[73 km / 890 mt +] Sevilla Este Lagos del Serrano/Cala (2018-05-05)

Ruta solo de ida en bici de montaña que parte de Sevilla Este y acaba en Los Lagos del Serrano.

Según el GPS, y tras pasar por Basecamp, los datos finales han sido 73,7 kms, con 890 mts de desnivel positivo acumulado y 4:43 h en movimiento. IBP: 56.

[Los datos que pongo son solo algo orientativo, no hay que tomárselos al pie de la letra. Además, los GPS tienen márgenes de error y se equivocan].

Hoy la ruta está planteada de manera distinta a lo que suele ser habitual. La idea era salir de Sevilla y llegar a los Lagos del Serrano donde nos esperarían un puñado de buenos amigos para comer allí y echar el resto del día tumbados a la bartola, disfrutando de un día que ha sido para enmarcarlo.

Saliendo de Sevilla Este he recogido a primera hora a mi amigo Emilio en el paseo que se encuentra entre los puentes de La Barqueta y El Alamillo, desde ahí hemos seguido el Camino de Santiago hasta Guillena, enlazamos con la Ruta del Agua y su tramo del Restringido, y antes de llegar a destino tomamos una pequeña vuelta por un camino de la Dehesa del Serrano, poco conocido pero que merece la pena hacer.

Al pasar el Alamillo y el Guadalquivir nos dirigimos hacia el norte, hacia Guillena, por el Camino de Santiago. No es la parte más bonita, ya que no termina de estar claro por dónde va realmente el camino, y parte de él es bajo la autovía. Va paralelo al Rivera de Huelva, tomando también algún sendero que por la vegetación parece que no existe o se va a cerrar, pero si nos fijamos está bien marcado.

Cuando cruzamos la carretera que lleva a La Algaba ya se puede decir que por fin andamos metidos en faena, disfrutando del pedaleo, que en este parcial del camino son los toboganes entre la Algaba y Guillena. Con las lluvias el Arroyo de Los Molinos va subido de agua pero hay un paso con varios palés que facilitan su cruce. Los toboganes son muy suaves y solo añaden kilómetros tranquilos. El último tramo, antes de alcanzar Guillena, el que va paralelo a la carretera, sobre kilómetro y medio, siempre lo he recordado con zonas muy embarradas y hundidas por el paso de maquinaria agrícola, pero hay marcados diversos caminos para evitar estas zonas de peor paso.

Desde el Alamillo hasta aquí todo ha sido llano, 18 kms con apenas desnivel acumulado, pero a partir de Guillena la ruta comienza a subir. Tomamos enlace con la Ruta del Agua y seguimos camino del Restringido. Pasado el Zoo Mundo Park, tenemos que hacer solo 300 metros mal contados de carretera.

El Restringido es uno de los tramos más conocidos de la Ruta del Agua por su belleza. Va bordeando el Embalse del Gergal que ahora va hasta los topes de agua. Y pensar que solo hace dos meses estaba tan bajo que en algún punto se podía pasar al otro lado del embalse a pie… Se puede hacer tanto de ida y como de vuelta. En nuestro caso solo ida. Es un terreno engañoso porque aunque no tiene grandes subidas es un continuo sube y baja en el que si se le aprieta un poco acabamos acusando cierta fatiga muscular. No me canso de venir por aquí de lo bonito que es este recorrido desde primera hora de la mañana. Ahora tras las lluvias mucho más.

Si alguien se pregunta si hay más desnivel de ida o de vuelta o qué longitud tiene voy a intentar poner aquí los datos que me aporta el GPS, y ya cada cual saque sus conclusiones. Desde el comienzo, en la caseta de madera, hasta La Cantina tiene una longitud de 14,5 kms, y un desnivel acumulado positivo de 205 mts. A la vuelta el acumulado es de 180 mts. Es muy similar pero sigue siendo mayor a la ida.

Como llevábamos absoluta mentalidad cicloturista, hemos ido disfrutando el camino sin más, sin apretarle. Hemos parado para hacer un descanso breve en La Cantina y a seguir.

La Cuesta de los Toros empezando en la cota más baja una vez pasada la presa y hasta el cruce de la Dehesa de los Serranos en la que nos podemos desviar, o bien hacia Castilblanco, o bien hacia los Lagos del Serrano (Embalse de Cala) tiene una longitud de 3,6 kms, un ascenso total de 174 mts y un desnivel medio del 4,5%. Algunos tramos se le atragantan a algunos ciclistas un poco al pasar del 8,5% de media durante unos centenares de metros, pero a ritmo se lleva.

Ya solo nos queda el último tramo, que corresponde al Cordel de Guillena que tienen un par de subidas más pero que no se acercan ni de cerca en dureza a la de los Toros. Antes de llegar al final hemos dado una breve vuelta por un camino de la Dehesa del Serrano que, como decía al principio, es poco conocido, pero merece la pena por no hacer todo el tiempo pista. Recuerda “algo” el estar más metidos en sierra porque parte de él es de piedra muy al estilo Gerena/Aznalcóllar… Es muy sencillo de hacer.

El terreno de la ruta es en su gran mayoría pista ancha, todo es rodar. Hay muy pocas excepciones, tan solo porque nos encontraremos en algún punto senderos, y algo de grava en el waypoint marcado como el Cordel de Guillena. Tampoco tiene pendientes imposibles. Solo la Cuesta de los Toros puede acumular algo más. Solo es cuestión de que cada ciclista encuentre su paso.

A nivel técnico esta ruta se hace muy bien y no tiene ninguna complejidad. Camino muy fácil y sencillo, sin exigencias ni malabares. Además no pasa por ninguna zona privada, todo camino público.
A nivel físico es una ruta que con haber cogido un poco la bici se hace muy bien. Hasta que no hacemos 32 kms no empezamos a trabajar algo y realmente tiene un acumulado muy moderado de 890 mts, lo suficiente para notar que trabajan las piernas pero sin llegar a dejar roto a nadie con un mínimo de forma física. En nuestro caso no hemos llegado siquiera a correr un poco porque era uno de los propósitos de la ruta, siempre disfrutar el camino, y la compañía, of course...

Hemos salido muy temprano y el sol nos ha caído a plomo así que en verano hay que salir muy temprano porque no es una zona protegida y el sol hace mella.

La llegada ha sido para flipar: buen tiempo, piernas trabajadas pero sin reventar, bar abierto y cuatro cervezas que han caído entre pecho y espalda “pa cá” uno. Al poco han llegado los amigos, completando y disfrutando un día grande de verdad. Hasta hubo baño en el embalse.

Dar las gracias a mi Sr. Colomer por su compañía y su buena conversación. Por circunstancias coincidimos poco, pero cuando lo hacemos es siempre un lujo estar con él, buen tío como pocos. Gañán, ganas con los años… Y por supuesto, también a los amigos que aceptaron el plan propuesto y salió redondo, creo que ninguno quedó decepcionado. Después de 26 años os quiero con locura, joíos... Hay que repetir.

Dejo con waypoints algunos puntos que considero importantes y pueden resultar útiles: localidades, fuentes si las hubiera, zonas, subidas, puertos, etc... Anoto también un par de lavaderos en Guillena por si hiciese falta “darle un agua” a las bici.