ADRA HAZA DE LINO 85 KMS LINEALES POR CARRETERA

Un día luminoso alegra tanto que cualquier reto se encara con mejor talante. Era sábado y unos ajustes en las agendas personales de cada uno nos hacia no poder salir el Domingo a hacer la gran ruta, así que sólo por no perder el buen tirón de temporada nos apuntamos con los amigos de los Sábados por la tarde. Hora de salida 15:30. Destino de la fatiga Haza de Lino. Algunos no contábamos con llegar. El Retraso de 10 minutos en la salida y el ansia que pone el amigo parri hizo que saliera como si cronometrara su tiempo personal. Buf, no somos de esa escuela pero te animas con un compañero del mismo ritmo y tratas de pensar que lo cogeríamos más adelante, sin dejar demasiado a los que vengan de atrás para tratar de subir juntos. Misión dificil con estados físicos diferentes. Desde el principio se hicieron tres grupos que fueron ireconciliables. El trayecto hasta Albuñol a pesar de ser "llano" me costó un poco. Era temprano aún y vas calentando. Hicimos una hora justa hasta esta ciudad llena de juventud por sus calles. Atravesamos Albuñol y paramos 5 min. a ver si venian los de atrás, pero viendo que no, nos quitamos el casco. A partir de aquí era todo subida y sin tanto tráfico. El paisaje se tornaba más y más verde. La rambla enorme debió descargar grandes cantidades de agua antaño por la anchura y profundidad de la misma. Fuimos escalando puentes de piedra, curvas cerradas, fuertes repechos y grandes sombras donde se refugiaba abundante vegetación. Era fácil ver serpenteando la carretera que habiamos salvado detrás por donde subian los compañeros, y delante donde creíamos ver siempre a nuestro predecesor. Subiendo a una media de 10 km/h nos daba por hacer cálculos de lo que quedaba para ver si conseguiríamos llegar antes de dar la vuelta por falta de tiempo. Neutralizamos Salva y Yo a un ciclista fuerte que resultó no ser el parri. Justo al llegar a su altura el hombre echó pié a tierra y claudicó sin apenas resuello para saludarnos. Continuamos más por el hecho de que venian Agustin y Paco por detrás que por llegar a Haza de Lino, por que ya habíamos trabajado más que suficiente. No sé porqué sabia que algún día llegaría a pueblos como Polopos o Sorvilán, el Pueblo de mi suegro. Algunos dolores aparecian sumándose a la fatiga, y san ibunoprofeno tuvo que salir al quite. Yo animaba a seguir aunque fuese tranquilamente. Por último a 500 mts de cumbre apareció parri con un par de botellas de agua que agradecimos ferborosamente y le redimía de sus pecados. Allí nos reuniamos todos desde que salimos de Adra. Era la hora limite y después de una buena fruta o barrita de cereales y un poco más vestidos, nos disponiamos a acometer la larguísima bajada en la que adelantábamos a los coches sin esfuerzo. La tarde cayó rápidamente y la noche nos alcanzó en Guainos. La iluminación que teniamos nos protegió un poco de los nerviosos conductores que siempre desesperan cuando ven las 2 ruedas. 85 kms de carretera sin tráfico a partir de Albuñol, donde disfrutamos de una vistas muy buenas y aire limpio. La dificultad física es muy alta y la técnica no merece mención salvo por el descenso en el que si quieres volar... primero has de saber trazar, y no como yo que tengo tendencia a no abrirme lo suficiente y me llevé un susto en la bajada. Esta subida compensa yendo con más tiempo para comer por ejemplo en Haza de Lino y ver la vista de Lujar, Castell de Ferro, Cástaras, Lobras y porque no, África.