358. DE GUADIX AL FIN DEL MUNDO. CARCAVAS Y MUCHAS SENDAS.

Divertida y variada ruta, que sin duda va a sorprender a todos los que se aventuren en ella. Nuestra mayor impresión será contemplar unos paisajes de película, y transitar unas sendas en que necesitaremos de toda nuestra pericia.

No puede ser mejor el inicio de la ruta: Guadix. Una ciudad señorial, donde nos situamos enla misma salida en su impresionante Catedral de la Encarnación. Atravesamos la ciudad por su parte monumental, deteniéndonos en su Plaza de las Palomas, sede del Ayuntamiento. A estas primeras horas de la mañana la ciudad duerme, mientras a nuestro paso vamos contemplando edificios históricos. Sin duda la ciudad merece una detallada visita.

La abandonamos en dirección a Sierra Nevada. El blanco invernal de la nieve hace un fuerte contraste con los Tonos rojizos de la tierra. Salimos por ramblas secas, y nos plantamos en Albuñan. Primer pueblo de nuestro itinerario, perteneciente a la comarca del Marquesado, calles desiertas con la Sierra al fondo. Esta comarca tiene una importante historia minera, con Alquife como la más conocida, aunque Santa Constanza, por la que pasamos tuvo en su momento una gran importancia.

Esta mina se comienza a explotar en el año 1845, continuando hasta 1955 por la Sociedad Española de Construcciones Electromecánicas, transportando el mineral por camiones a Guadix desde donde se conducía en ferrocarril hasta su fábrica en Córdoba. Fue una de las minas más importantes de cobre de toda la Península. Aquí se extrajo el material necesario para fabricar tras la Guerra Civil española, las primeras pesetas de cobre y níquel, conocidas como 'rubias' y que sustituyeron a las de plata y a las de papel.
Ascendemos después a una caseta forestal desde la que disfrutamos de una excepcional vista del entorno: Sierra Nevada y Marquesado. Cerca de allí pasa el camino mozárabe de Santiago, señalizado por unos hitos de piedra. Iniciamos una sucesión de divertidas sendas, que caracterizan a esta ruta. Los más técnicos podrán hacerlas casi en su totalidad; para el resto queda disfrutar de la mayoría del recorrido, y echar pie a tierra en unas pocas ocasiones.
Y llegamos a las cercanías de Beas de Guadix, tras un divertido y pendiente descenso. Este paisaje podemos calificarlo de excepcional, con sus vegas cercanas al rio y sus cárcavas. Es el punto de partida del ascenso, por una pista encementada que conduce al Mirador del Fin del Mundo.
Este mirador es una atalaya natural situada sobre los taludes que caen hacia el río Alhama y las tierras fértiles de la Hoya de Guadix. Desde este observatorio podemos contemplar la evolución geológica de la zona. Cárcavas, arcillas, margas y yesos, que forman una pared que se extiende aisladas ante nosotros de las sierras y vegas cercanas. Este paisaje fue colonizado desde los primeros homínidos llegados de África hace más de un millón y medio de años. Las tierras blandas facilitan el paso de los ríos que, a su vez, trazan rutas utilizadas por el hombre.
Poco más adelante están las Cárcavas del Marchal. Tienen 25 millones de años de existencia. La tierra emergió sobre los grandes lagos del sureste peninsular y nacieron las cárcavas. La arcilla forma una capa de protección de las viviendas trogloditas. Es una de las cualidades de los ‘badlands’, las malas tierras que en el sureste peninsular se llaman cárcavas. Desde hace milenios, el hombre ha encontrado en los vestigios de los movimientos tectónicos que formaron la depresión de Guadix y el Altiplano, un lugar donde vivir y en el que desarrollar una gran cantidad de usos agrícolas, ganaderos e incluso industriales. Desde el año 2003 están calificadas por la Junta de Andalucía como Monumento Natural.
Y ya sólo nos queda un descenso hasta Paulenca, y de allí por carretera a Guadix, dando fin a esta sorprendente ruta.
Desarrollo de la ruta: Partimos de la Catedral de Guadix. Tras recorrer sus calles, salimos a los llanos de la Hoya de Guadix, con Sierra Nevada al frente. Entramos en senda, pasando por las abandonadas minas de Santa Constanza, desde las que nos dirigimos por una empinada senda a una caseta de incendios. A partir de aquí comenzamos una serie de sendas y alguna pista que nos llevan a las inmediaciones de Beas de Guadix. Una fortísima subida encementada nos deja en el Mirador del Fin del Mundo. El siguiente hito son la Cárcavas del Marchal, y desde allí un prolongado descenso nos deja en nuestro inicio.

Final: Muy aconsejable ruta, con un grado de esfuerzo razonable. Ganamos altura progresivamente al principio, para disfrutar de sendas en descenso. Sobrecogedores paisajes de cárcavas, y de Sierra Nevada al fondo.
IBP: 55
Tiempo total: 4:29:43 h
Tiempo en movimiento: 3:38:59 h
Tiempo parado: 0:50:44 h
Velocidad media total: 9.8 Km/h
Velocidad media en movimiento: 12.07 Km/h