que ya se vislumbraba desde antes de Verdicio.
Sin mucho esfuerzo llego al cargadero de mineral, en las proximidades del Cabo Negro. Instalación que hoy sería impensable, básicamente se trataba de un teleférico que arrojaba al mar desde los acantilados toneladas de residuos industriales. Se trataba de un trazado singular de varios kilómetros que concluía en el edificio de hormigón que hoy preside los acantilados por los que caían al mar toneladas de residuos. El lugar es un auténtico despropósito y basurero, pintadas y basura por doquier. Busco alternativa para continuar ya que la basura y la maleza no dejan paso alguno, a la derecha del cargadero veo una pequeña sendita poco marcada, la sigo e inicialmente funciona bien, me acerca al Cabo Negro, supongo que asi denominado por la pizarra que se observa, y me deja sobre la playa del descargadero de mineral, oscura, sombría. Continuo entre hierbazales sin segar poco marcados hasta que tras pasar el cabo me meto en un camino estrecho cerrado en espineras (toxos), que si bien no me bajo de la bici, creo que es porque me pincho menos asi, no es mucho tamo pero me deja las piernas calientes y picante de narices. Si llegas al cargadero poco antes sale una pista que puede ser una buena alternativa y al final conecta con mi track. Un pequeño tramo para relajarse de los pinchazos recibido, las vistas de los acantilados, el arenal y el paisaje dunar de Xago sirven para curarlo todo, aunque el día se haya oscurecido un poquito. Al fondo cabalgando las olas un nutrido grupo de surferos disfruta del mar. Arriba sobre el acantilado paseantes buscan alternativas para bajar a la playa, hoy los parapentes están ausentes. Continuo por las casas de Xago a bajar al extenso arenal.
Me doy una vueltecita por él, hasta el chiringuito y la playa, me aproximo a la zona donde se ubican los surfistas. Recorro el arenal por la carretera y camino arbolados con aparcamiento y bares, adyacentes a la playa, hasta iniciar el ascenso a la capilla de San Juan.
Xagó impresionante arenal dorado con dunas catalogadas y protegidas, playa muy concurrida con fuerte oleaje, abierta y expuesta al nordeste.,
Dejo Xago en busca de la península de San Juan, a mi izquierda una coqueta capillita llama mi atención, la Capilla de San Juan de Nieva. Poco más adelante en una vaquería, el asfalto se acaba, entro de lleno en los caminos de la península. Primero por pista que abandono para irme junto al mar por senderos estrechos sin perder de vista, en ningún momento, el faro de San Juan. Ojo, estos caminos se cierran en espineras de vez en cuando, no muy altos por lo que se cicla sin pincharse, en demasía.
Antes de llegar al faro me acerco a la punta de la Forcada, impresionante arenal el de salinas, espectacular ría de Aviles, fabulo Faro de san Juan, ubicado en la Punta del Castillo margen oriental de la entrada a la ría de Avilés, en otros tiempos defensa de los ataques de corsarios ingleses. Corta y sosegada parada en el faro, la ruta casi toca su fin, un paseo llano, sin sobresaltos me llevara a Aviles por la margen de la ría pasando por la playa de San Balandrán, Zeluán, El Emballo y El Arañón. Ruedo por asfalto. Un barco pesquero entra por la ría. Paso la zona industrial y por último el centro Niemeyer pone el colofón a la ruta que concluyo en la estación de RENFE tomando un ultimo tragó con mi amigo y compañero Enrique que ha venido hacerme compañía mientras espero el vehículo de regreso a casa.
Lo más llamativo o curioso de Aviles en relación con esta ruta o trazado de costa es que no tiene litoral costero simplemente su ría al entrar y salir de Avilés.
Ruta larga, con todo tipo de terrenos ampliamente ciclable la que considero física y técnicamente moderada. Los tramos más complejos tienen alternativa o se pueden evitar.
Waypoints
Waypoint
16 ft
E4 004 palya del Arbeyal
5 m
Waypoint
0 ft
E4 004 Playa de Poniente
Playa de Poniente
Waypoint
145 ft
E4 005 El Muselín (portuarios/pescadores)
El Muselín
Waypoint
25 ft
E4 007 Parque carbones y C.Termica de Aboño.
Salida parque de Aboño. Entrada concejo de Carreño.
Waypoint
226 ft
E4 008 Camino Santiago
Camino Santiago
Waypoint
98 ft
E4 018 Ermita de San Pedro
Ermita de San Pedro
Waypoint
0 ft
E4 026 Área Recreativa Parque-Playa de Moniello
Área Recreativa Parque-Playa de Moniello
Waypoint
0 ft
E4 035 Playas de Verdicio, Aguilera y Carniciega
Verdicio. Playas de Verdicio, Aguilera y Carniciega
Waypoint
82 ft
E4 041 Vista Salinas y ria Aviles
Gozón
Waypoint
17 ft
E4 044 Playa de San Balandran
Playa de San Balandran
Waypoint
7 ft
E4 047 Estación / Apeadero RENFE-FEVE
Estación / Apeadero
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