3 Etapa Caminos a Guadalupe 'Jerónimos' (Guadalupe-Navalmoral)

12 de Mayo de 2018
Guadalupe - Navalvillar de Ibor - Castañar de Ibor - Bohonal de Ibor - Peraleda de la Mata - Navalmoral de la Mata
Como no podía ser de otra manera inicio la etapa del camino de los Jerónimos en el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, que siguiendo la GR 118, me llevará hasta el Real Monasterio de Yuste y finalizaré en la Iglesia de San Miguel en Tejeda de Tiétar.
Pedalada a pedalada durante los primeros cinco kilómetros voy subiendo por una preciosa senda, dejando atrás y sin perder de vista al valle del río Guadalupejo y a Guadalupe típica villa serrana, declarada conjunto histórico-artístico, que creció al abrigo de su monasterio. Mi primera parada es en la ermita mudéjar del Humilladero, monumento nacional y bien de interés cultural, donde los peregrinos que llegaban del norte rezaban antes de entrar en Guadalupe.
Hasta llegar a Navalvillar que está a treintaiuno kilómetros, no cruce ninguna población.
Continuando la ruta me encuentro con un bosque frondoso de castaños que se cierran sobre el camino casi apagando la luz del día. Llego a una zona de fincas de cotos de caza las cuales cruzo abriendo y cerrando porteras, la última de ellas me da paso a un pequeño puente de piedra y ladrillo cubierto de hierba sobre el río Ibor. El agua y la vegetación verde chillón de sus laderas, forman un paisaje de película y fantasía, un rincón solitario y tranquilo, y no será el último, poco después tengo que cruzar otro pequeño puente con un paisaje similar para cruzar el rio Pinarejo, al igual que en la zona anterior el ruido del agua y el canto de los pájaros les dan el toque definitivo, me quedaría por aquí disfrutando mucho rato pero tengo que seguir camino.
Nueve kilómetros subiendo por pistas forestales entre pinares, caminos de alcornoques, encinas, robles y jaras y unos tres kilómetros por un camino asfaltado sin tráfico. Corono el puerto del Hospital, el punto más alto del camino y me paro un ratito a disfrutar de las vistas. Inicio el descenso cogiendo una senda muy oculta por la derecha, hasta el Caserío Hospital del Obispo, antiguo palacete de caza de Pedro I el cruel y posteriormente albergue para peregrinos.
Salto del valle del río Solobriga al valle del río Ibor, para llegar a Navalvillar de Ibor situado en un entorno precioso del valle, donde paré a comer un buen bocadillo en el bar La Calza. Desde allí continuaré hasta Castañar de Ibor parándome en el hostal restaurante Solaire, para tomarme un café y saludar a sus dueños. Salgo del pueblo y después de bajar durante tres kilómetros el camino me acerca a la orilla del río Ibor bordeado de: chopos, fresnos, sauces y álamos por donde continúo otros seis kilómetros, por su margen derecho, siendo acompañado por el canto de sus aguas cristalinas hasta llegar a La Avellaneda, pueblo abandonado desde hace 500 años y Germen de Castañar de Ibor. Por todas las sierras se contemplan paisajes de olivares. Continúo en dirección a Bohonal de Ibor y una vez cruzado llego a Agustobriga, antiguo municipio romano situado en la margen del río Tajo, donde paro a contemplar las ruinas del templo de los Marmoles.
La siguiente parada fue en Peraleda de la Mata a las puertas ya de Navalmoral de la Mata fin de etapa.
Me alojo en Navalmoral, en el hostal Sauces, el cual tiene buen alojamiento y servicio.