[46 km / 873 mt +] Villarrasa Los Prados Raboconejo San Walabonso Alrededores del Arroyo El Rubio (2018-10-20)

Ruta circular en bici de montaña que parte de Villarrasa.

Según el GPS, y tras pasar por Basecamp, los datos finales han sido 46,7 kms, con 873 mts de desnivel positivo acumulado y 3:38 h en movimiento.

[Los datos que pongo son solo algo orientativo, no hay que tomárselos al pie de la letra. Los GPS tienen márgenes de error y se equivocan].

Partiendo de Villarrasa, pasamos por diversos montes que se encuentran en dirección noroeste, a medio camino entre Villarrasa y Valverde del Camino. En una mañana en la que, en principio, nos la jugamos con las lluvias, finalmente las previsiones acertaron de lleno y al minuto y no nos llovió en toda la ruta, empezando a caer agua cuando ya guardábamos las bicis en los coches. La ruta pudo haber sido más larga pero el agua estaba ahí presente y no era cuestión de tentar más de lo necesario.

Como hago en otras ocasiones intento calificar la dificultad de la ruta a nivel técnico y físico, aunque esto es algo que mientras unos ven blanco, otros ven negro, por lo que son solo notas para dar indicaciones y apuntes.

A nivel técnico la veo moderada. Circula por caminos, pistas anchas, pistas forestales y senderos más que accesibles para todo el mundo. En general es bastante rodadora con muchos subes y bajas, la mayoría suaves. Hay alguna bajada con piso de roca en la que hay que tener un poco de más cuidado pero sin complicaciones. Con lo que sí hay que tener precaución es con las rocas a primera hora de la mañana, con la humedad, las que cogen en dirección oblicua a nuestro paso resbalan. Las ruedas y su presión nos van avisando de cómo tenemos que ir pasándolas. Como además había llovido en la zona se formaban pequeños charcos arcillosos en las zonas bajas de vados y vaguadas. La mayoría se rodean perfectamente pero en un par de ocasiones algo más grandes hubo que cruzarlos. Si se pasa rápido por ellos es facilísimo irse al charco porque se hunde la rueda y se pierde la dirección. Cuanto más lento y con pedalada suave y constante, más firme se maneja su paso.

Hay solo un punto algo más difícil en toda la ruta. Si vemos el waypoint que marco como “Abejas de la Dehesa Nueva” ahí hay precisamente abejas. Punto kilométrico 38,5. Nos la jugamos y pasamos por medio, fue una locura porque llegaron a atacarnos aunque sin consecuencias. Lo malo y peligroso es que están en un punto realmente técnico que si te caes las abejas te brean vivo.

Lo de las abejas fue una ida de olla absoluta ¿A quién se le ocurre pasar entre panales (sí, como lo oís, por medio, había panales a izquierdas y un par a derechas) estando los apicultores enfundaos de pies a cabeza mientras encabronaban a las abejas? Pues a nosotros, solo a nosotros... En parte tuvimos suerte, pero la otra parte de salir del follón en el que nos habíamos metido lo hizo la adrenalina, adrenalina a granel y a cascoporro. Tanta que nos hizo salvar lo que íbamos a encontrarnos inmediatamente: un muro técnico, 50 metros solo pero en torno al 20%. Mi compañero Karlos se lo subió con una mano porque con la otra andaba batallando con las abejas, solo le faltó la espada de Excalibur y fundar allí un reino. Mi otro compañero, Gonzalo, se lo subió haciendo la tortuga, metiéndose tó pa entro a ver si no le picaban, iba apretaíto como un ovillo. Y yo ni vi el muro, como si fuese un llano del carril bici en dos pedaladas estaba arriba mientras veía y oía el espectáculo de las abejas rodeando a los compañeros que iban delante y también mía. Es un show cómo suenan ...zzzuuuuuuuummmmm... y eso que estoy sordo perdío desde pequeño. Juntas dan más caña que un concierto de Soundgarden.

La subida del muro acababa en pináculo, casi sin llano en el que entrase más de una bici. Íbamos tan acelerados que no tuvimos tiempo de calcular cómo era la caída por el otro lado de la colina. Desde lejos se veía muy bonita y hasta medio sencilla, pero allí mismo era de las que hasta daba vértigo, sendero trialero de piedra suelta con algo de chorreras como el buen jamón que en los primeros metros tenía un desnivel negativo del 30%. Pues más de lo mismo, lo bajamos los tres mejor que Nino Schurter en una final de XC. Es lo que tiene llevar un enjambre de abejas encabronadas detrás. Yo aún ni me creo cómo lo hicimos todo. Voy a ver si me acerco al Mercadona a ver si venden adrenalina porque en condiciones normales yo no habría bajado por ahí montado en bici ni amarrao del labio. Por cierto, tuve suerte y solo tuve un amago de "mordisco" de abeja en el labio y al escupirla se quedó en ná, un pellizco pero sin picotazo.

Una de las imágenes para el recuerdo: la cara de los apicultores de incredulidad. No nos habían escuchado llegar hasta que estábamos al lado justo de ellos y se les pusieron a los dos los ojos como platos de bici de carretera del 53. Uno de ellos llegó a decir "Jhiquillooooohhhhhh... cooorrerr... cooorreerrr" Hostia que si corrimos. Cuando llegamos abajo teníamos un subidón que ni en una fiesta rave en su sweet point.

La verdad es que visto ahora en frío tuvimos un puntazo gordo de imprudencia y no supimos valorar el riesgo. Pa habernos matao... y salir como poco en el telediario de Canal Sur y ser trending topic de los foros de bicis. Para la próxima no nos la jugamos, palabrita. Pero digo yo que ya que está hecho: "que nos quiten lo bailao".

MUY IMPORTANTE: la ruta es estupenda pero es mejor si se evita ese segundo bucle que rodea el Cabezo de la Sepultura (wp). Si se quieren hacer más kilómetros hay muchas posibilidades de alargar sin problemas por todos los montes de la zona.

Otra cosa, en época de lluvias puede haber pasos de agua más crecidos que lo que hemos hecho ahora, como el Arroyo del Barrancoso, el sendero que va hacia el Embalse de Walabonso y puede que algún punto más ya que se pasa por varios arroyos que tienen pinta de estar secos casi todo el año, según lluvias.

Físicamente la ruta es moderada, hay un par de repechones más fuertes de inclinación y con algo de tierra suelta mezclada con piedras y roca pequeña, especialmente el que sube desde el arroyo del Barrancoso (wp). El resto es muy, muy accesible para cualquiera que esté hecho a dar algo de pedales por el monte. De hecho la ruta tiene un IBP muy normal de 63 puntos.

Hoy fuimos a disfrutar del campo y la compañía, y nos lo hemos pasado en grande. Karlos, como siempre, con sus ases en la manga, nos ha guiado maravillosamente bien buscando nuevos caminos que incorporar a los que ya conocía. Hasta nos hemos podido dar el lujo de "ir probando" a ver qué hay por allí o por allá, y ha salido redondo.

Mil gracias a Karlos y Gonzalo por el buen rollo y la buena sintonía. La ruta ha salido perfecta. No es ni la más larga, ni la más dura, ni la más técnica, ni la que más metros acumula, pero es de las que hay que rodar porque se hace campíbiri, campíbiri. Muy bonita. Además es entera de paso público

Dejo con waypoints algunos puntos que considero importantes y pueden resultar útiles: localidades, fuentes si las hubiera (en muchas ocasiones secas según épocas del año), zonas, subidas, puertos, etc...