2023-12-19 Laviana-Collao Pelugano-Cabañaquinta-Serrapio-Collaona-Laviana

Dejamos los coches en el polideprtivo de Laviana donde al finalizar la ruta nos podemos duchar. Mañana fría 2º bajo cero para iniciar. Nos vamos por la senda paralela a la carretera hasta Puente la Chalana y Entrialgo, donde abandonamos la carretera de la Colladona por la izquierda, primero por asfalto y luego por pista de tierra llana, fácil de ciclar, que nos lleva hasta Villoria. (se podría continuar por aquí hasta las proximidades del Llanu la Tabla, pero la idea es volver por ese camino) Atravesamos Villoria y salimos a la carretera, próximos al Llanu la Tabla nos desviamos a la izquierda por asfalto que ya pica más fuerte hacia Les Cueste, Fresnedo y la Ermita de la Visitación donde el asfalto toca a su fin, si bien el firme hormigonado a tramos es bueno. En la Visitacion hay un bar/merendero que debe funcionar en épocas más propicias. Este es un punto de partida de la ruta andariega hacia Peña Mea desde el valle del Nalón. Hemos subido todo el rato a la sombra y roto el hielo de los charcos, la temperatura de -3º en el valle ha ido subiendo a medida que ganamos altura. Coronamos en el collado que nos da paso al concejo de Aller, una pequeña cruz, una fuente asi como la vista de la Peña próxima (Peña Mea) y las vistas del nuevo valle nos indican que estamos en el Collao Pelugano. Una pareja de andariegos, nos pregunta por el ojo de buey, oquedad labrada por la erosión en la caliza de la montaña con el devenir del tiempo.
Luce el sol y las vistas son espectaculares, la temperatura es agradable, hay que partir. Desde el collado descendemos por pista rápida hasta un cruce con una cabaña, a nuestra espalda, la roca labra la cara de un marinero. Hay varios perros preciosos con un matrimonio de excursión, son galgos afganos. Tomamos el ramal de la izquierda hasta el pueblo de Pelugano pasando bajo su iglesia muy adornada con carteles Navideños realizados con tapones de plástico de colores, cuanto menos original y llamativo. Ya por carretera bajamos a Levinco y Cabañaquinta. Entre la bajada y que de nuevo la temperatura en el valle ha descendido, hace frio. Paramos a tomar un caldo en Cabañaquinta antes de seguir. Volvemos al asfalto, dejamos Cabañaquinta tomando el desvío hacia Serrapio ganando altura por la carretera que nos lleva a la Iglesia de San Vicente donde nos detenemos desviándonos para visitarla. Mirador sobre el Aller. Seguimos dirección Uriés, poco después del pueblo da comienzo la pista. Dejamos a nuestra izquierda el desvío señalizado a la mina de San Fernando que no visitamos en esta ocasión. Enclave minero protagonista de una actividad prácticamente desaparecida en el valle de Aller y en casi toda Asturias. Continuamos ruta ganando altura poco a poco llegado a un desvío (indicado como cruce A) tomamos por la derecha por pista en sucesivas revueltas con elevada pendiente y sin descanso hasta aproximarnos a las zonas más altas de la Sierra de Pelugano. Es relevante indicar que si se continua por la derecha el ascenso nos llevaría al mismo punto (indicado como cruce B) de forma menos exigente físicamente. Abandonamos la pista principal en una curva cerrada para seguir una senda single track que nos lleva a una portilla de entrada y está, a una segunda de salida, muy atada que debemos saltar ya que resulta complicado liberarla. Tras la portilla la senda se vuelve ancha y discurre por la sierra de Pelugano hasta llevarnos por terreno favorable al alto de la Colladona. Carretera que comunica los concejos de Aller y Laviana
La temperatura ha vuelto a subir, el día soleado, preciosas vistas las que llevamos del valle de Aller y la cordillera
Desde el alto cogemos la pista más a la izquierda después de cruzar la carretera, que nos hace descender rápidamente hasta un área sombría y fría donde una cabeza de oso y un salmos en su boca, a la que se accede por la oquedad de un árbol, hace las veces de fuente sacando el agua por la boca el salmón. Poco después nos vamos a la localidad de Navaliego donde hacemos un alto en el camino para ver una bocamina y más cosillas artesanas que adornan el pequeño poblado de media docena de vecinos. Muy curioso, en un recóndito lugar del valle. Desde Navaliego seguimos bajando, por carretera, hasta Tolivia donde omitimos el desvío a la senda prevista y seguimos por carretera hasta Villoria donde omitimos la senda de “aldea perdida” y ya no abandonaremos el asfalto hasta Pola de Laviana, donde buscamos para comer acabando de nuevo en Entrialgo en la casona.

La ruta no presenta dificultades técnicas, se transita por pistas en buen estado. A nivel físico lo más reseñable son las fuertes pendientes después del desvío señalizado como cruce A, si bien, se puede omitir continuando por la izquierda.